Porque tú salvas al pueblo afligido, mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos. Tú eres mi lámpara, oh Jehová; mi Dios alumbrará mis tinieblas. En cuanto a Dios, perfecto es su camino, y acrisolada la palabra de Jehová. Escudo es a todos los que en Él esperan. 2 Samuel 22:28
Hay tiempos, donde momentaneamente el creyente necesita quedarse inmóvil, cuando nuestra única seguridad o alternativa consiste en no hacer nada. La voz de nuestro Dios Salvador se oye en muchas dificultades similares como la del mar Rojo: Estad quietos, y ved la salvación del Señor. 2 Cron. 20:17 Pero en verdad es difícil quedarse quieto en la presencia de fuerzas enemigas que vienen detrás. Jehová es el Dios viviente, las nubes y las tormentas están debajo de sus pies y su trono permanece inconmovible.
“¿Siento estar en la oscuridad? Entonces tú, oh! Señor alumbrarás mis tinieblas. Dentro de poco las cosas cambiarán. Quizás las cosas se empeoren, puede que se tornen más sombrías y las nubes se amontonen una tras otra; pero si llega a haber tanta oscuridad que no podamos nuestra propia mano, aun así veremos la mano del Señor.
Cuando no podamos encontrar una luz dentro del corazón, ni entre los amigos, ni en todo el mundo, el Señor que dijo: «Sea la luz y fue la luz», puede volver a decir lo mismo; por su Palabra nos llevará a la luz. Mi amados, confiemos en la oscuridad de cada proceso y en gozo permanecer «quietos y veremos la Salvación del Señor». Así que aun en la densa tiniebla las nubes pasan, pero las estrellas permanecen. Dios que nos guia en amor y misericordia te bendiga en este día, Amén.