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Honramos a Dios con el diezmo

En la iglesia, a través de los tiempos, hay grandes controversias doctrinales, desde el aspecto de la creación del mundo, hasta el final del mundo.  Nos involucramos en tanta controversia, en lugar de enfocarnos en ver la palabra para entender lo que realmente Dios nos ha dicho, y poder mirar los principios para guiar nuestras vidas.  Lo que vemos es una mezcla de ideas que lo que hacen es traer confusión.

Hoy te compartimos ciertas ideas acerca de varios aspectos económicos de la palabra del Señor.  Aquellos que predicamos acerca de los diezmos y las ofrendas, vamos a ser siempre criticados, tanto dentro como fuera de la iglesia.  Todo el mundo tiene una idea acerca de cómo debe hacerse y cómo no.  Pero tú debes diezmar y ofrendar aún en los momentos difíciles.

Si le sirves a Dios por un tiempo ya, tienes que haber notado la batalla entre aquellos grupos que dicen que no se puede diezmar o no tiene que hacerse, que se tiene que dar sin esperar nada a cambio, aquellos que dicen que al que está en necesidad o en un momento difícil no se le requiere ninguna acción de fe, sino simplemente extender la mano para que alguien le ayude en medio de su necesidad.  La batalla es muy fuerte, pero para aquellos que estamos convencidos de que Dios quiere bendecirnos y prosperarnos, no quiere decir que vamos a tener una vida fácil o que esto sea como por arte de magia, pero sí conocemos el pacto de Dios para nuestra vida, y tratamos de caminar en cada uno de sus principios, reconociendo el poder del diezmo, de la ofrenda, y de una semilla en un momento de necesidad.

Diezmar es algo que debes hacer en la casa de Dios, en la iglesia local a la que tú perteneces.  No nos verás pidiendo los diezmos de alguien que no se considere miembro de nuestra iglesia.  Ahora por causa de la pandemia, tenemos miembros a la distancia; en ese caso, diezman aquí.  Pero si tú tienes un pastor local con el que te conectas, así sea en línea, ese es lugar donde tú debes presentar los diezmos del Señor.  Los diezmos se llevan a lugar donde tú recibes palabra, donde hay un grupo de líderes que cuidan de ti; en ese lugar es donde tú tienes que procurar que haya abundancia de pan, que haya alimento y que de esa forma Dios retribuya a tu vida.

Para aquellos que diezmamos y no tenemos controversia, que no entramos en batallas teológicas, doctrinales en cuanto a la vigencia del diezmo o cómo surgió; lo que queremos es que tengas los parámetros correctos para poder diezmar de forma correcta y precisa.

Cuando tú diezmas a Dios, cuando le entregas esa décima parte de tu vida, es una señal de honra, de honor a tu Dios.  A través de los diezmos y las ofrendas, honras a Dios.

9 Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto.”  Proverbios 3:9-10

Honra a Jehová con tus bienes, con tu dinero, con el producto de tu trabajo.  Cuando tú vas delante de Dios y le presentas sus diezmos, le estás diciendo: Dios Todopoderoso, te honro con esto, te doy honor.  El momento de diezmar y ofrendar es el momento de presentarle a Dios aquello por lo que has trabajado y luchado, y decir: Señor, con esto vengo a honrarte y a celebrarte.

Nunca tomes por poco el momento de honrar a Dios a través de las finanzas.

Muchos piensan que la adoración y otros tipos de expresiones de fe son las únicas que traen honra a Dios, pero la realidad es que el honor se lo damos a Dios entre otras actividades eclesiásticas, cuando nos presentamos delante de Dios honrándole con todas las cosas.

El diezmo es la puerta que se abre para abundancia financiera en tu vida.  Es la manera en que el cielo se mueve a tu favor.

10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”  Malaquías 3:10

Cuando tú diezmas, cuando te presentas ante Dios con esa décima parte que le corresponde a Él, lo que estás es abriendo la oportunidad, el acceso a la bendición económica, financiera de Dios para tu vida.

El diezmar revela tu humildad.  Cuando vas ante Dios, no tan solo le honras llevando los diezmos, sino que eres entonces una persona humilde de corazón, una persona que reconoce que lo que tiene proviene de Dios, que todo lo que has recibido proviene de parte de Dios.

4 Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.”  Proverbios 22:4

Cuando tú te presentas ante Dios con humildad, entendiendo que te sometes a Dios, que todo proviene de Él, Dios te remunera, te bendice, te prospera.  Todo porque reconoces que lo que tienes no proviene de tus manos, sino que tú dependes del Dios Todopoderoso.

El diezmo es una manera de romper con la maldición generacional.  Lamentablemente, hay familias que nunca avanzan económicamente, siempre están de mal en peor.  No toda familia tiene que ser millonaria, pero debe avanzar, debe haber progreso.  Toda familia debe experimentar aumento e incremento de generación en generación, aunque sea leve, pero debe experimentarlo.  Pero no toda familia lo logra, y es porque no rompen con aquellas cosas que les han atado financieramente a lo largo de sus vidas.

8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.”  Malaquías 3:8-9

Cuando te presentas ante Dios y le honras con humildad, con tu corazón sincero, y le das los diezmos, estás rompiendo con todo aquello, con todo aquel patrón de destrucción económica que a través de nuestra vida y familia se haya manifestado.  Hay quienes presentan sus diezmos y eso representa la desconexión total del pasado.  Tiene que haber alguien en el hogar, en la familia, en la casa, que rompa con toda maldición del pasado.  Tiene que haber alguien que diga: Mi familia va a honrar a Dios, Dios nos va a prosperar, a bendecir, va a abrir las ventanas de los cielos, va a ampliar nuestras vidas.

Dios no quiere que los de tu apellido vivan toda su vida en maldición.  Alguien tiene que romper con esa maldición, y tú como líder de tu casa puedes decidir hoy ser esa persona y presentarte ante Dios con los diezmos, con esa décima parte que le corresponde a Él.

El diezmo es una muestra de que has vencido el temor.  El apóstol Pablo le escribió a Timoteo, que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, amor y dominio propio.  El miedo es algo que quiere operar en cada uno de nosotros a través de los tiempos.  Es algo que nos paraliza, nos detiene, no nos deja avanzar.  Cuando te presentas ante Dios con tus diezmos y ofrendas, le estás diciendo a Dios que no tienes temor al porvenir; que tu porvenir, tu mañana, tu provisión de mañana está en manos de Él; le dices que has vencido el temor, ese pensamiento negativo que ha querido cancelar tu manera de vivir; que te das cuenta que Él quiere incrementarte, aumentarte, y que tu pasado y el miedo quedan atrás y que Dios tiene algo grande para ti.

En este tiempo, atrévete a honrar a Dios con los diezmos.  Ve a tu iglesia local, y preséntate delante de Él con esa décima parte.

Fuente:
Pastor Otoniel Font | PR

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