En un mundo lleno de desafíos y adversidades, las palabras del Salmo 86 resuenan con fuerza y esperanza. Este inspirador himno de alabanza, escrito por el rey David, destaca las características sobresalientes de nuestro Dios, revelando un ser divino lleno de amor, misericordia y poder. Acompáñanos a explorar las maravillas que encontramos en este Salmo, y descubre por qué tantos corazones encuentran refugio y consuelo en su mensaje.
«¡Así es mi Dios!», proclama el Salmo 86. La primera cualidad destacada es la bondad y el perdón que emana de Dios. A diferencia de las relaciones humanas que pueden desgastarse con el tiempo, nuestro Dios se muestra piadoso y perdonador en todo momento. Aun cuando cometemos errores y pecados, su corazón no alberga rencor, sino que acoge con amor a aquellos que se acercan con arrepentimiento genuino. Su misericordia es infinita, como nos recuerda Nehemías 9:17, «Mas tú, Señor, eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira y grande en misericordia, porque no los abandonaste».
Además, este himno nos revela que Dios es grande en misericordia para con todos los que le invocan. No importa qué tan profundas sean nuestras dificultades o cuán lejos nos hayamos alejado, nuestro Dios siempre está dispuesto a escuchar nuestras plegarias. En los momentos de angustia, encontramos un refugio seguro en su presencia, como afirma el versículo 7, «En el día de mi angustia te llamaré, Porque tú me respondes». Nuestro Dios no es indiferente, sino que se involucra personalmente en nuestras vidas, ofreciéndonos respuestas, guía y consuelo.
El Salmo 86 también resalta que nuestro Dios es un hacedor de maravillas. Su grandeza se manifiesta en la superación de cualquier problema o dificultad que enfrentemos. Nada puede poner en apuros a nuestro Dios, y sus obras asombrosas están al alcance de todos los que le buscan. «Grandes son las obras de Jehová, buscadas de todos los que las quieren» (Salmos 111:2).
Por último, este canto de alabanza nos recuerda que nuestro Dios es el único Dios verdadero. En un mundo lleno de idolatría y falsos dioses, la fe en el Dios creador y soberano se mantiene inquebrantable. Como se expresa en Jeremías 10:10-13, «Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno». La creación, la tierra, el cielo y todo lo que nos rodea son obras de su poder y sabiduría.
ASÍ ES MI DIOS, BUENO Y PERDONADOR
Que maravilloso es comprender que en nuestro Dios no existe sombra de maldad, que aunque fallamos y pecamos, que muchas veces le metimos y no cumplimos lo que le prometemos, pero su corazón es bueno, y no se llena de rencor o resentimiento en contra de nosotros, sino que es perdonador, siempre está dispuesto a perdonar a todo aquel que viene delante de él con un corazón arrepentido. Nuestro Dios es bueno y perdonador por eso a pesar de nuestros pecados y debilidades NUNCA NOS ABANDONA (Nehemías 9:17) No quisieron oír, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en su rebelión pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre. Pero tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia, porque no los abandonaste.
ASÍ ES MI DIOS, GRANDE EN MISERICORDIA, Muchas veces las personas expresan estas palabras: ESTOY HARTO DE TI, YA ME TIENES ABURRIDA, NO TE SOPORTO MÁS, esas son palabras de alguien que ya se canso de dar nuevas oportunidades, que ya no quiere volver a confiar, que ya está cansada de que le fallen, de que le prometan y no cumplan. Pero qué maravilloso es saber que nuestro Dios es GRANDE EN MISERICORDIA, que SIEMPRE está dispuesto a darnos una nueva oportunidad si le invocamos de todo corazón, y aunque por nuestros pecados tenga que disciplinarnos ES CLEMENTE CON NOSOTROS por eso es lento para la ira y grande en misericordia (Salmo 86:15) Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad,
ASÍ ES MI DIOS, QUE RESPONDE CUANDO LO INVOCAMOS EN NUESTRA ANGUSTIA
(Salmo 86:7) En el día de mi angustia te llamaré, Porque tú me respondes.
Lastimosamente en el mundo las personas ponen toda su confianza y esperanza en su dinero, en sus posesiones materiales, en sus amistades, en sus familiares, pero lastimosamente en los tiempos de angustia no encontramos en ellos la respuesta que nuestra vida necesita, O SIMPLEMENTE NO NOS RESPONDEN, por eso nuestro Dios es maravilloso, porque en los tiempos de angustia cuando clamamos, cuando lo buscamos, NO ES INDIFERENTE, él está ahí con nosotros, ÉL NOS RESPONDE y con su respuesta él nos guía, nos consuela, nos corrige, nos alienta. Por eso tenemos que tener un corazón agradecido, y adorar al Señor porque en la angustia ÉL NOS RESPONDE (Génesis 35:3) Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y haré allí altar al Dios que me respondió en el día de mi angustia, y ha estado conmigo en el camino que he andado.
ASÍ ES MIS DIOS, GRANDE Y HACEDOR DE MARAVILLAS
(SALMO 86:10A) Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas;
Nuestro Dios es grande y eso significa que es más grande que nuestros problemas, que es más grande que nuestras necesidades y que es más grande que nuestros enemigos. NO HAY PROBLEMA O DIFICULTAD QUE SEA TAN GRANDE QUE PONGA EN APUROS A NUESTRO DIOS, él es grande y hace maravillas, sus obras son grandes y están disponibles para todos aquellos que le buscan (Salmos 111:2) Grandes son las obras de Jehová, Buscadas de todos los que las quieren.
ASÍ ES MI DIOS, EL ÚNICO DIOS VERDADERO
(SALMO 86:10B) Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; SOLO TÚ ERES DIOS.
El mundo está lleno de ídolos, está lleno de dioses en los cuales las personas ponen su esperanza, pero solamente nuestro Dios es el único Dios verdadero, el Dios creador, el dueño de todo, el que tiene el control y la autoridad, el que tiene la última palabra en este mundo, ese es nuestro Dios (Jeremías 10:10-13) Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación. 11 Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparezcan de la tierra y de debajo de los cielos. 12 El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría; 13 a su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos.
En resumen, el Salmo 86 es un recordatorio poderoso de la magnificencia de nuestro Dios. Es un llamado a confiar plenamente en su bondad, misericordia y capacidad para responder a nuestras plegarias en medio de las dificultades. En tiempos de incertidumbre, este Salmo nos anima a depositar nuestra confianza en un Dios que es bueno, perdonador, misericordioso, que responde nuestras súplicas y realiza maravillas. Es un llamado a reconocer que solo nuestro Dios es el único digno de adoración y que su grandeza supera cualquier obstáculo que podamos enfrentar.
El líder Pastor, conscientes de la importancia de la Palabra de Dios como fuente de inspiración y guía espiritual, TPD ha tomado la iniciativa de difundir este artículo destacado. Con su acción, demuestra su compromiso de seguir compartiéndo mensajes de fe y aliento, utilizando el poder de las Escrituras para transformar vidas y brindar consuelo a aquellos que lo necesitan.
El Pastor Oscar Flores y colaborador del (TPD), así como aquellos que han tenido acceso a este artículo administrado, han expresado su gratitud y aprecio por la oportunidad de reflexionar sobre el mensaje del Salmo 86 y fortalecer su relación con Dios. La comunidad continúa buscando su guía y bendiciones en medio de los desafíos cotidianos, encontrando consuelo y esperanza en las palabras poderosas y reconfortantes del Salmo.
En conclusión, el Salmo 86 nos invita a contemplar y celebrar las cualidades asombrosas de nuestro Dios. En medio de las pruebas y tribulaciones de la vida, podemos encontrar consuelo, esperanza y fortaleza al recordar que nuestro Dios es fiel, perdonador, misericordioso y poderoso. ¡Así es nuestro Dios! Un Dios digno de alabanza y adoración en todos los momentos de nuestra vida.