PROVERBIOS 24:16 Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal.
Tenemos que saber que lo más importante de este versículo no es enseñarnos cuantas veces cae un justo, sino mostrarnos una verdad espiritual: SI CAEMOS, TENEMOS QUE LEVANTARNOS no podemos quedarnos caídos ni mucho menos acostumbrarnos a vivir en el suelo sintiéndonos fracasados.
Si, verdaderamente todo cristiano puede caer, y tenemos que saber que cuando hablamos de caer no solamente hablamos de caer en tentación o caer en un pecado, pues muchos cristianos también podemos sentirnos caídos o derrotados por causa del desánimo, por los golpes que nos da la vida misma, por la tristeza de no poder cambiar las circunstancias que estamos enfrentando, por apartarnos de los caminos de Dios y enfriarnos espiritualmente, etc.,
Pero también tenemos que saber que la palabra de Dios nos declara que nuestro Dios provee para nosotros todos los medios para que a pesar de todo podamos levantarnos y seguir adelante:
I) SU MANO ESTÁ SIEMPRE EXTENDIDA PARA LEVANTARNOS EN SU FUERZA (Salmo 37:24) Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque Jehová sostiene su mano.
Posiblemente estamos caídos y sentimos que no podemos levantarnos porque estamos tratando de levantarnos en nuestras fuerzas, en nuestra capacidad, y por eso volvemos a caer.
Muchas veces quizás hemos tratado de levantarnos y apoyarnos en los amigos, en relaciones sentimentales, en el materialismo, en el trabajo, en el dinero, en los vicios, en la diversión, etc., pero todo eso no tiene la capacidad de sostenernos para mantenernos de pie, y tarde o temprano al final nos dejaran caer y nos sentiremos aún más lastimados y más desanimados.
Es por eso nuestro que Dios nos extiende su mano, para que podamos levantarnos EN SU FUERZA y no en la nuestra, y como lo vemos en el texto que hemos leído es nuestro Dios quien sostendrá nuestra mano, y podemos estar seguros que él no nos dejará caer.
Si nos sentimos caídos, si nos sentimos desanimados y derrotados, no nos apoyemos en aquello que no tiene la fuerza para podernos levantar y sostenernos de pie, TENEMOS QUE TOMARNOS DE LA MANO DEL SEÑOR,
Aunque el enemigo cuando caemos puede levantar a muchas personas a nuestro alrededor para burlarse, para acusarnos, para tratar de humillarnos, pero que maravilloso es saber que nuestro Dios nos dice YO SIEMPRE TE AYUDARÉ (Isaías 41:13) Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.
II) DIOS ESTÁ SIEMPRE DISPUESTO PARA AYUDARNOS CON NUESTRAS CARGAS CUANDO SENTIMOS QUE NO PODEMOS MÁS (SALMO 55:22) Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo
Verdaderamente tenemos que reconocer que si hay algo que nos hace caer y no nos permite levantar son las cargas que llevamos sobre nuestra vida.
Muchos cristianos caemos en desánimo por los problemas que estamos enfrentando en nuestra vida, y muchas veces lo que más nos carga es pensar que nuestra vida está tan destruida, tan llena de problemas, que no vamos a poder arreglarla, y nos sentimos frustrados, desanimados y sin esperanza pues nos parece que a nuestro alrededor lo único que hay son escombros (Nehemías 4:10) Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro.
Pero el Señor nos dice hoy que echemos sobre él nuestra carga, y él nos sustentará, podemos levantarnos y seguir adelante si nuestras cargas las ponemos en las manos de nuestro Dios, ya no nos preocupemos por cómo vamos a poder enfrentar y arreglar nuestros problemas, confiemos en el Señor y él hará (Salmo 37:5) Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.
Si te sientes caído, si te sientes desanimado por el peso de todos los problemas de tu vida, quiero hacerte una pregunta ¿Conoces a alguien que esté dispuesto a llevar tus cargas? solamente hay uno, SU NOMBRE ES CRISTO JESÙS (1 Pedro 5:7) “..echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”
III) DIOS ESTA SIEMPRE DISPUESTO A DARNOS UNA NUEVA OPORTUNIDAD SI LO BUSCAMOS CON HUMILDAD Y ARREPENTIMIENTO (LAMENTACIONES 3:22-23) Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
Muchas veces cuando cometemos errores, cuando fracasamos en algo de nuestra vida, el enemigo se encarga de hacernos creer que ya no hay otra oportunidad para nosotros, que tenemos que acostumbrarnos a vivir caídos, a vivir en fracaso, pero no es así, Dios siempre tiene planes buenos para nuestra vida.
Dios siempre tiene una nueva oportunidad para todos aquellos que lo buscan, para todos aquellos que vienen a él con un corazón humilde y arrepentido, y como lo dice el versículo que hemos leído: sus misericordias son nuevas cada mañana.
Pero si sus misericordias son nuevas cada mañana y están disponibles siempre para los que le buscan, ¿Por qué seguimos viviendo en fracaso? ¿Por qué seguimos caìdos? y una de las principales respuestas es porque en lugar de levantarnos y buscar al Señor para que nos dé una nueva oportunidad, TOMAMOS SIEMPRE EL PAPEL DE VÍCTIMAS (Juan 5:2-8) Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Bethesda, el cual tiene cinco pórticos. 3 en éstos yacían una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. 4 porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. 5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? 7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. 8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
Ese hombre que tenía treinta y ocho años de estar postrado en un lecho paralítico estaba recibiendo de parte del Señor, del Todopoderoso, una nueva oportunidad para su vida, en la casa de misericordia, porque eso significa el nombre Bethesda, Dios le estaba dando misericordia nueva para su vida, el Señor le preguntó ¿Quieres ser sano? y él respondió con excusas: No tengo quien me meta en el estanque, otros son siempre más rápidos que yo.
Posiblemente ese hombre tenía razón y esas palabras expresaban su realidad, pues era paralítico, no podía moverse, seguramente ya no tenía familia, ¿PERO NOSOTROS? que tenemos un Dios todopoderoso, que tenemos al Espíritu Santo en nuestra vida, que somos hijos de Dios, y que Cristo mora en nuestros corazones, ¿COMO PODEMOS SEGUIR TOMANDO EL PAPEL DE VÍCTIMAS?
Tenemos que reconocer con sinceridad que hay personas que han pasado situaciones quizás aún más difíciles que las nuestras, y en lugar de desanimarse se esforzaron más, fueron valientes, y aun en la crisis pudieron adorar a Dios (Hechos 16:22-25) “. Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. 23 después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. 24 el cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. 25 pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.”
Tengamos un corazón agradecido, seamos humildes y busquemos de corazón el Señor para recibir de él esa nueva oportunidad que él tiene para nosotros, HOY SUS MISERICORDIAS SON NUEVAS PARA TU VIDA.
CONCLUSIÓN: Quizás hemos caído, quizás hemos fallado, quizás hemos cometido grandes errores, y hemos desilusionado a muchas personas, pero hay alguien que, a pesar de nuestros errores, a pesar de nuestras malas decisiones, a pesar de que nos hayamos apartado nunca deja de amarnos, y ese alguien ES NUESTRO DIOS (Jeremías 31:3) Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. YA NO SIGAS CAÍDO, VEN HOY A ÉL