Hace unos días hablaba con una chica joven, llena de ilusión. Sus ojos brillaban mientras me describía cada detalle de su boda: el corte del vestido, las flores de la recepción, el destino exótico de la luna de miel. Parecía tener un presupuesto ilimitado en su imaginación y un guión perfecto para ese gran día.
Me contagié de su alegría por un momento, hasta que le hice la pregunta lógica: «¿Y cuándo es la boda? ¿Quién es el afortunado?».
Su respuesta me dejó helada: «Ah, todavía no tengo novio. Aún no lo conozco».
No está mal soñar. El deseo de casarse es un anhelo hermoso que Dios puso en el corazón de la mujer. Pero me dio tristeza ver cómo tantas mujeres están invirtiendo toda su energía en planear un evento de un día, pero no se están preparando para una vida juntos.
Aquí es donde debemos detenernos y ser honestas.
Muchas veces, tenemos el vestido listo en la mente, pero el corazón no está preparado para recibir a una persona real.
Creamos una «lista de requisitos» tan rígida que el futuro esposo deja de ser una persona y se convierte en un accesorio. Lo queremos para que encaje en la foto perfecta, para que llene el espacio vacío en la mesa de la recepción, para tachar el ítem de «casada» en nuestra lista de vida.
Pero, amiga, el matrimonio no es una fiesta de viernes por la noche donde tú eres el centro de atención.
Si ya tienes planeado cada segundo de tu futuro, cada rincón de tu casa y cada hábito de tu rutina sin haber conocido a la persona, tengo una pregunta difícil para ti: ¿Dónde cabe él?
¿Has dejado espacio para que otra persona tenga opinión? ¿O solo buscas un actor secundario que recite el guion que tú escribiste?
Cuando nos enfocamos tanto en el «evento» o en la «lista», seguimos pensando en singular. «MI boda», «MIS sueños», «MI vestido». Pero el matrimonio es la muerte del «Yo» para el nacimiento del «Nosotros». Es dejar de pensar en singular para empezar a pensar en plural.
Si buscas a alguien solo para no estar sola, cualquier acompañante servirá. Pero si buscas un compañero de destino, alguien con quien construir el Reino de Dios, la preparación es interna, no externa.
En Cita con tu Destino, profundizó en esta realidad: muchas novias han fracasado porque caminaron hacia el altar «necesitadas», buscando un salvador humano o un accesorio para su felicidad, en lugar de un compañero de pacto .
La Verdadera Preparación
La solución no es dejar de soñar, sino cambiar el enfoque del sueño.
En lugar de planear la fiesta, empieza a planear el carácter que se necesita para sostener una relación cuando la fiesta termine.
La verdadera preparación para tu destino no se trata de elegir el color de las servilletas, sino de preguntarte:
¿Tengo la paciencia para convivir con alguien diferente a mí?
¿Estoy dispuesta a ceder mi voluntad para construir un proyecto común?
¿He sanado mis heridas para no sangrar sobre mi futuro esposo?
En Cita con tu Destino, te invito a soltar la lista de requisitos superficiales y empezar a buscar las cualidades de carácter que realmente importan. Te enseño a preparar tu corazón para que, cuando llegue la persona que Dios tiene para ti, encuentre un lugar donde habitar, no un escenario donde actuar.
Dios no quiere darte una boda de película; Él quiere darte un matrimonio de propósito. Y eso requiere que dejes de buscar un «príncipe azul» que encaje en tu zapato de cristal, y empieces a orar por un hombre de Dios con quien puedas caminar la milla extra.
Oramos juntas
Padre Celestial, perdóname si he idolatrado la idea de la boda más que el propósito del matrimonio. Hoy rindo ante ti mis listas, mis exigencias y mis fantasías. No quiero un accesorio para mi vida; quiero un compañero para tu propósito. Prepara mi corazón para pasar del «yo» al «nosotros». Enséñame a hacer espacio en mi vida para una persona real, con virtudes y defectos. Que mi anhelo no sea ser el centro de atención por un día, sino servirte junto a alguien por toda una vida. En el nombre de Jesús, Amén.
Amada, si sientes que has estado enfocada en lo incorrecto, si te das cuenta de que has planeado la fiesta pero no el pacto, este es tu momento de recalibrar.
En Cita con tu Destino, te guío para que dejes de buscar un evento y empieces a construir una vida. Es el manual para preparar tu corazón para el encuentro divino que Dios está escribiendo.
Prepara tu corazón para la historia real. Encuentra el libro en citacontudestino.com.
Con amor y oraciones,
