“Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor”. Efesios 2.20-21
Estar bien coordinados es un requisito imprescindible para el crecimiento.
El fundamento correcto garantiza la permanencia, edificar sobre la roca.
Pero el crecimiento esta precedido de una buena coordinación.
La coordinación es poner a trabajar, de forma conjunta, distintos factores y/o personas para lograr un objetivo común, es cooperación en acción.
Es necesario planificar, ordenar y organizar, pero cuando todo esto, además, se hace de forma coordinada, se convierte en un proceso de crecimiento tremendo.
En lo personal: coordina tus actividades para volverte altamente efectivo.
En lo familiar: no te olvides de que los integrantes de la familia deben funcionar como un continente y no como un archipiélago.
En lo profesional: coordina tu trabajo y también a los que trabajan con vos.
En lo ministerial: es imprescindible que la iglesia funcione de forma bien coordinada.
La coordinación es fundamental para que el edificio de tu vida, de tu familia y de tu profesión crezca hasta llegar a hacer lo que Dios soñó para vos.
Gran parte del cansancio y de la frustración tiene su origen en la falta de coordinación.
Dice la Palabra que, si queréis crecer, debes estar bien coordinado. Revisa este factor en cada área de tu vida y si estás carente de él, desarróllalo sin demora.
Yo bendigo tu vida para que en este tiempo puedas estar bien coordinado en todo lo que hagas y puedas crecer con la bendición de Dios en todo lo que emprendas.