Grace Hopper fue una científica y militar estadounidense. La primera programadora que utilizó el Mark I, el primer ordenador electromecánico. Desarrolló el primer compilador para un lenguaje de programación, que fue fundamental para el desarrollo de Cobol, un lenguaje que aún se utiliza. Su nombre ha servido para bautizar al nuevo cable submarino que Alphabet, empresa matriz de Google, va a construir entre Estados Unidos, Reino Unido y España. El primero que llega a nuestro país.
El proyecto, que conectará con EE.UU. y Reino Unido, estará listo en 2022. Permitirá proporcionar un mayor soporte a la red de productos empresariales y de consumo de la tecnológica estadounidense. Traducido: mejorar las conexiones de red. Este supercable se sumará a otros otros «tentáculos» submarinos privados, Curie, Dunant y Equiano, que se han desplegado en los últimos años para conectar continentes remotos por el fondo del océano. Promete aumentar la capacidad de los servicios en la «nube», así como mejorar las conexiones de servicios como Meet (videollamadas) o Gmail (correo electrónico).
Una vez funcionando, será «uno de los primeros cables nuevos» en conectar EE.UU. y Reino Unido desde 2003. La empresa tecnológica no ha desvelado la cuantía de la inversión. Con ello, la empresa vaticina que se acelerará la transformación digital de las empresas españolas. De momento, no ha informado cuándo entrará en funcionamiento esta nueva región «cloud».
«Los cables submarinos privados nos permiten planificar de forma efectiva las necesidades de capacidad futuras de nuestros clientes y usuarios en todo el mundo, así como agregar una capa de seguridad que va más allá de lo que está disponible en la red pública de internet», explica en un comunicado Bikash Koley, vicepresidente de Google Global Network, quien recalca la necesidad de realizar este tipo de obras dado que, según sus estimaciones, el 98% del tráfico internacional de Internet circula a través de cables submarinos que apuestan por la fibra óptica.
El desembarque en España integrará de «manera más estrecha» la próxima región de Google Cloud en Madrid en la infraestructura de la empresa. Unirá Shirley (Nueva York), Bude (Reino Unido) y Bilbao. Estará equipado con 16 pares de fibras (32 fibras), lo que supone una «actualización significativa» de la infraestructura de internet que conecta actualmente Estados Unidos y Europa. El contrato para construir este supercable se firmó hace unos meses con el proveedor de cable submarino SubCom, con sede en Eatontown (New Jersey-EE.UU.).
El primer cable transoceánico, que se utilizó para comunicaciones vía telegrama se instaló en el año 1906. La mayoría de los cables funcionan dentro de los países y entre continentes pero hay algunos que cruzan océanos como el Atlántico. El cable SEA-ME-WE 3, que conecta Europa con Australia y Asia, es el más largo del mundo, con una extensión de 39.000 kilómetros y 39 puntos de conexión terrestre. Facebook y Microsoft trabajaron de manera conjunta en el desarrollo de un cable submarino llamado Marea que entró en funcionamiento en 2017. Fue el primer cable en conectar Estados Unidos con el sur de Europa, en concreto las ciudades de Virginia (EE.UU.) y Bilbao (España).