Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Yo sabía que siempre me escuchas. Juan 11:41-42
Doy gracias por todas las bendiciones —las recibidas y las por recibir.
La gratitud es una herramienta espiritual poderosa. Cuando desarrollo una actitud de gratitud, procedo como si ya tuviera la respuesta que deseo, aun cuando los resultados no son visibles. Doy gracias por una mente y un cuerpo saludables y tomo parte en actividades que apoyen esta idea. Siento gratitud por relaciones personales amorosas y actúo instintivamente de maneras que promuevan la comunicación positiva. Doy gracias por la abundancia, sabiendo que de manera divina y continua recibo provisión.
Tomo tiempo cada día para reflexionar en las cosas buenas que he experimentado. Sabiendo que la gratitud produce gratitud, doy gracias por las bendiciones grandes y pequeñas, y soy inspirado a mirar todo con mayor aprecio.