EFESIOS 4:29-32 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. 30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo
En mi país El Salvador estamos en tiempo de vacaciones, y muchas personas aprovechan para salir de paseo en familia, para descansar, y para tratar de tener un tiempo de tranquilidad y de paz, pero tenemos que reconocer que el verdadero descanso que nuestra familia necesita no es solamente descansar del trabajo, de los estudios y de los afanes de la vida, sino que muchos de ellos en realidad NUESTRA FAMILIA NECESITA DESCANSAR DE NUESTRAS MALAS ACTITUDES, DE NUESTRO MAL CARÁCTER, DE NUESTRA AMARGURA, DE NUESTRAS PALABRAS HIRIENTES Y OFENSIVAS.
Es decir que nuestra familia quisiera verdaderamente descansar de todo lo que nos dice el Vs 31 que debemos quitar de nuestra vida: Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Pues somos cristianos pero por nuestra amargura, resentimientos y enojos lastimosamente hemos contristado al Espíritu Santo en nuestra vida y por eso no reflejamos al Señor en nuestros hogares.
¿QUÉ SE NECESITA PARA QUE PODAMOS QUITAR DE NUESTRA VIDA TODO AQUELLO QUE NOS AFECTA TANTO A NOSOTROS COMO A NUESTRA FAMILIA?
I) NECESITAMOS APRENDER A PERDONAR ASÍ COMO EL SEÑOR NOS PERDONÓ A NOSOTROS (VS 32) Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Tenemos que reconocer que muchas de nuestras malas actitudes, de nuestros enojos y palabras hirientes que salen de nuestra boca se deben a que nuestro corazón está lleno de resentimiento, está lleno de rencor, pues no hemos permitido que el Señor sane nuestras heridas y que podamos perdonar.
El versiculo nos dice que nosotros tenemos que perdonar así como Dios nos perdonó a nosotros, y él nos perdonó de una manera incondicional, nos perdonó aun sin merecerlo, él nos perdonó porque nos ama, no porque le amamos nosotros a él, y de esa misma manera debemos perdonar también nosotros y primeramente a nuestra familia.
II) NECESITAMOS ACEPTAR LA VOLUNTAD DEL SEÑOR CON GOZO (JOB 1:20-22) Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, 21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. 22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.
También tenemos que reconocer que para muchos de nosotros la causa de la amargura, el enojo y de la ira que hay en nuestro corazón se debe a que estamos enojados contra Dios porque las cosas no han salido como nosotros queríamos, porque las cosas no se dieron en el tiempo que nosotros pensábamos, y por eso nuestros corazón se ha llenado de amargura.
Pero tenemos que responder una pregunta con mucha sinceridad: ¿Tu crees que enojandote y teniendo una actitud negativa llena de amargura vas a cambiar o arreglar tu situación? la respuesta es NO, esas actitudes llenas de amargura y de enojo no sirven de nada para resolver los problemas (Jeremías 48:29-30) Hemos oído la soberbia de Moab, que es muy soberbio, arrogante, orgulloso, altivo y altanero de corazón. 30 Yo conozco, dice Jehová, su cólera, pero no tendrá efecto; sus jactancias no le aprovecharán.
Tenemos que tomar el ejemplo de Job, no podemos luchar contra Dios, no podemos estar en contra de su voluntad, lo mejor es aceptar su voluntad con gozo y decir: Jehova dio, Jehova quito, sea por los siglos Jehová bendito, Y eso nos ayudará a tener paz y tranquilidad en nuestro corazón y en nuestra familia.
III) NECESITAMOS APRENDER A CONFIAR EN DIOS DE TODO CORAZÓN (Filipenses 4:6-7) Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
El vivir afanados, preocupados o angustiados por algo nos vuelve personas irritables, que reaccionamos de manera violenta y muchas veces ofensiva en contra de las personas que nos aman, y que muchas veces solamente quieren ayudarnos.
Lastimosamente cuando estamos muy preocupados por algo muchas veces tomamos la actitud negativa de encerrarnos en nuestro problema y no permitimos que nadie nos dé un consejo y mucho menos que alguien nos pregunte porque nos comportamos de esa manera. Pero tenemos que comprender que NUESTRAS FAMILIA NO TIENE LA CULPA DE NUESTROS PROBLEMAS NI TAMPOCO MERECEN TENER QUE SOPORTAR NUESTRO ENOJO Y AMARGURA.
Es por eso que lo mejor que podemos decidir es PONER TODAS NUESTRAS CARGAS Y PREOCUPACIONES EN LAS MANOS DEL SEÑOR Y APRENDER A CONFIAR EN EL. Para que la paz que sobrepasa todo entendimiento pueda llenar nuestros corazones para bendición nuestra y de las personas que amamos.