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Están naciendo las promesas

Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios. Isaías 66:9

Dios utiliza las situaciones duras que enfrentamos hoy para hacer crecer algo nuevo en nosotros mañana. De hecho, Isaías escribió que Dios «NO IMPEDIRA» que algo bueno salga de nuestro dolor. Isaías utilizó la palabra hebrea «yalad» (ילד pronunciada «yah-lad») aquí, que significa «NACIMIENTO» para subrayar cómo Dios utiliza los tiempos difíciles para hacer nacer cosas nuevas en nosotros. Pero aunque Dios no impide que algo bueno surja de nuestro dolor, creo que nosotros sí lo hacemos muchas veces. Cuando tratamos de evitar cualquier dolor en nuestra vida, nos arriesgamos a anular el plan que Dios tiene para nuestro futuro. Nuestro dolor tiene un propósito: ayudarnos a conducirnos a un nuevo lugar de fe más fuerte. Con esto en mente oro porque esta palabra del Señor los fortalezca.

SUS PROMESAS NO SE RETRASARÁN MAS

Hay una separación del pasado y lo que nos es familiar con un desconocimiento de lo que vendrá. Muchos están pasando por una transformación de la noche a la mañana y aunque puede ser doloroso el soltar, el arrancar de raíz, y la sensación de ansiedad que parece persistir, el Señor está haciendo espacio para el cumplimiento de las promesas que Él nos ha dado, y que ahora están naciendo.

Pueden estar tranquilos sabiendo que el Señor está solidificando lo que está haciendo en nosotros y lo que está a punto de traer a nuestra vida. El nacimiento que está ocurriendo está trayendo la entrega de las promesas. Un nuevo camino está siendo tallado a través del nacimiento que ahora nos está llevando al tiempo perfecto de la manifestación de nuestra promesa de un Isaac.

Génesis 18:10 Entonces uno de ellos dijo: —Yo volveré a verte dentro de un año, ¡y tu esposa, Sara, tendrá un hijo!

Génesis 21:1-3 El Señor cumplió su palabra e hizo con Sara exactamente lo que había prometido. Ella quedó embarazada y dio a luz un hijo a Abraham en su vejez. Esto ocurrió justo en el tiempo que Dios dijo que pasaría. Y Abraham le puso por nombre a su hijo, Isaac.

El Señor está trayendo la promesa a la vista, dentro de nuestra visión y vista periférica. Hemos sentido como si la promesa no estuviera a nuestro alcance y pareciera más lejana desde hace mucho tiempo, pero es lo contrario. Ha estado a nuestro alcance todo el tiempo y ahora la sustancia de esta se está haciendo fácilmente tangible en nuestra vida, ya está sobre nosotros.

Hace unos días, el Señor me dio este verso de Isaías 66:9 y sentí la rapidez con la que se acercaba. Él nos está posicionando en este momento para recibir la promesa. Su tiempo está sobre nosotros y la claridad de esta está llegando con precisión y sin un segundo de retraso. La llegada será justo a tiempo. Porque nuestra temporada de dolor y pérdidas ha llegado a su fin, y nuestra temporada de alegría y recompensa está aquí.

Isaías 40:10 Sí, el Señor Soberano viene con poder y reinará con brazo poderoso. Miren, él trae consigo su recompensa.

Hay un desbordamiento de Su bondad viniendo a nuestra vida en formas tan extraordinarias de restauración que lo que fue pérdida en la temporada anterior será superado en número y peso por la notable bondad y cumplimiento de Su palabra en nuestra vida. Estamos en el último empujón y con este último empujón, nacerá y emergerá seguida del cumplimiento de Su palabra. Este el momento de estar preparados porque la promesa está muy cerca. (Loriley Cooley)

Isaías 41:10 Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.

Con amor y oraciones,

Fuente:
Magie de Cano

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