Lo difícil de la fe de Sarah es tener fe sin oír una palabra que todos necesitamos oír algún día: Perdón. En toda relación, va a haber heridas, dificultades; Y uno pretende que el otro tenga la misma fe, sin haberle dicho las palabras correctas. Y es duro cuando alguien camina contigo mucho tiempo, sin escuchar lo que necesita para ser libre y poder hacer que la promesa se cumpla; Un perdón sincero, honesto. Tener fe sin perdonar es imposible.
Hebreos 11:11 nos dice de Sarah siendo estéril. Pero Sarah no fue estéril siempre; Se hizo estéril. En Génesis 12, Abraham tiene un problema económico, decide bajar a Egipto, y la regala a Faraón, diciendo que era su hermana. Y dice la Biblia que Dios la hace estéril, le cierra el vientre. ¿Qué mujer quiere quedar embarazada de un hombre que la regala? Dios le cierra el vientre a Sarah para protegerla porque, si Faraón la embarazaba, se dañaba la promesa. Dios le cierra el vientre para que nunca reciba semilla del enemigo. Y cuando Sarah sale de Egipto, pasa algo todavía más difícil: Abraham sale de allí más rico. Abraham nunca vio las consecuencias de lo que hizo porque salió más próspero, pero con una mujer estéril. ¡Qué triste cuando tus riquezas son externas, pero con quien tú andas, está estéril! Abraham pensó que nada había pasado, que todo estaba bien; Cometió un error, pero salió de allí más próspero; Para él, la vida seguiría y ya. Y sí, la vida sigue, pero no sigue igual. Porque, cuando tienes a tu lado a alguien que, por algo que tú hiciste, le cerraste el vientre, ya no es lo mismo. Afuera todo parece normal, pero por dentro hay algo que no está bien.
Veinticinco años tomó que Sarah perdonara a Abraham. Hay quien quiere que su cónyuge tenga su misma fe, pero has hecho cosas que le han hecho estéril, y nunca ha oído lo único que necesita oír para poder ser libre y abrirse a lo que Dios tiene para su vida: Perdón.
Hebreos 11:11 dice que Dios le dio fuerzas, y Sarah dio a luz aún fuera de tiempo. El problema más grande que tienes cuando eres herido por alguien, es que pierdes dos cosas: Tus fuerzas y tu tiempo. Dios hace que Sarah conciba dándole fuerzas, porque ella no tenía, y Dios hace que conciba fuera de tiempo. Sabes que tienes una promesa grande de parte de Dios, pero llega el momento y no tienes fuerzas, o el tiempo no es el correcto; Y pasas toda tu vida sabiendo que Dios te quería dar un Isaac, pero no tienes fuerzas y piensas que no es el tiempo, porque eres rehén de alguien que nunca te dijo: Perdón.
Dios le dice a Abraham que le va a dar un hijo; Llegan unos mensajeros a su casa, y él sabía que era gente de Dios; Y Dios le dice que le daría un hijo con Sarah, porque el que tiene no es el que Dios le prometió. El que Dios le prometió, se lo prometió con Sarah. Y dice la Biblia que Abraham se rió; y Sarah estaba escuchando, y se rió también. La risa de Abraham fue de fe, de gozo porque Dios lo iba a hacer; La de Sarah, fue una risa sarcástica.
“12 Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? 13 Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? 14 ¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.” Génesis 18:12-14
Quizás tú hoy no tienes fuerzas, y piensas que tu tiempo pasó. Piensas que desde el día que te hicieron tal cosa, que te pasó lo otro, tu vientre se cerró. Vives con esa carga emocional en tu interior, y tienes tu vida atrasada, cuando lo único que tenías que oír era: Perdón. Te vendieron, te traicionaron, y tu tiempo sigue pasando, y luchas, gastando fuerzas para olvidar ese ayer, pero te vas matando por dentro. El tiempo pasa, pero la promesa de Dios está ahí. A lo mejor nunca vas a oír de la persona que te hirió el perdón. Sarah nunca escuchó el perdón de Abraham, pero Sarah escuchó a Dios hablar acerca de ella. Cuando el que te hiere, el que te lastima, el que te abandonó, no sabe hablar bien de ti, no sabe lo que tiene que decir y no sabe pedir perdón, hay un Dios que no se ha olvidado de ti, que sigue hablando de ti, que dice: Lo que te prometí, te lo voy a dar.
Hoy Dios te dice: Te voy a cumplir la promesa, vas a reír. Isaac significa: Dios me hizo reír. Dios, por encima de tus fuerzas y tus tiempos, te da lo que tú necesitas. Sarah nunca oyó a Abraham pedirle perdón, pero escuchó a Dios hablar de ella.
Tenemos que admirar a Sarah; Caminar al lado de un hombre que te regala, y seguir creyendo; Verlo tener un hijo con otra persona, y verlo ahí, recordándote lo que pasó. Pero Sarah un día entendió que ella no tenía que oír de Abraham; Hubiera querido, le hubiera gustado, pero cuando Abraham no habla, Dios habla por Abraham. Dios va a hablar por aquellos que te han hecho mal, aquellos que no saben qué decir; Él te dice: Lo que te prometí, te lo voy a cumplir, aunque tú pienses que es fuera de tiempo.
En Génesis 20, Abraham vuelve a cometer el mismo error; Van donde Abimielec, y Abraham le dice a Sarah que dijera que es su hermana. Pero en esta ocasión, pasó algo bien diferente; Cuando Sarah entra a la casa de Abimelec, Dios le aparece en sueños y le dice: No la toques. La primera vez, Dios se quedó callado, pero esta segunda vez, no. Cuando tú no estás en los labios de aquellos que se supone que te defiendan, hay un Dios que, desde el cielo, te defiende y habla para detener lo que tenga que detener.
Dios no va a permitir que vuelva a pasar lo mismo. Dios hablará por ti. Tu nombre siempre ha estado en labios de Dios y dondequiera que tú vayas Él va a hablar bien de ti. Cuando el hombre no te pide perdón, Dios te recuerda que, lo que Él te prometió, lo va a cumplir. Y cuando el mundo quiera volver a hacerte daño, Él se parará delante de ellos y les dirá: A ese, no lo toques; Hay algo que yo tengo para esa persona.
Hoy recibes fuerza. No estás fuera de tiempo. Si tú estás en el tiempo de Dios, lo que Él te prometió, se va a cumplir en tu vida. Hoy Dios te dice lo que otro debió decirte: Perdón. Bendito tú que has soportado. Hay recompensa para tu vida. Tu nombre está en labios de Dios. Él se encarga de defenderte. Es muy triste que la gente nos niegue lo que tanto necesitamos, algo tan simple. Pero este es tu tiempo. Es tu tiempo si Dios dice que es tu tiempo, si Dios dice que es ahora, que es hoy, que es para ti, que es tuyo.