Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios. Isaías 66:9
Recientemente compartí una palabra en redes sociales llamada: “Estás entrando en una temporada de nacimientos”. Siento fuertemente que esta palabra es muy relevante en este momento, así que la comparto con ustedes.
En 1 Reyes 18 41-46, Elías profetiza que escucha el sonido de una fuerte lluvia a pesar de que había habido una sequía por más de tres años. Como Elías, a menudo vemos, oímos o sentimos cosas en nuestro espíritu antes de que se materialicen en nuestras vidas. Después de declarar proféticamente que la lluvia iba a llegar, Elías puso su cabeza entre sus rodillas y oró fervientemente. Esta era la POSICIÓN DE PARTO de las mujeres embarazadas en ese tiempo. En otras palabras, él es un hombre en trabajo de parto, ya que su oración e intercesión DARAN A LUZ al milagro dentro de él. Elías sabía que un bebé no nace solo, sino que se necesita una madre. También sabía que había sido llamado por Dios para ser la madre de la lluvia que Dios iba a enviar. Así que procedió a dar a luz en oración, y se negó a dejar que la voluntad de Dios no se cumpliera.
1 Reyes 18:42-43 Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.
¿QUE ESTAN ESPERANDO?
No dejen escapar la semilla que Dios ha puesto en su espíritu. Incluso si hay poca evidencia o pocas señales de que algo está sucediendo. No se detengan. No se rindan, aunque sea doloroso o estén cansados de esperar. El tiempo es demasiado corto y hay demasiado en juego. No dejen que el enemigo, su carne o cualquier oposición impidan que los planes divinos de Dios nazcan en su vida. La palabra para las madres cuando están en trabajo de parto es «EMPUJA». Permitan que esas palabras resuenen en su espíritu hoy.
Juan 16:21 Cuando la mujer está para dar a luz, tiene aflicción, porque ha llegado su hora; pero cuando da a luz al niño, ya no se acuerda de la angustia, por la alegría de que un niño haya nacido en el mundo.
ESTÁN ENTRANDO EN UNA TEMPORADA DE NACIMIENTOS
Durante algún tiempo, han estado «ESPERANDO». Están embarazados con una visión, un sueño o una palabra profética en su espíritu. La semilla de la palabra y las promesas de Dios han estado incubándose, gestándose y creciendo dentro de ustedes. Las sienten y las perciben dentro de ustedes, pero parece que no hay ninguna señal o visión de ella a su alrededor. Para muchos, este tiempo de llevar lo que Dios ha puesto en ustedes ha sido uno de los momentos más difíciles y complicados de sus vidas. A medida que han alimentado esta semilla, han estado luchando. Han sido estirados y probados.
El dolor de la decepción y el retraso se convirtió en dolor del parto. Este es el momento para ponerse en posición de recibir. ¡Presionen a través del espíritu! Trabajen en oración, empujen, giman y clamen. No se rindan por el dolor. No pierdan la esperanza. Incluso si no pueden ver nada todavía, necesitan saber que su oración profética tocó el cielo. Sus gemidos llegaron hasta la Sala del Trono. ¡Sigan empujando! Prepárense para dar a luz la promesa que han cultivado, protegido y orado para que nazca.
¡EMPUJEN!
Contra cualquier duda y temor ¡EMPUJEN!, Contra cualquier cansancio y dolor ¡EMPUJEN!, Contra las frustraciones y los retrasos ¡EMPUJEN! Contra las decepciones y las lágrimas ¡EMPUJEN! Contra cualquier oposición y crítica ¡EMPUJEN!, La puerta a la voluntad de Dios a menudo está marcada con estas palabras «EMPUJE». ESTA ÚLTIMA TEMPORADA DE SU VIDA NO FUE EN VANO. Esperen y vean lo que Él está a punto de hacer nacer. Hará que todo valga la pena. ¡ESTÁN ENTRANDO EN UNA TEMPORADA DE PARTO! (Craig Cooney)
Isaías 42: 14-16 Por mucho tiempo he guardado silencio, he estado callado y me he contenido. Pero ahora voy a gritar como parturienta, voy a resollar y jadear al mismo tiempo. Devastaré montañas y cerros, y secaré toda su vegetación; convertiré los ríos en tierra seca, y secaré los estanques; conduciré a los ciegos por caminos desconocidos, los guiaré por senderos inexplorados; ante ellos convertiré en luz las tinieblas, y allanaré los lugares escabrosos. Esto haré, y no los abandonaré.
OREMOS: Amado Jesús, te pido en este momento que me des la fuerza que necesito para soltar toda estructura, disciplina, estrategia, reputación, éxito o fracaso anterior al que me he aferrado. Dame la gracia de llegar a un lugar de entrega absoluta de lo viejo en mi vida. Ayúdame a poner todo en Tu altar y te pido que venga Tu fuego. Rindo todo lo que he conocido y pongo mi vida a Tus pies, invito al Espíritu Santo a venir y llenar cada célula de mi cuerpo con Su poder. Dame la valentía que necesito para dar la bienvenida a lo nuevo que tienes para mí en esta temporada, sin importar cómo se vea o se sienta. Quiero más de Ti, Jesús, sin importar el costo. Haz que mi corazón explote de amor por Ti y por tu pueblo como nunca antes. Ayúdame a reconocer mi necesidad de Ti, hoy. Crea en mí un nuevo corazón para esta nueva temporada. Dame un nuevo odre para el vino nuevo que estás derramando. Dame una mente nueva para conocerte más. Llena mi vida con nuevas esperanzas, sueños, visiones y una nueva realidad de tu increíble amor. Dame una nueva capacidad para conectarme más profundamente Contigo que nunca antes. Señor, dame la fuerza para empujar y hacer nacer lo nuevo en mí y a través de mí para un tiempo como éste. Sí y amén y que así sea para la gloria del Rey Jesús.
Con amor y oraciones,