Entonces, el que estaba sentado en el trono dijo: «Yo estoy haciendo todo nuevo». También dijo: «Escribe esto porque estas palabras son verdaderas y confiables». Después me dijo: «¡Ya está hecho! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. A todos los que tengan sed, les permitiré beber del manantial del agua que da vida. Todo eso voy a darle al que salga victorioso; yo seré su Dios y él será mi hijo. Apocalipsis 21: 5-7
“Es tiempo de prepararse para el cierre y el final del año y de la temporada. Sé que han estado parados al borde de un nuevo día, pero tienen miedo de dejar ir la temporada pasada. Sé que han estado temerosos de seguir adelante porque hay muchas cosas en el aire todavía. Sé que se han cansado tratando de mantener juntas las piezas y el control de los daños. Son sus cabos sueltos de los que deben ocuparse y es tiempo de dejarlos ir y confiárselos a Él. Como las llaves de un auto que corrió su carrera, es tiempo de entregarlas. Es tiempo de darle a su corazón el espacio para procesar, sanar, desfragmentar y ordenar. Es tiempo de dejar algunas cosas donde están y entregar sus preguntas a los pies de Jesús”.
“Este es el tiempo de entregar a Dios sus dudas, sus miedos, traumas y heridas de la temporada. Este es el tiempo de dejar que el Padre los ministre, los afirme y les hable la verdad en el centro de su ser. Es tiempo de dejar ir a esas personas, ciudades y proyectos caducados e inconclusos. Es tiempo de desatarse de algunas expectativas que no se cumplieron. Es tiempo de cerrar la puerta al fracaso y a las mentiras que dicen que no anduvieron bien en esta temporada”.
“Es tiempo de reconciliarse internamente y revivir. Es tiempo de dar la vuelta al pasado y mirar hacia el futuro. Es tiempo de recordar en toda su ardua y exhaustiva labor que Dios es el autor y el consumador y sólo porque ahora mismo no parece terminado, en los años venideros verán el panorama completo. Es imperativo ahora mismo dejar la supervivencia y entrar en el modo creativo. Es tan crucial ahora mismo que cambien de rumbo y dejen de preocuparse y pasen a maravillarse”.
“Este es el tiempo de romper cualquier acuerdo que hayan hecho con el pesimismo y el espíritu de la muerte sobre su destino. Es tiempo de cortar todos los lazos con todo lo que está tratando de mantenerlos en la esclavitud de la temporada pasada. Es tiempo de eliminar las etiquetas y las palabras que han coleccionado durante los últimos años y eliminarlas. Es tiempo de darse un espacio para soñar con el Señor de nuevo”.
“No tengan miedo de una pizarra nueva porque lo que viene con ella será fresco y nuevo. Veo que se está liberando un río reprimido de hazañas creativas que se han retrasado y esperan en este punto de cruce. Prepárense para pasar del estancamiento a la innovación desbordante. Porque ahora mismo el Espíritu Santo está soplando sobre sus huesos secos y muertos. El esta soplando vida sobre los lugares de su alma que han estado retorcidos y enfermos. La gente dirá «¿Pero no se enfrentó a esa tormenta mortal? ¿Cómo es que está de pie?» y ustedes sabrán que sólo pudo haber sido el poder de Dios el que en un momento los sacó del camino de la tumba, del luto continuo y los hizo volver a la vida”.
“Es tiempo de abrir la puerta a lo que el enemigo esperaba que no vieran. Es tiempo de despejar las distracciones de los juicios y el parloteo constante para ver el nuevo día y escuchar las palabras del Padre diciendo «¡BIEN HECHO!» Es tiempo de darse permiso para respirar y encontrar la aventura y la pasión desenfrenada con la que comenzaron y recuperarla. Es tiempo de ajustar sus oídos a lo que Dios está diciendo sobre ustedes, sin que las palabras críticas resuenen en sus oídos”.
“Es tiempo de ver la esperanza que no han podido ver durante tanto tiempo y liberar sus pies del cemento de la pesadez en el que han estado atascados. Es tiempo de desatar sus botas viejas de guerrero, ensangrentadas y desgastadas por la batalla, y ponerse sus nuevos zapatos para una nueva temporada. Es tiempo de ver más allá de la tormenta en la que han estado y caminar nuevamente a través de la puerta de la esperanza y las frescas promesas. Es un paso difícil, lo sé. Sé que es uno de fe, pero saben que no pueden quedarse donde han estado ni un minuto más”.
“He visto la decisión en la que estamos. ¿Nos quedamos o nos vamos? ¿Seguimos dando vueltas a esta montaña o ponemos nuestras cartas al pie de la cruz? Pero he visto lo que nos espera. He visto la hora de gloria que tiene la iglesia si nos mantenemos en movimiento y nos adaptamos a Su dirección. He visto la oportunidad que tenemos de ser parte de la próxima ola que será una respuesta para los problemas y el caos que el mundo está enfrentando. Esos son ustedes, pioneros. Esos son ustedes. Así que hoy, ríndanse al Señor de nuevo. Hagan negocios con Dios. Entréguenle sus problemas y tengan esa conversación difícil que tanto han evitado. Pongan todo a sus pies e inviten al Espíritu Santo a que les dé un cierre y les dé paso a un nuevo día. Un día miraremos atrás y todo habrá valido la pena”. (Nate Johnston)
Eclesiastés 3:1-8 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
Con amor y oraciones,