Estas palabras de nuestro Señor Jesucristo nos llenan de confianza para poder orar y clamar por las necesidades de nuestra vida y por los anhelos de nuestro corazón, él nos dice que debemos confiar que lo que estamos pidiendo en oración el Señor lo hará realidad en nuestra vida.
Pero seguramente muchos nos preguntamos: Si tenemos esa garantía de parte del Señor ¿POR QUÉ NO RECIBIMOS LO QUE PEDIMOS? En la palabra de Dios encontramos la respuesta a esa pregunta, y es porque hay BARRERAS QUE ESTORBAN NUESTRAS ORACIONES.
Pueden haber muchas barreras que pueden estar estorbando las oraciones que hacemos delante de nuestro Dios, pero hoy vamos a reflexionar por medio de la palabra de Dios en CUATRO DE ESAS BARRERAS QUE ESTORBAN NUESTRAS ORACIONES:
I) PRIMERA BARRERA: LA INCREDULIDAD
(SANTIAGO 1:6-7) Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
Verdaderamente como dice el texto la incredulidad es una barrera que impide que nuestras oraciones sean eficaces, es decir que la oración sin fe es una oración vacía, es una oración que NO SE PUEDE CONECTAR AL PODER DE DIOS.
Seguramente todos comprendemos este ejemplo: Una oración sin fe es como tener apagado el wi fi de nuestro teléfono móvil, no se puede conectar, de esa manera una oración sin fe es una oración que no se conecta con el poder y las maravillas del Señor (Hebreos 11:6) Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
La incredulidad se manifiesta en DUDAS, FALTA DE EXPECTATIVA Y DESÁNIMO, por lo tanto tenemos que derribar esa barrera CONFIANDO EN EL AMOR, EL PODER Y LA FIDELIDAD de nuestro Dios
II) SEGUNDA BARRERA: NO PEDIR CONFORME A LA VOLUNTAD DE DIOS
(1 Juan 5:14-15) Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
No podemos esperar recibir lo que estamos pidiendo si lo que pedimos no va conforme a la voluntad de nuestro Dios, no es algo agradable para él , posiblemente estamos pidiendo algo que no está dentro de sus planes y propósitos para nuestra vida.
¿Estará Dios obligado a darnos todo lo que pedimos en oración aun cuando lo que le estamos pidiendo va en contra de su voluntad? O cuando lo que estamos pidiendo son los caprichos de nuestro corazón lleno de vanidad y materialismo?
¿Podría entonces un narcotraficante orar para que Dios bendiga su cultivo de coca o de marihuana y que sus embarques de toneladas de drogas no sean descubiertos?
¿Podría una mujer orar a Dios para que su amante deje a su esposa y se quede con ella?
¿Podría un ladrón pedir a Dios que lo cuide y que los robos que haga sean productivos?
¡PODRÍA HACERLO, PERO SU ORACIÓN NO SERÁ CONTESTADA! Por lo tanto lo primero que necesitamos es conocer la voluntad de Dios, dejarnos guiar por él y someter nuestra voluntad a la de Él.
En los casos de los ejemplos anteriores son cosas que sabemos que son cosas que desagradan a Dios, pero ¿Cómo saber la voluntad de Dios cuando lo que estamos pidiendo parece algo bueno, algo recto y de bendición para nuestra vida? (Proverbios 14:12) Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.
El Señor conociendo la dificultad que tenemos para reconocer su voluntad y su camino, nos ha dejado el mejor de los maestros para enseñarnos a orar conforme a su voluntad: El Espíritu Santo (Romanos 8:26-27) Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
TENEMOS QUE ORAR PIDIENDO SER GUIADOS POR EL ESPÍRITU SANTO PARA ORAR CONFORME A SU VOLUNTAD.
III) TERCERA BARRERA: UN CORAZÓN SIN ARREPENTIMIENTO
(ISAÍAS 59:1-3) He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. 3 Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua.
Tenemos que comprender que nuestros pecados no confesados, es decir, nuestros pecados ocultos o escondidos, son un obstáculo grande delante del Señor para nuestras oraciones.
Como lo dice el texto, nuestros pecados no confesados u ocultos hacen ocultar de nosotros su rostro para no oír, pues esto significa presentarnos delante de él con un corazón falto de sinceridad, y para venir delante del Señor tenemos que acercarnos con un corazón sincero (Hebreos 10:22) acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
¿CÓMO DERRIBAR ESA BARRERA? RECONOCIENDO QUE HEMOS PECADO Y CONFESANDO CON SINCERIDAD NUESTROS PECADOS DELANTE DEL SEÑOR para ser perdonados y lavados con su preciosa sangre (1 Juan 8:10) Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
IV) CUARTA BARRERA: LAS INJUSTICIAS Y VIOLENCIA DENTRO DE NUESTRA FAMILIA
(1 Pedro 3:7) Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
La palabra de Dios nos declara que nuestras oraciones son estorbadas cuando NO tratamos a nuestra como a un vaso frágil, es decir cuando somos ofensivos en el trato, cuando usamos violencia, cuando usamos maltrato verbal, emocional, etc.
Pero la enseñanza de este texto no solamente puede ser enfocada en la violencia e injusticia que se cometen en contra de la esposa, sino a todo maltrato, a toda violencia en contra del MÁS DÉBIL.
Nuestras oraciones son estorbadas cuando en nuestra vida hay maltrato, violencia e injusticias hacia aquellos que no tienen cómo defenderse, que son más débiles que nosotros ya sea por edad, por condición de salud, por su condición económica, etc
¿Sería justo que nuestro Dios responda las oraciones de aquellos que obran con injusticia y violencia en contra de su propia familia? (Salmos 103:6) Jehová es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia.
Tenemos que reconocer en nuestra vida las injusticias y violencia que cometemos, y arrepentirnos de todo corazón delante del Señor,para poder mejorar nuestros caminos y nuestras obras y derribar esa barrera de nuestras oraciones (Jeremías 26:13) Mejorad ahora vuestros caminos y vuestras obras, y oíd la voz de Jehová vuestro Dios, y se arrepentirá Jehová del mal que ha hablado contra vosotros.
CONCLUSIÓN: Nuestras oraciones pueden ser estorbadas por varias barreras que impiden que sean efectivas. La incredulidad, pedir fuera de la voluntad de Dios, un corazón no arrepentido y la injusticia dentro de la familia son cuatro de estas barreras. Para que nuestras oraciones sean escuchadas, necesitamos derribar estas barreras con fe, sometimiento a la voluntad de Dios, arrepentimiento sincero y justicia en nuestras relaciones personales. Cuando nos alineamos con los principios de Dios, nuestras oraciones pueden fluir con poder y ser respondidas conforme a su plan perfecto.
