HEBREOS 5:12-14 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. 13 Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; 14 pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal
Por medio de la palabra de Dios cómo podemos enfrentar los desafíos que encontramos en nuestra vida cristiana, y hoy reflexionaremos sobre uno de los desafíos más importantes para todo cristiano: ALCANZAR LA MADUREZ ESPIRITUAL.
La palabra de Dios nos muestra que la vida cristiana es UN PROCESO en el cual todos tenemos que ir avanzando hasta convertirnos en cristianos maduros espiritualmente.
En el texto que hemos leído para comenzar encontramos algunas características de los cristianos RECIÉN CONVERTIDOS, es decir, de aquellos que apenas van comenzando en su caminar en la vida cristiana:
TIENEN NECESIDAD DE LECHE Y NO DE ALIMENTO SÓLIDO, es decir aún no son capaces de comprender o asimilar verdades espirituales más profundas (Vs 12) Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.
SON INEXPERTOS EN LA PALABRA DE DIOS, no conocen nada o tienen muy poco conocimiento de la Biblia (Vs 13 a) Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, SON NIÑOS EN CRISTO Son cristianos que tienen FE pero no tienen CONOCIMIENTO de las doctrinas cristianas, no tienen una base Bíblica sólida (Vs 13 b) Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, PORQUE ES NIÑO;
Al reflexionar sobre esas características podemos darnos cuenta de la importancia de MADURAR ESPIRITUALMENTE y no quedarnos estancados en el proceso de la vida cristiana, pues así como en nuestra vida natural NO PODEMOS SER NIÑOS POR SIEMPRE tampoco en la vida cristiana podemos conformarnos con ser siempre niños espiritualmente hablando, pues en las iglesias encontramos muchos cristianos que por el tiempo que tienen de ser cristianos, por el tiempo que tienen de congregarse YA DEBERÍAN DE SER NO SOLAMENTE CRISTIANOS MADUROS SINO MAESTROS EN LA DOCTRINA DE LA PALABRA DE DIOS (Vs 12 a) Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios…
¿CÓMO PODEMOS RECONOCER LA MADUREZ ESPIRITUAL EN LA VIDA CRISTIANA? ¿QUÉ CARACTERÍSTICAS TIENE UN CRISTIANO ESPIRITUALMENTE MADURO?
I) TIENEN LA CAPACIDAD DE DISCERNIR ENTRE EL BIEN Y EL MAL SIN NECESIDAD DE PROHIBICIONES ECLESIÁSTICAS
(HEBREOS 5:14) pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
La madurez espiritual nos permite desarrollar el discernimiento espiritual, es decir, el poder distinguir o reconocer aquellas cosas que son correctas o incorrectas conforme a la voluntad de Dios y los valores del Reino de Dios, a pesar de que estas puedan ser socialmente aceptadas o lícitas (1 Corintios 10:23) Haced todo para la gloria de Dios
Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
Es decir que un cristiano maduro espiritualmente no vive según prohibiciones sino que hace uso de la libertad para decidir correctamente conforme a la guía del Espíritu Santo (Gálatas 5:13) Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
II) ACEPTA LA CORRECCIÓN COMO UNA OPORTUNIDAD PARA CRECER Y MEJORAR
(Proverbios 9:8) No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca; Corrige al sabio, y te amará.
Verdaderamente una de las formas en las cuales podemos reconocer la madurez espiritual de nuestra vida, es la manera como recibimos la corrección que se nos hace.
La corrección es molesta cuando nuestro corazón está lleno de soberbia, pero la madurez espiritual se manifiesta por aceptar con humildad nuestras debilidades y errores. y reconocer que la corrección es provechosa para nuestra vida, que es una oportunidad para hacer mejor las cosas para agradar a Dios (Proverbios 17:10) La reprensión aprovecha al entendido, Más que cien azotes al necio.
Un crisiano maduro no se aleja de la iglesia o abandona su ministerio cuando es reprendido, sino que reconoce que la reprensión y la corrección también son muestras del amor de Dios hacia nuestra vida (Proverbios 3:11-12) No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; 12 Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere.
III) COMPRENDEN QUE SU CRECIMIENTO ESPIRITUAL Y SU COMUNIÓN CON DIOS, SON RESPONSABILIDADES PERSONALES QUE REQUIEREN FIRMEZA PARA PERSEVERAR AÚN EN TIEMPOS DE DIFICULTAD
(2 Timoteo 3:12-15) Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13 mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
Podemos ver que el apóstol Pablo le dice a Timoteo: Vendrán persecuciones, PERO PERSISTE TÚ en lo que has aprendido, esto nos enseña que madurar espiritualmente es comprender que la responsabilidad de la iglesia es ENSEÑARNOS A CONFIAR, AYUDARNOS A CRECER EN FE por medio del conocimiento de la palabra de Dios, pero la responsabilidad personal de cada cristiano es BUSCAR AL SEÑOR, PERSISTIR EN SUS CAMINOS sin depender de los demás.
Tenemos que comprender que los cristianos recién convertidos necesitan ser cuidados como niños (1 Tesalonicenses 2:7-8) ni buscamos la gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podamos seros carga como apóstoles de Cristo. 7 Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos. 8 Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos.
Pero un cristiano maduro tiene convicción, no necesita ser cargado por otros para avanzar, sino que está dispuesto llevar las cargas de otros y apoyar a los demás, ya no pregunta qué pueden hacer por él , sino que pregunta qué puede hacer él por otros (Gálatas 6:2) Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
IV) Entonces , ¿QUÉ NECESITAMOS PARA MADURAR ESPIRITUALMENTE?
Necesitamos desarrollar en nuestra vida lo que se le llama DISCIPLINAS ESPIRITUALES que nos ayudan a crecer espiritualmente y conocer más de nuestro Dios.
¿Cuáles son esas disciplinas espirituales que tenemos que desarrollar en nuestra vida cristiana?
La oración constante (Efesios 6:18) orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
La lectura y estudio constante de la palabra de Dios (Juan 5:39) Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
Congregarnos con constancia (Hebreos 10:25) no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Desarrollar el amor fraternal con los hermanos (Romanos 12:10) Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, refiriéndonos los unos a los otros.
CONCLUSIÓN: Para alcanzar la madurez espiritual, los cristianos deben desarrollar un discernimiento profundo, aceptar la corrección con humildad, asumir la responsabilidad personal de su crecimiento espiritual y mantener disciplinas espirituales como la oración, el estudio de la Biblia, congregarse y fomentar el amor fraternal. Estas prácticas y actitudes son esenciales para crecer en la fe y superar los desafíos de la vida cristiana.