Ha llegado el tiempo de moverte en tu asignación y en tu llamado, quiero anunciarte que te estoy llamando para que vayas a las naciones; prepárate que te moverás a lugares lejanos, te moverás en viajes largos, cruzando montañas, fronteras océanos, ríos y continentes. Tú has sido lleno(a) con una unción que es transcultural y ransgeneracional, y además has sido asignado a la Iglesia como cuerpo universal, por lo tanto, aquellos a quienes les estoy hablando de ti, comenzarán a llamarte, a escribirte y este es el tiempo para moverte, Sal ahora declara el Señor.
En este tiempo estoy trabajando en tu corazón, en tu espíritu, trayendo una expansión de la visión y del ministerio en tu vida. Por eso has sentido un proceso fuerte, un tiempo de mucho dolor, es porque estás dando a luz, y en la medida que la hora del parto está cerca los dolores se vuelven más intensos, pero no temas que no es tiempo de muerte, sino todo lo contrario es tiempo de vida, de dar a luz, de ensanchamiento de la visión y de ensanchamiento del ministerio. Te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda. Crecerás en muchos aspectos, crecerás en tu nivel de influencia, crecerás en tu alcance, crecerás en tu acción y muchos serán salvos a través del ministerio que te he asignado, declara el Señor.
He programado muchas sorpresas para ti, pues vendrán muchas citas divinas, voy a llevarte a lugares a los que ni te habías imaginado ir, pero que son claves para que avances al próximo nivel en tu llamado, en tu propósito. Solo obedece y ve, actúa y veras que donde está la necesidad yo te usare poderosamente y veras mi gloria sobre tu vida y de los demás que confirmaran que te he llamado a grandes cosas para ti. Hay nuevas oportunidades que no habías considerado pero que en mis planes eternos si estaban contempladas, por lo tanto te animo a que tengas la disposición de moverte en la nueva agenda que tengo para ti, declara el Señor.
Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas.» Isaías 54:2, 3
