
«Venid, hijos míos, escuchadme; el temor de Jehová os enseñaré.» (Salmo 34-11)
El temor de Dios no es un miedo paralizante, sino una profunda reverencia y respeto por Su santidad, justicia y amor. Es el reconocimiento de Su soberanía en nuestras vidas y la disposición de obedecer con corazón sincero.
En muchas ocasiones, las personas esperan tocar fondo para volverse a Dios. Sin embargo, la Escritura nos llama a buscarle mientras hay oportunidad. El temor del Señor es la clave para vivir en sabiduría, pues nos aleja del pecado y nos acerca a Su voluntad perfecta.
Proverbios 9-10 nos recuerda: «El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.» Cuando vivimos con el temor de Dios, nuestras decisiones reflejan Su justicia y amor. No nos dejamos llevar por el mundo ni por nuestras emociones, sino por la verdad eterna de Su palabra.
Hoy, Dios nos invita a aprender el temor de Jehová, a caminar en santidad y a depender completamente de Él. Que nuestra vida sea un testimonio de obediencia y confianza en el Señor, para que otros también sean inspirados a buscarle con corazón sincero.
Oración: Señor, enséñanos a vivir en el temor de Tu nombre. Que cada pensamiento, palabra y acción refleje nuestra reverencia y amor por Ti. Guíanos por el camino de la justicia y haznos instrumentos de Tu voluntad. En el nombre de Jesús, .