HABACUC 3:17-19 Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; 18 Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. 19 Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.
El libro del profeta Habacuc nos narra un momento muy crítico para el pueblo de Dios, específicamente para el reino de Judá, ya que por su idolatría, por la injusticia y la violencia que había en la sociedad el Señor le mostró a Habacuc que él traería castigo y juicio sobre su pueblo por medio del imperio Babilonio.
Esto significaba que la ciudad iba a estar sitiada, estarían rodeados por sus enemigos, y todo esto traería sobre el pueblo pobreza, escasez, y necesidad, como lo expresa el profeta en el versículo 17:
“Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales…”,
Pero a pesar de lo difícil de las circunstancias que estaban enfrentando, a pesar de la adversidad, hizo algo que le ayudaría para enfrentar con valentía estos tiempo difíciles: DECIDIÓ PONER SU CONFIANZA EN DIOS Y HACER DE DIOS SU VERDADERA FUENTE DE GOZO, ALEGRÍA Y FORTALEZA.
(Vs 18-19) Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. 19 Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.
TRASLADEMOS ESTO A NUESTRA VIDA CRISTIANA: Cuando los momentos de adversidad, de enfermedad, de escasez, de dolor, vienen a nuestra vida ¿que debemos hacer?
I) TENEMOS QUE RECORDAR Y CONFIAR QUE AUNQUE TODO FALTE DIOS SIEMPRE ESTÁ PARA NOSOTROS.
(SALMO 145:18-19) Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras. 19 Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.
En los tiempos de adversidad y aflicción muchas veces experimentamos la soledad, la incapacidad, el abandono, y por eso llegamos a sentir que nos falta todo lo que nuestra vida necesita.
Verdaderamente son en estos momentos de adversidad en los cuales podemos reconocer que quizás las personas nos abandonen, que quizás los amigos no están para nosotros, que posiblemente nuestra familia no pueda ayudarnos, y que todo aquello en lo que habíamos confiado falle, PERO NUESTRO DIOS SIEMPRE ESTÁ AHÍ PARA NOSOTROS, que siempre está atento a nuestro clamor y siempre está dispuesto para ayudarnos (Josué 1:5) Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.
II) TENEMOS QUE APRENDER A HACER A DIOS NUESTRO VERDADERO MOTIVO DE GOZO Y ESPERANZA
(Salmos 118:24) Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él.
Tenemos que reconocer que hay días en los cuales no parece haber motivos para sentirnos alegres ni con nuestro corazón lleno de gozo.
¿Cómo alegrarnos y gozarnos el día que perdemos a alguien que amamos? ¿Cómo alegrarnos y gozarnos en el día que nos diagnostican una grave enfermedad? ¿Cómo alegrarnos y gozarnos en el día que nos despiden del empleo que nos provee el sustento para nuestra familia?
Cada dia tenemos que aprender a hacer lo que hizo el profeta Habacuc (Habacuc 3:18) Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. TENEMOS QUE HACER DE DIOS NUESTRO MOTIVO DE GOZO, ALEGRÍA Y ESPERANZA. Que podamos decir, a pesar de todo Dios está conmigo, a pesar de mi dolor sé que Dios me consuela, él es mi proveedor, él es mi fortaleza, en mi enfermedad él es mi sanador, en mi angustia en él está mi paz.
Posiblemente hoy tengamos verdaderos motivos para estar tristes, para no tener esperanza, pero HAY UN MOTIVO MÁS GRANDE PARA TENER ALEGRÍA, GOZO Y ESPERANZA: ¡DIOS ESTÁ CON NOSOTROS HOY!.
III) TENEMOS QUE CONFIAR QUE A PESAR DE LOS TIEMPOS DE DIFICULTAD NUESTRO DIOS NOS DARÁ LA FORTALEZA PARA ENFRENTARLOS Y SUPERARLOS
(HABACUC 3:19) Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.
Los ciervos son animales que tienen la capacidad de escalar lugares inaccesibles, difíciles de alcanzar, y es por eso que la palabra de Dios nos dice que a pesar de la dificultad el Señor nos dará la fortaleza, la capacidad, de enfrentar y superar aún las situaciones más difíciles de la vida.
Posiblemente para nosotros hoy la adversidad que estamos enfrentando es como una montaña demasiado alta para poder superarla, pero nosotros tenemos que tener la seguridad así como lo dijo el profeta Habacuc: JEHOVÁ EL SEÑOR ES MI FORTALEZA.
Debemos estar confiados que como hijos de Dios no vamos a enfrentar la adversidad en nuestras fuerzas, sino en las fuerzas del TODOPODEROSO (Salmos 68:35) Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios; El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo. Bendito sea Dios.
CONCLUSIÓN: Cuando vengan a nuestra vida los tiempos de adversidad como hijos de Dios tenemos que confiar que : Todo puede faltar, pero DIOS SIEMPRE ESTÁ CON NOSOTROS, todo puede fallar PERO DIOS TIENE EL CONTROL, y aunque la situación parezca imposible de enfrentar, EN LAS FUERZAS DE DIOS LA VAMOS A ENFRENTAR Y LA VAMOS A SUPERAR.