¡Oh si ellos tuvieran tal corazón que me temieran, y guardaran siempre todos mis mandamientos, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre! Deuteronomio 5:29
Mientras caminemos en el TEMOR DEL SEÑOR, caminaremos en Santidad lo cual traerá luz a nuestro camino, para encontrar el gozo y la protección que perdura en medio de cualquier circunstancia. El temor a Dios es reverenciar a Dios. Hasta que comprendamos quien es Dios, y desarrollemos un temor reverencial hacia Él, no podremos adquirir la verdadera sabiduría. La verdadera sabiduría sólo viene de entender quién es Dios y que Él es santo, justo y soberano. Hebreos 12:28 dice: “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia” La palabra “TEMOR” en este verso es la palabra griega “eulábeia” que significa “temor reverente, piadoso” propiamente, “aferrarse a lo que Dios llama bueno” No nos acercaremos a Dios casualmente, ni con un espíritu religioso, sino con «temor piadoso”.
Las actitudes casuales y carnales de la Iglesia moderna están a punto de cambiar abruptamente. El temor de Dios está siendo restaurado y a medida que este temor santo y reverente al Señor regresa al pueblo de Dios, la presencia manifiesta del Señor también regresará. Esperen ver a Dios revelarse en tal magnitud y gloria que las bocas de la gente se abrirán de par en par con el rugido del León de Judá. No esperen menos que experiencias asombrosas.
Lana Vawser confirma mi sentir con esta palabra: “He tenido numerosos encuentros con el Señor en los últimos meses con respecto al tsunami de TEMOR DE DIOS que está empezando a chocar en el Cuerpo de Cristo. Nunca he sentido el temor del Señor en una temporada como la que siento ahora. No es tener miedo de Él, es un temor reverente de quien es Él y Su majestad, Su santidad, lo que me deja deshecha. Por amor y honra a Él y Su Gloria puedo darle mi vida y mi todo con pureza, integridad, humildad y caminar en completa obediencia a Él. Hay un llamado del Señor en este momento para ofrecernos nuevamente como sacrificios vivos para Él (Romanos 12:1-2). El movimiento más grande del Espíritu de Dios, abundancia, cosecha, aceleración está sobre nosotros. Los días más grandes para ver la Gloria y la Majestad de Dios están sobre nosotros y, a diferencia de cualquier otro tiempo, siento la urgencia y el temor de Dios de ser buena administradora. No es un esfuerzo, no es un temor insalubre, es un lugar para vivir cerca de Su corazón y conocer Sus caminos y actuar bien con una completa, total y radical obediencia a Él, siguiendo Sus caminos. La autocomplacencia, sentarse en la cerca, vivir en zonas grises y el compromiso están siendo tratados ahora mismo”
· Proverbios 15:16 Mejor es lo poco con el temor del Señor, que gran tesoro y turbación con él.
· Proverbios 19:23 El temor del Señor conduce a la vida, para dormir satisfecho sin ser tocado por el mal.
· Proverbios 14:26-27 En el temor del Señor hay confianza segura, y a los hijos dará refugio. El temor del Señor es fuente de vida, para evadir los lazos de la muerte.
· Salmos 115:11 Los que teméis al Señor, confiad en el Señor; Él es vuestra ayuda y vuestro escudo
· Salmos 34:9 Temed al Señor, vosotros sus santos, pues nada les falta a aquellos que le temen.
· Salmo 111:5 Ha dado alimento a los que le temen; recordará su pacto para siempre.
· Salmo 25:13-14 ¿Quién es el hombre que teme al Señor? Él le instruirá en el camino que debe escoger. En prosperidad habitará su alma, y su descendencia poseerá la tierra. Los secretos del Señor son para los que le temen, y Él les dará a conocer su pacto.
· Salmos 34: 6-7 Este pobre clamó, y el Señor le oyó, y lo salvó de todas sus angustias. El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los rescata.
LECTURAS PARA HOY 17 DE ENERO – Hebreos 12:18-29; Salmos 112; Deuteronomio 10: 12-13 Búscalo como nunca antes. Sumérgete en Su Palabra como nunca antes. Pídele estrategias y no te muevas hasta que lo escuches. Dale tu completa obediencia viviendo en el temor de Dios y verás la mayor fecundidad, aceleración, aumento y movimiento del Espíritu de Dios en tu vida que jamás hayas visto. No huyas del temor de Dios, abrázalo. Deja que la revelación del temor de Dios crezca en ti. Tiembla de asombro ante Él, deja que el Espíritu lo haga nacer en ti. No tengas miedo de eso. Viviendo en ese lugar tan cerca de Su corazón conociendo Sus caminos, veras Su santidad y majestad, vivirás en rendición a Él en un lugar donde correrás y te asociarás con Él como nunca antes.
OREMOS: Padre vengo a ti en el nombre de Jesús, me humillo buscando misericordia y gracia, he leído Tu Palabra y deseo amarte, temerte y honrarte con todo mi corazón. Te pido perdón por vivir irreverentemente, me arrepiento, límpiame de toda contaminación de carne y espíritu, perfeccióname en santidad y en temor reverente a Dios. Quiero ser un templo donde tu habites, pero sobre todo haz habitación en mi corazón. Amen
Con amor y oraciones,