Articulos

Honra que Da Vida. El Mandato de Amar a Mamá con Hechos Eternos

El mandamiento no dice “felicita a tu madre una vez al año”, sino: honra. Y la honra no se expresa con palabras vacías ni gestos de temporada. Se demuestra con una vida que refleja gratitud, obediencia, respeto, y reconocimiento del sacrificio que una madre ha hecho.

El mundo promueve celebraciones puntuales. Pero el Reino de Dios nos llama a una celebración continua. Vivir de tal forma que nuestras madres vean en nosotros el fruto de su entrega. “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.” – Éxodo 20-12

Muchos hijos creen que un regalo costoso suple la falta de respeto diario. Pero no hay mayor ofensa para una madre que recibir flores con una vida deshonesta. En cambio, no hay mayor alegría que ver a sus hijos caminar con rectitud.

Una madre que ora no espera aplausos, pero cuando sus hijos la honran, Dios mismo la recompensa.
Hoy es un buen día para reflexionar.

¿Estoy honrando a mi madre con mi vida? ¿Estoy viviendo de manera que su corazón tenga paz y gozo al ver mis pasos.

Señor, gracias por el regalo sagrado de una madre. Ayúdame a honrarle con mi vida, no solo con palabras. Que mi testimonio sea su alegría. Que cada paso que dé refleje su enseñanza, su sacrificio y tu amor manifestado a través de, Señor, gracias por el regalo sagrado de una madre. Ayúdame a honrarle con mi vida, no solo con palabras. Que mi testimonio sea su alegría. Que cada paso que dé refleje su enseñanza, su sacrificio y tu amor manifestado a través de ella. Misericordia y Paz.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Botón volver arriba