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En tu caminar, no te detengas

Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a DiosPero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”  Hebreos 11:6

La fe entiende dos cosas: Que Dios existe, y que Él recompensa a los que le buscan; Esa es la fe que agrada a Dios.  Si le hay, le puedes encontrar, puedes tener una relación con Él.  No puedes agradar a Dios si no tienes fe.  Pero, para entender esta fe, hay que ver estos versos a la luz de la vida de Enoc.

En Génesis 5, la Biblia nos dice que Enoc vivió trescientos años caminando con Dios.  Caminar con Dios es toda una vida, no es un rato.  Uno de los problemas hoy es que la gente vive por momentos, por pequeñas cosas.  Pero caminar no es una experiencia de un día, sino toda una vida.

Cuando tú caminas, tus pies se ensucian, y tú necesitas dos cosas: Alguien que lave tus pies, y alguien que los unja.  Jesús, antes de irse, lavó los pies de sus discípulos, y les dijo: El que está limpio de corazón, lo único que necesita es que se le lave los pies.  Cuando tú vas al cardiólogo, y tienes un problema de corazón, te manda a caminar, porque caminar bien te arregla el corazón; Caminar mal, te lo daña.  Y Jesús dice: Se los voy a limpiar; Tienen el corazón limpio –solo uno lo tenía dañado; los demás lo tenían limpio – y voy a limpiar sus pies para que puedan caminar.  Al mismo Jesús, una mujer le limpió los pies; Porque tú no puedes caminar la vía dolorosa, el mismo infierno –como caminó Jesús – si alguien no te unge los pies.  Así que tenemos que procurar eso en nuestra vida.

Tu vida con Dios es a largo plazo; Y es necesario que entiendas que el detenerte en tu caminar con Dios, en tu dependencia de Él, es lo que abre la puerta al pecado.  No hay nada que sea mejor puerta al pecado que el ocio, la vagancia.  El que está sin hacer nada en la vida, la cabeza se le llena de cosas.  Tú siempre tienes que aspirar por algo más.  Se ha sabido de ministros, por ejemplo, que dedican toda su vida al Señor, pero luego de entregar el ministerio, al corto tiempo, terminan con su vida; Porque se encuentran sin hacer nada, sin rumbo.  Tú no necesitas otra casa, pero tu fe necesita creer por algo que tú sepas que solo Dios te lo puede dar.  Así que tú necesitas caminar con Dios para que tu vida mejore porque el día que te detienes, le abres la puerta al pecado.

El pueblo de Israel, mientras caminaba, no pecaba; Cuando descansaba, pecaba.  Se paran en la montaña, y pecan haciendo un becerro de oro; Cada vez que te detienes, terminas adorando lo incorrecto.  Mientras caminaban, no tenía tiempo para eso.  Josué, en siete años, logra lo que Moisés no había logrado: Conquistar la tierra prometida.  Y después de esos siete años, no tiene más nada que hacer.  Y, ¿qué ocurre?  Luego vemos, en el libro de Jueces, que la vida espiritual del pueblo de Israel era un sube y baja.  Por eso, Dios tiene que poner jueces; Porque, cuando el pueblo deja de conquistar, comienza a pecar.  Porque, si no tienes porqué caminar con Dios, el ocio, la poca conquista, el poco caminar con Dios, te lleva al pecado.  Por eso es que esto es toda una vida.

El problema de muchos hoy es que la iglesia ha estado predicando la fe salvadora, y muchos se quedan en ese mensaje de la fe que salva, que es buena y necesaria, pero es la primera etapa de tu vida espiritual.  La fe salvadora es la que te tira el salvavidas; Te estás hundiendo en el mundo, en el pecado, en las dificultades, y te tiran el salvavidas; Tienes la fe que dice: Creo en Dios; Y te agarras del salvavidas, pero ¿de qué sirve que te agarres del salvavidas y el bote se vaya y te quedes tú en el mar?  La fe que salva no es suficiente.  Tiene que haber la fe que salva para no ahogarte, pero tiene que haber una fe que te hale y te lleve a tierra firme.  Y, entonces, en tierra firme, te verías ridículo andando con el salvavidas; Porque el salvavidas es para cuando te estás ahogando.  Si no te paras en tierra firme, ¿de qué te sirve?

Y así hay muchos cristianos; Porque lo único que predican muchos hoy es la fe que salva porque esa fe es bonita: Te estás ahogando en pecado y problemas; Créele a Dios porque Él te va a salvar.  Y eso está perfecto; Pero ahora tienes que ir a la iglesia, discipularte, creer y tener una fe que te ponga en tierra firme, para que te quites el salvavidas y camines, no como que te estás ahogando, sino que a pesar de lo que hay a tu alrededor, puedes permanecer firme porque el día que dejes de caminar, entonces sí hay problema.

Lo grande de Enoc es caminar trescientos años en un mundo de corrupción, lleno de problemas, y no perderse; Caminó firme, a pesar de lo que pasaba a su alrededor; No se dejó contaminar.  Pero el pueblo de Israel, el día que se detiene, el pecado toca la puerta.  Lo mismo le pasó a David; Un hombre que, mientras caminaba, mientras le perseguían, mientras tenía que pelear, oraba, ayunaba, adoraba a Dios; Pero, un día, cuando ya fue rey, tenía que salir a la guerra, pero decidió no hacerlo, porque ya era rey, ¡qué otro peleara por él!  Pero ese fue el peor día de su vida; Ese día estuvo con una mujer indebida, terminó matando al esposo y teniendo montones de problemas, porque un día el rey que se suponía que estuviera peleando, se quedó en la casa.

Tú no puedes darte el lujo un día de quedarte en tu casa cuando tienes que caminar todos los días de tu vida con Dios, para que puedas seguir hacia adelante, creciendo.

Fuente:
pastor Otoniel Font | Puerto Rico

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