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En Lugares Altos

¿Se remonta el águila por tu mandamiento, y pone en alto su nido? 28 Ella habita y mora en la peña, En la cumbre del peñasco y de la roca. 29 Desde allí acecha la presa; sus ojos observan de muy lejos. 30 Sus polluelos chupan la sangre; y donde hubiere cadáveres, allí está ella. Job 39:27-30

En esta escritura, Job resalta que el águila hace los nidos en lugares altos y empinados por mandato de Dios para protección de sus polluelos, pues allí nada ni nadie puede alcanzarlos.  De igual manera es para el cristiano; nuestra protección se encuentra en las alturas.

En tiempos más recientes, se han descubierto nidos de águila de dieciocho pies de profundidad y nueve pies de ancho, con un peso de tres mil libras.  Estos nidos se van creando a través de los años, pues se deja disponible para otras águilas que van a procrear.  Cada pareja de águila, añade algo a ese nido y, por esto, algunos se hacen tan grandes.

Cada rama de este nido representa las experiencias que poco a poco se van formando, pero este nido por grande y profundo que sea, no hace al águila.  El nido, entre otras cosas, es un lugar de protección.

La vida del cristiano es como el nido, que en ocasiones no es algo bello, ni hermoso.  Se ha formado con el pasar de los tiempos, y lo que se ve hoy fue construido con el pasado.  Tu vida ha sido formada por las buenas y malas experiencias que has tenido; pero, a pesar de todas esas circunstancias que han construido el lugar donde te encuentras, la mano poderosa de Dios ha usado todos estos factores para protegerte y dirigirte.

El nido, por rústico que sea, no rompe los huevos. El águila decora su nido con grama verde y, de esta manera, provee protección para los huevos y deja saber a los demás águilas que el nido está ocupado.  Así debe ser, que aunque, por fuera, tu vida no sea muy atractiva, tu interior refleje que es un nido cuidado para las nuevas crías, para lo nuevo de Dios, y sobre todo debe ser reflejo de un lugar protegido por Dios.

En las alturas, Dios embellece tú interior de manera tal que demuestra al enemigo no tiene parte ni suerte en tu hogar.

A pesar de lo rústico que sea el lugar en que te encuentres por todas las experiencias del pasado, Dios ha construido en tu vida un lugar de protección para establecer que ese territorio está ocupado por el Espíritu Santo.  Aunque donde te encuentres sea un lugar que no deseas, en tu interior hay algo que te dice que todo va a estar bien.  Por eso Pablo decía: Yo sólo pienso en todo lo bueno; si hay virtud alguna, en esto pienso.

Dios te ha puesto en un lugar alto de protección, y ha marcado tu vida como propiedad privada para sacar de ti el máximo potencial.

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