Muchos de nosotros no hemos tenido un encuentro personal con Jesús, como Señor de nuestras vidas, no hemos visto su gloria, no está presente cada día en nuestras vidas. No vemos sus milagros, no le sentimos que sea el centro de nuestras vidas, no le amamos, no somos sus amigos, le vemos distante. De oídas lo hemos oído, pero nuestros ojos no le han visto (Job42:5 De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven”
En la Semana Santa se pasan muchas películas sobre la Vida, La Pasión y Resurrección de Jesús, pero la gente las ve como algo trivial. Al momento de ver las películas hay un fuerte impacto emocional, algo dentro de cada persona le dice: realmente si era Dios y sufrió y murió por mi, pero al poco tiempo algunos dicen: esto no es conmigo, no me importa, aun para algunos cristianos todo esto se olvida y volvemos a la vida normal, alejados de él, no lo hacemos el centro de nuestras vidas.
El milagro más grande es que Cristo Resucitó de verdad, Como Jesús se le apareció a los discípulos
Lucas 24:36-40 “Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. 40 Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies”
Cristo venció la muerte, y si el venció la muerte él es Dios y puede vencer todo problema que tengamos y para que tengamos paz Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”
Jesús nos muestra que él es real, pero nosotros no lo queremos creer, todavía dudamos
Lucas 24:41-43 “Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y él lo tomó, y comió delante de ellos”
Esta es una demostración de que el Cristo resucitado es igual a nosotros, que tiene cuerpo humano, solo que está glorificado, pero que de verdad resucitó de los muertos, que está vivo y está sentado a la diestra del Padre intercediendo por todos nosotros.
¿Cómo nos habla Jesús a nosotros?
R/Nos habla al igual que los discípulos por medio de su Palabra.
Lucas 24:44-46 “Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día”
Es necesario que a nosotros también se nos abra el entendimiento, que creamos en el unigénito Hijo de Dios, que lo invitemos a morar dentro de nosotros a hacerlo el Señor de nuestras vidas, que él sea el centro de todo lo que hagamos
¿Que nos ordena Jesús resucitado?
Lucas 24:47 “y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas”
Esta es la gran Comisión dada en Lucas, dice que comenzando en Jerusalén, esto es desde tu casa con tus hijos, con tu esposo o esposa, con tus propios familiares pero llegando a todas las naciones, o sea, a todo el mundo
¿Qué nos promete Jesús?
R/ Poder, pero para que seamos fieles predicando su Palabra, pero también para que vivamos una vida en victoria
Lucas 24:49 “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”
Hechos 1:8-11 “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”.
El nos dice que en él seremos más que vencedores:
Romanos 8:37 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”.
Amigos y hermanos este es el milagro más grande de toda la historia, Jesús resucitó y está vivo, no en una cruz y el nos prometió el poder y nos dijo que seríamos más que vencedores, así pues ninguna pena momentánea nos pueda apartar de él, el tiene cuidado de todos nosotros, y sabe porque nos vienen las aflicciones pero nos dice que confiemos en él, que él ha vencido al mundo, pues resucitó de entre los muertos, para darnos la salvación, la vida eterna y hacernos más que vencedores, pero vencedores con poder.
La gloria sea para nuestro Señor Jesucristo, por los siglos de los siglos amen.
Si usted se encuentra sin Cristo, este es el momento de recibirlo para gozar de todas las promesas que él nos ha dado.
Amigos que se encuentran en este lugar ¿Cómo está su vida? ¿Quiere usted vivir en el Espíritu o ser libre como el viento? Y si usted ya ha recibido a Cristo, ¿Cómo quiere vivir de aquí en adelante? Pensemos bien.
Si usted ha leído u oído este mensaje y siente que quiere cambiar su vida y comenzar una nueva viviendo en el Espíritu lo invito a que haga una oración que cambiará su vida, esta oración no significa un cambio de iglesia o de religión, significa que usted quiere ser un hijo de Dios capaz de vivir en el Espíritu. Lo invito a que haga la siguiente oración:
“Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal; creo que eres Dios, que moriste en la cruz para perdonar mis pecados y que resucitaste al tercer día. Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Señor Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi salvador, amén”
Si usted hizo esta oración, usted ha nacido de nuevo, ahora es parte de la familia de Dios, pues su Palabra dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos Hijos de Dios” Juan 1:12