A veces, pensamos que es el esfuerzo o el sobreesfuerzo lo que nos va a ayudar a producir grandes resultados en nuestra vida. Está comprobado que el descanso es necesario para el progreso de cada uno de nosotros en todas las áreas. Cuando decides hacer ejercicios, por ejemplo, cuidar tu cuerpo y cambiar tu dieta, a veces piensas que mientras más ejercicios hagas, mientras más te canses en el gimnasio y hagas pesas y corras, si lo haces todos los días, pues más rápido podrás perder peso y acondicionar tu salud; pero la realidad es que todos los expertos han concluido que no es tan solo el ejercicio lo que provocará que haya salud en tu vida, sino el descanso luego de hacer ejercicio. Es más, la única manera de lograr que tus músculos crezcan y puedas ponerte en mejor condición física, es a través del descanso. Es en ese proceso donde tus músculos se renuevan, crecen, y te puedes preparar para cuando regreses a la actividad física, lo hagas con la fuerza necesaria para sacar el mayor rendimiento de ese momento.
Así nos pasa en la vida en general. Como empresario, amas el trabajo, y seguramente has tenido que trabajar por largos periodos de tiempo, por horas, por días, semanas, y has visto ciertos resultados, y te has acostumbrado a pensar que si no trabajas de más, constantemente haciendo algo, simplemente no prosperarás. Pero hoy te hablamos acerca de la importancia del descanso, sobre todo, acerca del día de reposo.
No pienses que reposo es lo mismo que descanso y que entretenimiento. Hay gente que se entretiene, pero realmente no descansan, y hay gente que descansa, pero no reposan. Así que es vital entender este principio del reposo para tu desarrollo empresarial y que puedas prosperar a la manera de Dios.
Uno de los diez mandamientos, de las reglas por excelencia que Dios le dio al hombre en un momento importante, fue el mandamiento de reposar.
“8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.” Éxodo 20:8
Nos toca santificar ese día; en otras palabras, separarlo para Dios. Santificar es hacer algo divino, algo especial.
“9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo[b] para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.” Éxodo 20:9-11
Hay debates en cuanto a si el día de reposo es sábado o domingo, pero no vamos a entrar en eso. Veamos el día de reposo como un principio espiritual, veamos qué debe ocurrir en ese momento, y como emprendedor y empresario, es vital que lo entiendas. Si lees los diez mandamientos, te das cuenta que este mandamiento es el de más larga explicación. Los otros son bastante cortos, pero en este se nos dice que descansemos, que guardemos el día de reposo, que lo santifiquemos; se nos dice por qué hay que santificarlo, y se nos explica que fue Jehová quien lo santificó primero, y se nos dice que tenemos que hacer que otros descansen. Tienes que hacer que tus hijos descansen, tus sirvientes, tus empleados. Pero en el tiempo que vivimos, la gente no ha entendido lo que es el reposo. Han confundido entretenimiento con descanso, y descanso con reposo, pero el principio del reposo es más grande que simplemente descansar y entretenerte.
Todo ser humano necesita las tres, y muchas veces, donde fallamos es en el reposo. Mucha gente se entretiene, descansa, duerme, pero no todos han aprendido a reposar. Y el reposo es una conexión divina, es un momento donde te conectas con Dios, un momento muy especial donde dedicas ese espacio de tiempo a Dios. No puedes decir que estás reposando porque estás durmiendo, no puedes decir que estás reposando porque te estás entreteniendo viendo una película en el cine y sacaste el día -según tú – para reposar. No funciona de esa manera. El reposo es un principio espiritual que todos necesitamos para poder producir y avanzar más.
Todos necesitamos entretenimiento. La manera en que tú escojas entretenerte queda a discreción tuya. Hay gente que le gusta entretenerse viendo películas o series de televisión en alguna plataforma digital, hay gente que le gusta entretenerse haciendo ejercicio, por ejemplo, hay quien disfruta ir a la playa. Hay gente que ha aprendido a descansar, a tomar horas de descanso durante el día, durante la semana; y eso es bien importante. Pero el reposo de Dios es otra cosa, es un día, un momento que dedicamos a Dios, a la reflexión, a la meditación de la palabra, a la conexión divina; un tiempo que dedicamos para que Dios nos hable, para que nos ministre, un momento muy especial.
Hay cuatro beneficios del reposo que queremos resaltar:
- Te restaura. El reposo te restaura, restaura tus fuerzas, tus energías, tu mente, tu corazón. Es en el reposo donde tú puedes restaurar todo tu ser. Es en ese momento de contacto con Dios, donde comienzas a recibir los nutrientes necesarios en tu espíritu para que tu vida, tu alma sean restauradas, para que tu alma sea calmada, transformada, y puedas recibir esas fuerzas nuevas para seguir hacia delante. Es lo mismo que pasa naturalmente en tu cuerpo cuando tú descansas. Cuando descansas, tu cuerpo se restaura, tus células se rejuvenecen, tu cuerpo comienza a tomar todos los nutrientes de lo que comiste durante el día, comienza a aprovechar el ejercicio que hiciste, conecta una cosa con otra y se restaura tu cuerpo para darte energías para el día siguiente. Cuando tú no restauras tus fuerzas con el descanso, al otro día no tienes el mismo ánimo, la misma paz, la misma energía para salir hacia delante y trabajar. Es en ese descanso donde tu cuerpo pasa por ese proceso de reparación fisiológica. Ahora imagínate esto en el mundo espiritual y emocional. No pienses que entretenerte por un rato y pasar un tiempo en el cine o cambiar tu mente hizo lo que hace el reposo de restaurar tus pensamientos. De la misma manera que tu cerebro necesita restauración a través del descanso físico, tu mente y tu alma necesitan momentos donde Dios pueda hablar a tu vida y restaurar tus pensamientos, tu ser, para que puedas tener las energías y las fuerzas necesarias para seguir hacia adelante y continuar hacia el futuro que Dios tiene para ti. Es impresionante lo que ocurre en ese momento de conexión, en ese momento divino donde Dios se muestra en favor tuyo y tu vida se restaura. El tiempo de reposo, que es tiempo de conexión a Dios, tiempo que dedicas a Él en oración, en meditación de su palabra para que Él te hable, ahí comienza tu alma a restaurarse.
- Tu vida mejora. Es en ese momento donde tienes mejoras. En ese momento vas construyendo poco a poco el futuro y vas viendo el mañana, vas mejorando tu ser. Es en ese momento donde tu alma se vuelve mejor. Cuando salimos de ese periodo de reposo y descanso con el Señor, no salimos de la misma manera. Es en el descanso donde tus músculos y tu cuerpo crecen. Los niños y jóvenes necesitan tiempo de dormir, de descansar. Es en ese momento donde su cuerpo se extiende. Al otro día, luego de tú descansar, eres mejor que el día anterior. Ahora imagina esto en el reposo espiritual donde tu mente se restaura con la palabra de Dios.
- Recibes calma. Es en el reposo donde tus pensamientos se ordenan. Es en el reposo de Dios donde se va el coraje, tus pensamientos de ansiedad se disipan. Todo emprendedor, todo empresario, necesita un tiempo de reposo. Muchos han intercambiado estas palabras entre sí, pensando que reposo es pasar un tiempo de entretenimiento; pero una cosa es descansar, dormir una siesta, otra es entretenerte, despejarte, y otra es el reposo. Si cuando sales de tu descanso, vuelves al ajoro, a la preocupación, no reposaste. El reposo de Dios trae calma a tu mente, a tu vida. Y el reposo de Dios es ese tiempo de conexión con Él donde tú oras, meditas, lees su palabra, la escuchas; escuchas mensajes que te ayudan a poner tu mente en orden con la palabra del Señor.
- Te mantiene centrado. El reposo te mantiene alineado, en orden. Es en ese momento de reposo donde tu alma se alinea con Dios, donde todo pensamiento negativo se detiene, se paraliza, y ahora podemos caminar específicamente en lo que Dios quiere para nosotros. Es en ese momento donde tus pensamientos comienzan a ordenarse y cambiar poco a poco, paso a paso, día a día, y caminamos en línea recta, alineados con Dios. Es muy fácil, sin darnos cuenta, ir perdiendo nuestro caminar. Un poco que te desvíes, puede significar un gran retraso, te separa demasiado de la voluntad de Dios para tu vida.
Hoy es día de entender que hay una nueva temporada para ti, un nuevo tiempo, y que necesitas entrar en el reposo del Señor.