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El rol de la mujer acorde a la Biblia

La Biblia no tiene un versículo que diga “el rol de la mujer es…”, sin embargo, si tiene principios que nos sirven para definirlo. Por un lado, cuando Dios crea a Eva y se la trae a Adán, El le dice que ella es su ayuda idónea.

Imaginémonos lo que una ayuda idónea implica: Si posees una empresa o eres responsable de contratar personal, entonces tienes una idea de lo esencial que es un ayudante y lo que pudiera o no pudiera hacer. Pero la idea de una ayuda idónea va mucho más allá: Significa que la mujer posee cosas que yo no tengo como varón; ella tiene dones, talentos, formas de ver el mundo, formas de reaccionar ante el mundo que nosotros los hombres no tenemos. La mujer es un complemento idóneo.

Voy a ser cuidadoso al afirmar esto, pero en realidad, en un sentido general, la mujer pudiera hacer prácticamente todo lo que el hombre hace; todo excepto, por así decirlo, ser autoridad en la iglesia sobre el hombre y enseñarle al hombre. 1 Timoteo 2:12 dice, “Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada” en la iglesia.

Fuera de la iglesia, las cosas son diferentes. Una mujer pudiera ser mi profesora o mi superior en una compañía, como en efecto ocurre muchas veces. Ahora, esa mujer, cuando ejerce esa posición sobre hombres, debe ser extremadamente sensible al hecho de que Dios ha creado a esos hombres con la idea de liderar y, por tanto, ella debería hacer uso de su autoridad y posición para empoderarlos a ellos a tomar decisiones y poderse sentir realizados en el rol que Dios le ha dado. Haciendo eso, ella estaría honrando a Dios y Su diseño.

Hay varios ejemplos puntuales de cosas que quizás una mujer no debiera hacer; no es que no pueda, pero no debiera. El apóstol Pablo dice en 1 Corintios 10:23, “Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica.” Por ejemplo, si una mujer tiene niños pequeños que están todavía en la casa, no debería salir a trabajar. Lo pudiera hacer como mujer, pero no es lo más sabio. Si el hombre está trabajando y ella también, ¿quien va a criar a esos hijos? ¿Una niñera? Ella no necesariamente tiene tus valores, enseñanzas, convicciones, ni tampoco tiene el amor que tu puedes tener por tus hijos. Ella no le puede dar a tus hijos la seguridad que un papá o una mamá sí le pueden transmitir; estaría rompiendo el diseño.

Ahora, eso no significa que otra mujer que no tenga hijos, no pueda trabajar. O que esa misma mujer, después de que sus niños crezcan, estén en el colegio o se independicen, no pueda hacerlo. Entonces, la limitante no es que es mujer sino el rol que ahora ella necesita desempeñar como madre mientras sus hijos están pequeños.

Otro ejemplo es el de roles gubernamentales. Una mujer pudiera ser presidente de una nación; ahora, ¿Sería sabio desde el punto de vista cristiano que la autoridad máxima de una nación sea una mujer? Sé que eso está en debate, pero yo no creo, personalmente, que sea el modelo más idóneo para una sociedad. De hecho, me atrevería a decir que, durante la mayor parte de la historia cristiana, eso raramente se ha dado. La única razón por la que es común hoy en día es por la ausencia y la crisis de liderazgo masculino que nosotros hemos provocado.

Finalmente, ¿Es sabio que la mujer esté en el frente de batalla como hoy las tienen muchas naciones? No creo tampoco que sea el modelo más sabio para una sociedad. La mujer fue diseñada para dar vida; la mujer fue diseñada para amamantar, para criar, para nutrir, no para estar quitando vida en el centro de batalla. En la medida en que la mujer ha ido perdiendo su diseño, se ha ido masculinizando y el hombre feminizando, se producen estos cruces de roles.

La mujer, por naturaleza, si encuentra un hombre que la lidere, ame, apoye, y afirme, le gusta ser liderada; esa es su naturaleza, así fue como la formaron. Ese es un principio de sabiduría, no necesariamente un dictamen o un dogma que lo pudiera impedir.

Entonces, la mujer puede hacer mucho y, de hecho, puede hacer prácticamente todo lo que el hombre pudiera hacer. Pero, lamentablemente, hay algunas cosas que mencionamos aquí que quizás no sean sabias que la mujer haga. ¿Hay un mandato bíblico que impide definitivamente que la mujer haga ciertas cosas? No, pero hay sabiduría bíblica que nos llama a hacer cosas aunque no estén claramente especificadas.

Fuente:
Pastor Miguel Núñez

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