Agradezco al ministro Pastor Feliciano Custodio y Presidente del Codue,por enviarme la nota relacionada con el caso de la pareja cristiana fallecida trágicamente en Villa Altagracia. En ella se destaca lo siguiente:
“El pastor Feliciano Lacen Custodio ha destacado el impacto del caso de esta pareja, señalando que ha generado una ola de protestas y movilizaciones, además de un llamado urgente a continuar la reforma profunda en los cuerpos de seguridad del país. Asimismo, resaltó que organizaciones civiles y religiosas han respaldado el reclamo de justicia, advirtiendo que una sentencia indulgente podría establecer un precedente negativo en la lucha.”
Sin emitir juicio alguno, TPD, quiero expresar que, es importante saber escuchar con discernimiento y responder con sabiduría espiritual. La justicia es parte del corazón de Dios, pero también lo son la misericordia, la prudencia y el compromiso con la verdad.
En momentos donde la indignación y la frustración social son comprensibles, nuestro llamado como hijos de Dios es a levantar altares de oración más que tribunas de opinión. Oramos por los familiares de las víctimas, por las autoridades judiciales, y por una reforma que no solo alcance las estructuras del sistema, sino también los corazones de quienes lo dirigen.
El Reino de Dios se manifiesta cuando la Iglesia decide ser luz, consuelo y dirección en medio de la confusión. Que nuestra oración sea un clamor constante:
“Señor, danos justicia desde el cielo y paz en la tierra; guíanos para actuar con Tu corazón, Sabiduría y prudencia.
Misericordia y Paz
