Nicodemo era uno de los hombres más importante entre los judíos. Se acercó a Jesús de noche (esto es, en oscuridad o ceguera espiritual), indagando sobre las señales que éste hacia, las cuales, según decía, daban testimonio de que era un enviado de Dios y que Dios estaba con él. Jesús le dice que para entrar en el reino de Dios hay que nacer de nuevo, a lo que Nicodemo, muy asombrado, le contesta: ¿Cómo puede un hombre nacer de nuevo siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? (Ver Juan 3:1-4)
- Por los caminos de la ciencia
Las leyes y principios que rigen el mundo físico es Dios quien los ha establecido. La ciencia ha determinado que la herencia se transmite hasta la cuarta generación. En su Palabra, Dios mismo estableció, al decretar los mandamientos de la ley, que es un Dios “fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”. (Éx. 20:5 y 34:14; Dt. 4:24; Jos. 24:19) ¿Quién creó la ley de la herencia? También, la ciencia ha determinado que cuando la sangre se paraliza, se detiene el fluir de la vida. La vida está en la sangre, tal como se indica en la Biblia:” Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación por la persona”. (BLA Lv. 17:11) ¿Quién definió el principio vital de que por la sangre corre la vida?
Los estudiosos de la fecundidad han descubierto que el hombre y la mujer poseen cromosomas: del tipo xy el hombre y xx la mujer. Quien aporta el sexo es el hombre. Para que un ser nazca varón, el hombre aporta cromosoma y, el espermatozoide masculino alcanza el óvulo, la mujer lo recibe en el útero femenino y se forma el embrión macho. Para que sea hembra, un espermatozoide del tipo x se une al óvulo y nace hembra. ¿Qué es el esperma? Para que haya erección, el hombre se llena de sangre en el pene y eso hace aumentar los latidos del corazón, porque hay un bombeo mayor de sangre. Cuando llega el momento de la eyaculación, esa sangre se convierte en esperma en los testículos del hombre. Las glándulas que allí existen convierten la sangre en un fluido diferente, que es una masa liquida por donde se mueven millones de pequeños elementos dispersos en esa masa liquida, que son los espermatozoides. El hombre que aporta la vida, lo hace con sangre transformada en esos minúsculos seres. Es el secreto de la vida. La sangre no es vida, mas por ella corre la vida. La vida fluye a través de la sangre.
- El nacimiento de Jesucristo
La Biblia dice que el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen llamada María, desposada con un hombre llamado José. Entrando donde ella estaba, le saluda diciendo:” ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo. Bendita tu entre las mujeres.” A lo que ella se turbó profundamente y consideraba qué saludo era éste. El ángel le dijo que no temiera, porque había hallado gracia delante de Dios. “Mira, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces le dijo María al ángel: ¿Cómo será esto, pues no conozco varón? El ángel le respondió y le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por lo cual también lo santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. Y he aquí que tu pariente Elizabet, también ella ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que era llamada estéril; porque ninguna cosa será imposible para Dios. Y María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase en mi conforme a tu palabra.” (Lc. 1:30-33)
Y así fue que se hizo. El varón nacido de María tenía un padre, y fue concebido por obra del Espíritu Santo en una mujer llena de la gracia de Dios. ¿Quién aportó el cromosoma y? ¿Cuándo lo hizo? Cuando María dijo que se hacía sierva (esclava), se puso a la disposición del Señor. Cuando declaró hágase en mi, un nuevo ser fue engendrado, con la herencia del Padre que está en los cielos, con la sangre procedente del Padre y con la vida de Dios. María le daba el derecho legal a Dios para usar su cuerpo, para que Jesus, el Hijo de Dios, naciera como hombre aquí en la tierra.
La sombra se establece cuando un objeto o ser material se interpone a la luz. Era necesario que la sombra del Altísimo cubriera a María, pues, de lo contrario, la gloria de Dios la consumiría y hubiese anulado la capacidad de ella para hacer un acto de elección o libre albedrio. Dios no hubiese venido legalmente a la tierra como hombre.
¿Cómo podía un hombre nacer puro y sin mancha si no tenía el ADN de Dios directamente? ¿Cómo no iba a cometer pecado si nacía con la herencia de pecado de un hombre y una mujer naturales? Para que fuera Hijo de hombre debía nacer de una mujer. Para que fuera Hijo de Dios tenía que venir enviado de Dios. Jesús, que significa Dios salva o Dios es salvación, recibió su nombre del Altísimo. Dios le puso nombre a su Hijo amado. Lo imposible para el hombre, se hizo realidad de manera sobrenatural. El rey del universo, que existía desde antes que el mundo fuese, que estaba junto a Dios, y que era Dios, habitó entre nosotros, para salvación de los que creen en su nombre.
- El misterio del hombre espiritual
Dice la Biblia:” Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,” (I Co. 15:45-51)
Jesús resucitó al morir. Su cuerpo no sufrió la corrupción ni su alma fue dejada en el Hades. (Ver Hechos 2:27) Los hombres nacidos de la unión de un hombre y una mujer tienen herencia de pecado, por lo que están destinados a descomponerse al morir y a quedar en sepultura; pero en Jesús no había pecado. Lo santo que nació en María procedía de Dios. Tenía la sangre, el ADN y la vida de Dios. Esa sangre fue la que derramó en la cruz y es la que nos da la vida a nosotros. ¿Cuándo? Este es el misterio: el nuevo nacimiento nos convierte en hombres espirituales, regenerados, nacidos de nuevo, no por la unión de un espermatozoide y un ovulo nuevos, sino por la sangre misma de Jesús, pura y sin mancha, que Dios puso en él al nacer, y que fue derramada por completo en la cruz, como expresión de la entrega de su vida, en sacrificio por los pecados del hombre. No es necesario volver al vientre de nuestra madre. El puso su sangre en expiación por las iniquidades nuestras. Y los que nacen de nuevo son su descendencia, vivirán eternamente. El reinado de nuestro Dios, no tendrá fin. Para el que cree en Jesús y confiesa su nombre, hay resurrección y larga vida.
Al creer en nuestro corazón que Jesús resucitó de entre los muertos, somos adquiridos por Dios como herencia por la fe en Jesucristo. I Co. 15:35-36 dice:” Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes.” Dios es Espíritu y su Hijo, Jesús, nació de una mujer por obra del Espíritu de Dios. Jesucristo era Hijo de Dios y era Hijo de Hombre. Por su mediación, por su nombre, adquirimos herencia de vida eterna, y el amor de Dios se nos revela.
Las características del hombre espiritual son:
- Ama de corazón
- Se humilla delante de Dios. Acepta la corrección.
- Le sirve a Dios con pureza de intención y corazón puro.
- Tiene buena conciencia
- Discierne todas las cosas.
- Perdona con facilidad y prontitud.
- Se compadece del necesitado.
El gran milagro del amor perfecto de Dios es dejarnos su Espíritu, el espíritu vivificante del postrer Adán, del segundo hombre, el del cielo, del Señor, para que podamos volver a experimentar la comunión perdida por el pecado, y tener nueva vida al restablecer el hombre espiritual en nosotros por el Espíritu. El hombre está en capacidad ya, a través de Jesucristo, de saltar de la obediencia al amor, “porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” (Ro. 5:5)
El camino está abierto, y la vía para llegar es Jesucristo, el único Camino al Padre. Continuara….
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PASTOR JUAN BETANCES