ROMANOS 14:1-4 Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. 2 Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. 3 El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. 4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.
Este día continuamos con el estudio de la carta a los romanos y hoy vamos a reflexionar sobre las enseñanzas muy importantes que encontramos en el CAPÍTULO CATORCE de esta carta.
En este capítulo encontramos enseñanzas muy importantes para la iglesia de hoy, enseñanzas para vivir en la libertad que tenemos en Cristo pero respetando las opiniones de los demás para fomentar la unidad y la armonia dentro de la iglesia, no solamente dentro de la iglesia local sino también con nuestros hermanos que forman parte las otras denominaciones cristianas que conformamos el cuerpo de Cristo.
VEAMOS CUALES SON LAS ENSEÑANZAS MÁS IMPORTANTES QUE ENCONTRAMOS EN ESTE CAPÍTULO
I) LA LIBERTAD EN CRISTO Y LOS DÉBILES EN LA FE
(ROMANOS 14:1-4) Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. 2 Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. 3 El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. 4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.
En este texto encontramos una enseñanza muy importante para la iglesia cristiana: NO ESTAMOS LLAMADOS PARA CONTENDER PARA OPINIONES sino para PREDICAR EL EVANGELIO Y GANAR ALMAS PARA CRISTO.
En los evangelios podemos encontrar que uno de los anhelos del Señor para su iglesia es que podamos convivir en UNIDAD como un solo cuerpo (Juan 17:20-22) Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Pero lastimosamente la iglesia se divide por opiniones, sobre el tipo de ropa que hay que usar, por el velo para las hermanas, por el estilo de alabanza, etc es por eso que el teólogo y filósofo cristiano Agustín de Hipona expresó “EN LO ESENCIAL UNIDAD, EN LO SECUNDARIO LIBERTAD”.
Es por eso que el apóstol Pablo nos dice que debemos recibir, es decir, no rechazar, a los débiles en la fe, pero no para tener conflicto sobre opiniones. ¿QUIENES SON LOS DÉBILES EN LA FE EN EL CONTEXTO DE ESTOS VERSÍCULOS?
En estos textos el apóstol Pablo utiliza el término “débiles en la fe” para describir a aquellos creyentes que tienen una conciencia más sensible o con menos seguridad en ciertos ASPECTOS SECUNDARIOS DE LA VIDA CRISTIANA, especialmente aquellos que tienen que ver con tradicionalismos o legalismos eclesiásticos que no afectan a la salvación.
A estos creyentes se les llama «débiles» en la fe NO PORQUE SEAN MENOS ESPIRITUALES, sino porque no han comprendido plenamente su libertad en Cristo y por eso aún necesitan depender del cumplimiento ciertas reglas o prácticas para sentirse en paz con Dios. Estos creyentes TIENEN CONVICCIONES FIRMES EN TEMAS SECUNDARIOS como por ejemplo:
No participación en ciertos estilos de vida: Son crisitainos que no participan en celebraciones de cumpleaños, celebración de la época de navidad, ni escuchan música que consideran que no tiene un trasfondo cristiano.
Prefieren Estilos de Adoración Tradicionales: Son cristianos que se sienten más cómodos con formas de adoración o de liturgia tradicionales y consideran que las formas de alabanza y adoración más contemporáneas no son adecuadas para la adoración.
Prefieren iglesias legalistas con normas estrictas: Son cristianos que consideran necesarias que en la iglesia haya más restricciones en cuanto a la vestimenta, peinados, maquillaje, y otras restricciones o prohibiciones para poder vivir “en santidad”
Lastimosamente muchas veces estos cristianos que son firmes y legalistas y enfocan su vida cristiana en temas secundarios, y no en el conocimiento y estudio de la palabra, pueden caer en el error que nuestro Señor Jesucristo señaló en los escribas y fariseos de aquella época (Mateo 23:24-25) ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! 25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.
Respondamos entonces ahora a otra pregunta muy importante: ¿QUÉ ES LA LIBERTAD EN CRISTO? Consiste en vivir sin la carga de normas externas que no tienen nada que ver con la salvación, sabiendo que nuestra relación con Dios está basada en la gracia y no en cumplir reglas o legalismos humanos. Es alguien que comprende perfectamente lo que la palabra de Dios declara en el Nuevo Testamento (1 Corintios 10:23) Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
II) DEBEMOS USAR NUESTRA LIBERTAD PARA LA GLORIA DE DIOS
(ROMANOS 14:5-9) Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. 6 El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. 8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. 9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.
CONTEXTO HISTORICO: En estos versiculos el apostol Pablo escribe a la iglesia en Roma, la cual estaba COMPUESTA TANTO POR JUDÍOS COMO POR GENTILES CONVERTIDOS AL CRISTIANISMO. En este contexto, las diferencias culturales y religiosas influyeron en la manera en que cada grupo vivía su fe. Los judíos cristianos, por ejemplo, tenían costumbres como observar ciertos días de fiesta,especialmente del calendario judío, y seguir leyes alimenticias específicas, que ellos tradicionalmente consideraban importantes para honrar a Dios. Por otro lado, los gentiles cristianos no compartían estas prácticas y tenían una mayor libertad en temas como la alimentación y la observancia de días, lo cual generaba diferencias en la comunidad.
Es por eso que Pablo llama a los creyentes a aceptar y respetar las convicciones personales de cada uno en estos asuntos secundarios, enseñándoles que lo importante es vivir para el Señor.
APLIQUEMOS ESTO CON RESPECTO A LA CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD EN LA ÉPOCA ACTUAL:
Lastimosamente en esta época de navidad la iglesia de Cristo se divide entre opiniones y posturas sobre si se debe o no se debe celebrar la navidad, y nos convertimos en jueces de la vida de nuestros hermanos en Cristo,
Los que no celebran la navidad juzgan y critican a los que la celebran e igualmente los que si celebran la navidad juzgan y critican a los que no la quieren celebrar, pero esto NO DEBE SER ASÍ.
Tenemos que reflexionar en lo que nos dice la palabra de Dios en los textos que hemos leído: hay hermanos dentro de la iglesia de Cristo que hace diferencia entre los días, y otros no hacen diferencia, es decir no celebran como especial ningún día del año, y no celebran la navidad. ¿Cuál debe ser nuestra actitud? Cada uno debe estar convencido en su propia mente, y SI VAMOS A CELEBRAR LA NAVIDAD TENEMOS QUE HACERLO PARA EL SEÑOR, PERO SIN JUZGAR AL HERMANO, y si no celebramos la navidad hagámoslo para el Señor, pero sin juzgar ni criticar a nuestro hermano que si lo hace.
III) NO PODEMOS IMPONER NUESTRAS PREFERENCIAS PERSONALES COMO REGLA GENERAL PARA TODOS LOS CRISTIANOS
(ROMANOS 14:14-18) Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. 15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor. No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. 16 No sea, pues, vituperado vuestro bien; 17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres.
Tenemos que comprender una verdad muy importante: LA LIBERTAD EN CRISTO SE VIVE A NIVEL PERSONAL BASADA POR LA CONCIENCIA PROPIA DE CADA PERSONA es por eso que no debemos tratar de imponer nuestras preferencias personales sobre las decisiones de los demas hermanos (1 Corintios 10:23-31) Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. 24 Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. 25 De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia; 26 porque del Señor es la tierra y su plenitud. 27 Si algún incrédulo os invita, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia. 28 Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. 29 La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro? 30 Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser censurado por aquello de que doy gracias? 31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
La palabra de Dios nos declara que la base de la convivencia entre los hermanos en la iglesia debe ser el amor y el respeto, (1 Pedro 1:22) Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; es por eso que amar a los hermanos significa poner su bienestar espiritual por encima de nuestras preferencias personales, evitando aquellas cosas que los puedan ofender.
El amor fraternal nos llama a no imponer nuestros derechos si eso causa conflicto o afecta negativamente a otros. Este principio se puede aplicar en múltiples áreas, mostrando que el amor hacia los demás es superior a nuestras preferencias.