Cuando hablamos de genealogía, hablamos del estudio de las familias, es decir, antecedentes y descendientes de personas, así como ramas colaterales. Y tiene diversas utilidades, como veremos.
Nuestro artículo debe empezar por un aserto, que es que todos, de una forma u otra, tuvimos o tenemos un padre y una madre. Ellos a su vez, lo mismo, y ellos igual. Si retrocedemos 5 generaciones (aproximadamente 100 años), podemos tener un total de 32 antepasados. Si retrocedemos 5 generaciones más el número se eleva a 1024 personas en nuestro árbol genealógico. Y si retrocedemos hasta 30 generaciones atrás (600 años) el número se dispara a 1,073,741,824, es decir, mil setenta y tres millones setecientos cuarenta y un mil ochocientos veinticuatro personas.
Estos números no son tan exactos, ya que la humanidad ha tenido muchos períodos de altísima mortandad (pensemos en la peste bubónica que azota cuando Justiniano y en la edad media), donde familias enteras morían, lo que reducía la posibilidad de casarse con alguien fuera de la familia, aparte de ciertas sociedades que fomentaron el incesto y relaciones entre parientes cercanos.
Esto hace que muchas veces la cantidad de antepasados reales que tenemos cada uno de nosotros sea mucho menor ya que pueden darse casos de duplicidad. Un tío que casa con una sobrina, o un papá que tuvo hijos con su hija, ambas relaciones provocan que haya duplicidades: ese tío deviene tío, esposo y si tienen hijos, padre y potencialmente abuelo. El padre que tuvo hijos con su hija pasa a ser padre y abuelo a la vez de sus hijos.
Si pensamos en la creación, tal cual está plasmado en la Biblia, Adán (del hebreo Adam, hombre) y Eva (Varona o mujer en hebreo), debido a que hubo muy pocas posibilidades de casamientos, tuvo que haber relaciones cercanas entre familiares, hasta que se crearan grupos humanos distintivos. Pero de ese hombre y mujer primigenios, que no sabemos cual es la apariencia que tenían, surgen todos los grupos humanos que conocemos.
Que si pudo haber varios Adan y varias Eva? Aún no se ha podido probar, pero no se puede descartar de un todo, ya que en distintas partes del mundo hubo poblaciones humanas en la antigüedad más remota, aunque estuviesen retirados esos puntos entre si.
Qué conclusión nos deja todo esto, más allá de números y de la historia del génesis? . Que somos todos hermanos, y estamos relacionados de una forma u otra, y esto crea en nosotros el deber de tratar con dignidad a cada ser humano y ayudarlo a mejorar y crecer. A ser solidarios entre todos y construir un mundo donde nadie se quede atrás.