EFESIOS 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Tenemos que reconocer y no podemos negar que si hay algo que consideramos más difícil en la vida cristiana es PERDONAR, a muchos cristianos les cuesta perdonar a los que los han ofendido y pueden pasar meses o años negándose a perdonar guardando resentimiento y rencor en sus corazones.
Pero tenemos que comprender que el tema del perdón es uno de los temas principales en la vida cristiana, ya que nuestra salvación y la redención de nuestra vida fue realizada por medio del perdón.
Y es por eso que nuestro Dios quiere que NOSOTROS PERDONEMOS ASÍ COMO FUIMOS PERDONADOS.
Pero ¿QUÉ PASA SI NO PERDONAMOS? Veamos por medio de la palabra de Dios la razón por la cual el perdonar es tan importante en la vida de todo cristiano:
I) SI NO PERDONAMOS NUNCA PODREMOS VER A LAS PERSONAS COMO DIOS LA MIRA A ELLAS
Mateo 9:36) Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.
Cuando no perdonamos a alguien NUNCA podremos verla con amor y compasión sino con enojo, con deseos de venganza, con menosprecio y con amargura.
Es por eso que cuando nos perdonamos de nuestra boca salen palabras hirientes, y ponemos en las personas “ETIQUETAS” ofensivas, de burla y de menosprecio, que hieren el corazón y nos alejan de las personas.
Quizás vivimos con personas que se niegan a perdonar los errores que hemos cometido y siempre recibimos palabras hirientes y de menosprecio, pero tenemos que saber que esas palabras no reflejan LO QUE DIOS PIENSA Y SIENTE POR NOSOTROS (Isaías 43:4) Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.
II) SI NO PERDONAMOS, NUNCA PODREMOS RESOLVER LOS CONFLICTOS CON NUESTROS PRÓJIMOS
(MATEO 18:23-30) Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. 25 A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. 26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. 28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y saliendo de él, le ahogaba, diciendo: «Págame lo que me debes. 29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. 30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
El rey que llamó a sus siervos para hacer cuentas representa a nuestro Dios, nosotros teníamos una gran deuda con él por causa de nuestros pecados , no podíamos pagarla de ninguna manera, pero DIOS NOS PERDONÓ LA DEUDA y ese gran conflicto que había entre nosotros y Dios se resolvió, por medio de su perdón.
Pero lastimosamente muchos somos como ese consiervo que fue perdonado por el rey, porque NOS NEGAMOS A PERDONAR COMO FUIMOS PERDONADOS y por eso no podemos resolver los conflictos con nuestro cónyuge, con nuestros padres, con nuestros hermanos o con nuestros hijos.
Porque siempre andamos en el corazón “LAS FACTURAS QUE NOS DEBEN”, es decir, cuando hay algún conflicto lo primero que sacamos a la luz es todo lo que nos han hecho, las faltas que cometieron, el dolor que nos causaron, etc.
Es por eso que a todos los que se niegan a perdonar EL SEÑOR LES HACE HOY UNA PREGUNTA (Mateo 18:32-33) Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?.
III) SI NO PERDONAMOS NUNCA PODREMOS SER VERDADERAMENTE LIBRES DEL PASADO
(ISAÍAS 43:18) No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.
Tenemos que comprender que negarnos a perdonar significa vivir ESCLAVIZADOS AL PASADO, recordando el dolor, las heridas, el menosprecio y el abandono que sufrimos.
Dios tiene COSAS NUEVAS PARA NUESTRA VIDA pero quiere que seamos valientes para SOLTAR EL PASADO, pues no podemos avanzar si seguimos anclados por el peso del pasado en nuestra vida.
En la Biblia la palabra perdón en el original es la palabra griega “AFIEMI” que literalmente significa: SOLTAR O DEJAR IR, es por eso que hoy el Señor nos invita a soltar de una vez y para siempre nuestro pasado, dejar ir ya lo que no nos dejaba avanzar a lo que Dios tiene para nosotros (Filipenses 3:13) Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
Perdonar no significa olvidar o justificar el daño que nos hicieron, pero nos permite soltar el pasado y ser libres de la amargura para poder continuar con nuestra vida SIN LA CARGA DEL PASADO.
IV) AHORA QUE YA COMPRENDIMOS QUE EL PERDÓN ES TAN IMPORTANTE ¿COMO PODEMOS PERDONAR?
PRIMERO: Reconociendo que al perdonar, al obedecer a Dios, LOS VERDADEROS BENEFICIADOS SEREMOS NOSOTROS MISMOS (Job 22:2) ¿Traerá el hombre provecho a Dios? Al contrario, para sí mismo es provechoso el hombre sabio.
SEGUNDO: Comprendiendo que para los hijos de Dios perdonar NO ES OPCIONAL es un mandado del Señor (Marcos 11:25) Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
TERCERO: Comprendiendo que PERDONAR NO SE TRATA DE JUSTICIA sino de MISERICORDIA así como nuestro Dios hizo con nosotros, LO JUSTO ERA QUE NOS CASTIGARA Y CONDENARA, PERO TUVO MISERICORDIA DE NOSOTROS y de la misma forma tenemos que obrar nosotros con los que nos han ofendido (Colosenses 3:13) soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
CONCLUSIÓN: El perdón es una necesidad espiritual para los cristianos, no solo para reflejar el amor de Dios, sino también para liberarnos del peso del pasado. Si no perdonamos, vivimos atados al rencor, incapaces de ver a las personas como Dios las ve, resolver conflictos o avanzar en nuestra vida. El perdón no es una opción, sino un mandamiento divino que trae bendición y restauración. Al perdonar, nos acercamos más a la naturaleza de Dios, quien nos ha perdonado en Cristo.