“Los hijos son un regalo del Señor; los frutos del vientre son nuestra recompensa. Los hijos que nos nacen en nuestra juventud son como flechas en manos de un guerrero. ¡Dichoso aquél que llena su aljaba con muchas de estas flechas! No tendrá de qué avergonzarse cuando se defienda ante sus enemigos.” Salmos 127:3-5 RVC.
La Palabra De Dios habla tan alto acerca de los hijos que se me estremece el corazón con tan solo colocarme en el lugar de hijo o de pensar que tan afortunado soy de que Dios me ha bendecido poniendo en mi territorio Su Herencia.
Y es que el Señor ha establecido principios para los hijos , he aquí un ejemplo: “Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” Efesios 6:2-3 RVR1960. Instrucciones que forman , educan , edifican y enseñan.
Aún así ; la propuesta De Dios encuentra rebeldía , oposición , hijos renuentes , dificultosos, inmanejables , indóciles , carentes de humildad , a veces con intenciones fuera de todo razonamiento , y de ejemplo tenemos a Absalón el hijo de David quien encabezó una sublevación para quitar a su Padre del reinado no importando el precio a pagar.
En la historia bíblica vemos una experiencia acerca de los tiempos que narra el Evangelista Lucas , diciendo: “Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.” S. Lucas 12:53 RVR1960.
Vivencias que encajan perfectamente dentro de los acontecimientos del presente que demandan más atención hacia el entorno familiar constantemente golpeado por la realidad que ocupa este comentario.
La siguiente versión es todavía más contundente en la explicación , “El padre y el hijo se pelearán, la madre y la hija harán lo mismo, y la suegra y la nuera serán enemigas.»”
Lucas 12:53 TLA.
Una de las encomiendas que debería cumplir Juan el bautista al nacer era algo relacionado con el tema que estamos tratando en este Tabernáculo acerca de la rebeldía de los hijos en la familia , “Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada. Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le tocó en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Señor. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. Y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso. Y se turbó Zacarías al verle, y le sobrecogió temor. Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.” S. Lucas 1:5-17 RVR1960.
Este tratado es muy amplio y diverso , pero una cosa Dios quiere y demanda de los hijos: Honrar a su papá y a su mamá”.
También fue su pedido a los antiguos “Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.” Malaquías 4:6 RVR1960.
Maranatha
