El rechazo es el acto de dejar abandonado o menospreciar a una persona. Esta actitud siempre daña, pero el daño más intenso y permanente es cuando se le hace a un niño de corta edad, y más aún cuando se rechaza una vida en el vientre de la madre. La ignorancia en cuanto al daño que produce el rechazo es tal, que aun los cristianos pueden caer en semejante error. Veamos qué nos dice la Palabra de Dios.
Empecemos analizando hoy la vida del rey David y los distintos rechazos que experimentó.
Todos en la vida hemos sido rechazados de una u otra manera, estemos conscientes de las consecuencias de las heridas del rechazo o no. Veamos la vida de David y sabremos que la cuestión no es el rechazo en sí, lo más importante es como reaccionamos frente al rechazo.
David fue rechazado por su padre, por sus hermanos, por el rey Saúl, por su esposa, por el pueblo, y por su propio hijo Absalón.
RECHAZADO POR SU PADRE
Isaí trajo todos los hijos que tenía para presentarle al profeta Samuel, pero no se acordó de David. Entonces el profeta indagó si estaban presentes todos los hijos. Bueno, está el impresentable, al que nadie da demasiado – replica el padre. “Bueno tráelo hombre” – finalmente dice Samuel. (Ver 1° Samuel 16:10 al 13)
David realizaba la tarea que nadie quería hacer, y nunca pensaban que el pequeño sería el futuro rey de Israel, pues era la antítesis de lo que alguien pensaba que podía ser un rey.
Pero Dios devela a través de la vida de David, el secreto de una persona que va a enfrentar el tema del rechazo con tremendo éxito. Si el rechazo es carencia de amor verdadero y puro, entonces disfrutar del amor más puro sería el antídoto para mitigar el rechazo.
David disfrutaba del amor más puro que existe, que es el amor del Creador. Veamos lo que le dice Dios al rey Saúl a través del profeta Samuel en 1° Samuel 13:14 “Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó”.
David era el dulce cantor de Israel, que ni su padre tenía en cuenta, pero para Dios era importante, Dios sí lo tenía en consideración, porque era un adorador. Este es el principio de la sanidad de la herida del rechazo, saberse amado por Dios y elegido por Dios para salvación. “Deléitate en la presencia del Señor y Él te dará las peticiones de tu corazón” dice la Biblia.
Uno de los rechazos que más marca a un ser humano es el de los padres. Pero qué bueno que existe la medicina de Dios, qué bueno que si nos ponemos bajo el nuevo pacto de la sangre de Cristo hay victoria contra el rechazo:
1ª Corintios 1:28 “y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es”
Esta es la buena noticia del Evangelio: que si la persona acepta a Cristo, la provisión de Dios es completa.
EL RECHAZO DE SUS HERMANOS.
Ver 1° Samuel 17:27 al 29. Al analizar la actitud de David, vemos que él desecha las palabras negativas y de menosprecio de su hermano mayor, y seguía pensado en el gigante a derribar.
Mientras mantienes la mente en derribar a los demonios, el rechazo jamás te va a derribar. Si mantienes tu mirada en el rechazo, el gigante se reirá de vos y de la obra de Dios. Como dice la bendita palabra “no tenemos lucha contra seres humanos sino contra potestades malignas, demonios y seres invisibles, que pelean en las regiones celestes y que saben el potencial peligro que representas para las tinieblas.”
Hay personas que se frustran por no alcanzar éxito, y entonces todo aquel que lo logra se convierte en sospechoso y víctima de su amargura. Nosotros tenemos la fuente de la victoria, ¡todo ese poder está disponible para el cristiano que lo cree! Dios te quiere poner como cabeza y no como cola.
1° Pedro 4:14 “Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes”.
RECHAZADO POR EL REY SAÚL
El rechazo de Saúl representa a la persona envidiosa que teme que alguien más virtuoso le quite el lugar. Saúl envió a David a diversas expediciones militares y debido al éxito que el siempre obtenía, lo nombró jefe.
Volviendo David de una batalla en que fueron destrozados los filisteos, las mujeres de Israel “salieron al encuentro de Saúl, bailando y cantando alegremente al sonido de panderos y platillos”. Y cantaban en 1° Samuel 18: 6-7 “Saúl mató a miles, David a sus diez miles”.
En vez de ponerse alegre con ese reconocimiento del valor de David, Saúl se dejó arrastrar por la envidia y el odio y hasta llegó a desear matarlo.
Atentados criminales de Saúl contra David: Entonces, el “espíritu maligno” se apoderó de Saúl llevándolo al delirio. Para alejar esa agitación “producida por el demonio” y tranquilizar a Saúl, y David comenzó a tocar la cítara. Pero el rey Saúl arrojó una lanza contra David, que ágilmente esquivó; y, en el mismo día, repitió ese atentado criminal.
Después David realizó diversas expediciones y siempre salía victorioso, pues “el Señor estaba con él” (1° Samuel 18: 14). Saúl le prometió a David darle su hija mayor como esposa; la cual, además, ya le pertenecía por derecho, por vencer al gigante Goliat (1° Samuel 17:25). Pero Saúl acabó haciendo que ella se casase con otro. Entonces además de envidioso, Saúl era mentiroso.
Después le dio su hija Mical como esposa, pero el sentido era mostrarle su rechazo para ver si se debilitaba. Ese es el propósito del rechazo que impulsa el diablo, es para mostrarnos desprecio, de manera que nos desanimemos.
Reuniendo a su corte con su hijo Jonathan, Saúl les comunicó su intención de matar a David. Pero Jonathan, en conversación con su padre defendió a David, diciendo que él arriesgó su vida matando a Goliat y proporcionó una gran victoria a todo Israel. Saúl acabó concordando con su hijo, y David volvió a la corte donde retomó sus funciones.
Nuevamente el rey Saúl fue tomado por el espíritu maligno, y David vino a tocar arpa a fin de darle libertad. Pero Saúl repitió el atentado homicida contra el fiel David, el cual esquivó y la lanza se clavó en la pared, por la fuerza con que fuera lanzada. Después de eso, David se dirigió definitivamente a su casa.
Sabiendo que su padre quería matar a David, Mical hizo que él se bajase por la ventana de su residencia para escapar con vida. Saúl mandó emisarios para tomar prisionero a David, y Mical les dijo que él estaba enfermo. Entonces, Saúl les ordenó que lo trajesen “con cama y todo” (1° Samuel 19:15).
De esa forma, se inicia para David una vida errante llena de peligros, la cual terminará con la muerte de Saúl.
David fue al encuentro del profeta Samuel, que se encontraba en Ramá, y le contó todo lo que Saúl hizo contra él. En Ramá estaba instalada una de las escuelas de profetas. Al ser informado de eso, Saúl envió a un grupo de emisarios a aprisionar a David, pero ellos (1° Samuel 19:20) “fueron tomados por el espíritu de Dios” y nada pudieron hacer contra David.
Eso sucedió con un segundo y tercer grupo enviados por Saúl. Los emisarios fueron tomados por el Espíritu Santo, que les hizo cantar alabanzas al Señor y olvidar completamente su misión. Después el propio Saúl se dirigió a la localidad donde estaban Samuel y David, pero fue impedido por Dios y no pudo ejecutar su cruel misión. Saúl estaba tomado por la envidia, la cual es definida como “el odio por la felicidad de otros”.
Que Dios nos otorgue la gracia y humildad para tener desinteresada admiración por las personas virtuosas y exitosas. Es la única manera de perfeccionarnos y aprender.
DAVID RECHAZADO POR SUS PROPIA ESPOSA
Este tipo de rechazo podemos evitarlo trabajando en el área de lo profundo, cuando nos vamos a proyectar para un matrimonio, o cuando estamos hablando de formar una familia. Deberíamos ser muy sabios y procurar la sanidad del rechazo y eso evitará problemas.
Ver 2° Samuel 6:16 “El rechazo puede destruir vidas, matrimonios, familias, amistades, etc. Por eso, las heridas deben ser sanadas, para poder afrontar cada situación adversa en la familia”.
Luego vendrían rechazos por parte del pueblo y de su propio hijo Absalón.
Pero fueron resultado de entregarse a pasiones carnales y al pecado. Entendamos, si no queremos que el maligno se levante en contra de nuestra vida, no le demos lugar, no le demos autoridad.
Que Dios te bendiga y tengas una semana de victoria!