HECHOS 16:22-31 Y se agolpaba el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándose las ropas, ordenaron azotarlos con varas. 23 Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. 24 El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. 25 Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. 26 Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. 27 Despertando al carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. 28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. 29 Él entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
En este texto que hemos leído podemos ver el momento en el cual Pablo y Silas fueron encarcelados después de haber sido azotados con varas, y el texto nos dice que fueron azotados muchas veces.
Y podemos darnos cuenta que todo lo que sufrieron no fue por causa de andar en malos caminos sino por hacer la voluntad de Dios, por servir al Señor con sus vidas.
Esto nos enseña una verdad muy importante que todos debemos comprender : AUN LOS QUE SIRVEN DILIGENTEMENTE AL SEÑOR SUFREN GRANDES DIFICULTADES EN SUS VIDAS.
En la palabra de Dios podemos se nos enseña que buscar diligentemente al Señor, servirle con amor, procurar tener una vida consagrada para el Reino de Dios no significa vivir una vida libre de dificultades y angustias (2 Timoteo 3:10-12) Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, 11 persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. 12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución;
Pero tenemos que comprender también que ESAS DIFICULTADES TIENEN UN PROPÓSITO DE DIOS, UN PROPÓSITO BUENO que se cumplirá aun en las circunstancias que parecen muy malas (Romanos 8:28) Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
VEAMOS EN LA PALABRA DE DIOS CUÁLES SON ALGUNOS DE LOS PROPÓSITOS DE DIOS EN ESAS DIFICULTADES QUE ESTAMOS ENFRENTANDO
I) ESAS DIFICULTADES NO SON PARA DESANIMARNOS O PARA ENTRISTECERNOS, SINO QUE SON OPORTUNIDADES PARA ADORAR A DIOS Y DAR TESTIMONIO A OTRAS PERSONAS
(HECHOS 16:23-25) Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. 24 El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. 25 Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
Verdaderamente cualquiera pensaría que Pablo y Silas tenían muchos motivos para quejarse, para sentirse desanimados, para murmurar en contra del Señor, por las circunstancias que estaban viviendo.
Pero ellos NO CAMBIARON SU CIRCUNSTANCIA PERO CAMBIARON SU ENTORNO, ellos en lugar de quejas, en lugar de murmuración, ALABARON AL SEÑOR.
Ese lugar que seguramente era oscuro, sucio, y con un ambiente seguramente lleno de enojo, tristeza y amargura ELLOS LO CAMBIARON CON SUS ALABANZAS.
Los himnos que ellos cantaron en ese lugar fue un poderoso testimonio para los otros presos que los escuchaban, un testimonio de que a pesar de las circunstancias somos bendecidos porque Dios está con nosotros (Habacuc 3:18-19) Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. 19 Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar.
Es maravilloso ver que las circunstancias no cambiaron el corazón de Pablo y Silas, sino que la presencia de Dios en sus corazones pudo TRANSFORMAR SU ENTORNO y pudieron testificar de su confianza en el Señor.
Como lo podemos ver en la reflexión llamada LOS GRANOS DE CAFÉ: Un padre quiso enseñar a su hija una lección sobre cómo enfrentar las dificultades. Puso una papa, un huevo y granos de café en agua hirviendo. La papa, inicialmente dura, se ablandó; el huevo, frágil, se endureció por dentro; pero los granos de café transformaron el agua en algo nuevo y fragante. El padre le explicó que las dificultades pueden cambiarnos: podemos debilitarnos, endurecernos o transformar el entorno con nuestra actitud. ASÍ DEBEMOS SER LOS CRISTIANOS, cambiar nuestro entorno con nuestra confianza en Dios.
II) ESAS DIFICULTADES SON OPORTUNIDADES PARA EXPERIMENTAR EL MARAVILLOSO PODER DE NUESTRO DIOS MANIFESTADO EN LAS CIRCUNSTANCIAS MÁS DIFÍCILES
(HECHOS 16:26-28) Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. 27 Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. 28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí.
Podemos ver que después de adorar al Señor, de repente se manifestó el poder de Dios en un gran terremoto que abrió todas las puertas y las cadenas de todos en la cárcel.
Esto nos enseña que no importa que estemos en “El calabozo de más adentro” es decir, en una situación tan complicada que pensemos que no hay esperanza, AHÍ SE MANIFIESTA EL PODER Y EL AMOR DE DIOS POR NOSOTROS,
Eso significa que Dios ha permitido esas dificultades en tu vida para mostrarte su poder, sus maravillas y su gran amor por ti.
Es por eso que después de las pruebas y dificultades que Pablo sufrió y experimentar siempre las maravillas del Señor en esas pruebas es que él pudo expresar con toda confianza que SOMOS MAS QUE VENCEDORES POR MEDIO DEL AMOR DE NUESTRO DIOS (Romanos 8:37-39) Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
III) ESAS DIFICULTADES SON UNA PUERTA PARA QUE LA SALVACIÓN PUEDA LLEGAR A OTRAS PERSONAS
(HECHOS 16:29-34) Él entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.
Podemos darnos cuenta que si Pablo y Silas no hubieran pasado por esa prueba tan difícil, ni el carcelero ni su familia hubieran sido salvos. Es decir, esa dificultad fue usada por nuestro Dios como una puerta de salvación para esa familia.
Podemos ver entonces que NO SOLAMENTE LAS PUERTAS DE LA CÁRCEL SE ABRIERON, sino que en realidad espiritualmente, esa dificultad ABRIÓ LA PUERTA PARA EL EVANGELIO en esa familia.
De la misma manera esa dificultad que hoy estamos enfrentando puede ser usada por el Señor para que la salvación llegue a nuestra casa, para salvar a nuestra familia, para salvar a todas aquellas personas que aún no han recibido a Jesús como su salvador personal.
CONCLUSIÓN: Las dificultades que enfrentamos no son señales de abandono divino, sino oportunidades únicas para experimentar el poder y el propósito de Dios en nuestras vidas. A través de ellas, podemos transformar nuestro entorno con alabanza, ser testigos del amor de Dios y abrir puertas para que Su salvación alcance a otros. Aprendamos a confiar en que Dios usa todo, incluso nuestras pruebas, para Su gloria y para nuestro bien.