El lanzamiento de esta canción ocurre en un momento donde muchos jóvenes enfrentan ansiedad, crisis de fe y dudas sobre el futuro.
La reconocida banda Oasis Ministry estrenó en colaboración con el artista urbano cristiano Alex Zurdo el sencillo “Él Podía Marcharse”.
Más que una canción, el tema llega como un recordatorio para los jóvenes cristianos: en tiempos de incertidumbre y ansiedad, la presencia de Dios es la mayor seguridad que podemos tener.
La canción se caracteriza por un mensaje honesto y directo: tener fe no implica la ausencia de dificultades, pero sí la certeza de no enfrentar las tormentas solo.
En sus versos, Oasis Ministry resalta que aunque surjan problemas, si Dios está en nuestra “barca”, no nos hundiremos.
Alex Zurdo, con su particular estilo, añade una interpretación auténtica sobre el valor de la perseverancia y la fe, incluso cuando la ciencia o el entorno parecen cerrar puertas.
“Él Podía Marcharse” destaca no solo por su lírica profunda, sino también por la calidad musical y la producción visual, elementos que la posicionan como una de las colaboraciones más relevantes del año en la escena de la música cristiana contemporánea.
La composición de Elimart De La Rosa y Alexis Velez, sumada a la producción de Rayniery de los Santos y la participación de múltiples voces jóvenes, crea una experiencia artística pensada para inspirar y alentar.
Contexto y relevancia para la juventud cristiana
El lanzamiento de esta canción ocurre en un momento donde muchos jóvenes enfrentan ansiedad, crisis de fe y dudas sobre el futuro.
Temáticas presentes en el tema (“la ansiedad me susurraba que ya Tú no estabas”) reflejan situaciones reales de quienes buscan respuestas y fortaleza en Dios. El mensaje central —Él podía irse, pero decidió quedarse— se traduce en que, a pesar de las circunstancias adversas, Jesús nunca abandona a quienes confían en Él.
Más allá de una balada o worship, “Él Podía Marcharse” es una invitación a confiar en el carácter inquebrantable de Dios.
La canción desafía a los oyentes a no basar su fe en momentos o sentimientos, sino en la convicción de quién es Jesús y lo que ha prometido.
