«Dios podría matarme, pero es mi única esperanza; voy a presentar mi caso ante él.» Job 13:15 (NTV)
A pesar de la larga y dolorosa prueba que estaba viviendo Job y aunque reconocía que Dios era el autor de ella, nunca dudó del amor de Dios. Esto le daba esperanza en medio de ella. Él no entendía los motivos de su prueba, pero había conocido la bondad divina.
Independiente de cuál sea nuestra situación hoy, de las pruebas que estemos experimentando, ¡Cristo es nuestra esperanza! Bien afirmó Pablo que nada nos puede separar del amor de Dios en Cristo. No caigamos en el engaño de reclamar a Dios, demos gracias y busquemos Su presencia para poder ser fortalecidos y resistir hasta lograr pasarla. No permitamos que las pruebas endurezcan nuestro corazón, dejemos que ellas lo ablanden para que nuestro Padre Celestial moldee la imagen de Su Hijo en él… ¡Si lo hacemos seremos más que vencedores! Que a pesar de las circunstancias pidamos decir como el salmista: «Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre» Salmo73:26 (RV60).
Oración
Señor, reconozco que eres bueno y misericordioso, que eres mi esperanza en medio de cualquier adversidad, eres mi refugio y confiar en Ti es lo que me puede sostener en los momentos difíciles. ¿A quién iré? ¡Solo Tú tienes Palabras de vida y de amor! Gracias Señor porque son ellas las que me ayudan a permanecer y vencer… Te adoro. ¡Amén!