Job 8:7 Seguimos con esta serie de mensajes enfocados en las diferentes etapas del matrimonio, y este día vamos a enfocarnos en la etapa del matrimonio joven, es decir cuando los cónyuges son personas menores de los 30 años.
Como lo vimos la semana anterior, un buen noviazgo, con la persona correcta, es la mejor preparación para un buen matrimonio, pero también tenemos que saber que cuando ambos cónyuges están jóvenes, es la época de poner buenas bases para el matrimonio, de tomar buenas decisiones, de crear compromisos y buenos hábitos que favorecerán para el éxito en el matrimonio.
Veamos este día algunos consejos muy importantes que podemos encontrar en la palabra de Dios para las parejas jóvenes:
PRIMER CONSEJO: NO SE CONFORMEN CON SOLAMENTE VIVIR JUNTOS, BUSQUEN LA BENDICIÓN DE DIOS PARA SU RELACIÓN (HEBREOS 13:4)
Dejemos algo muy claro: vivir juntos no significa estar casados, aunque esto sea lo normal en la sociedad, para Dios el matrimonio solamente es la unión de un hombre y una mujer bajo su bendición.
Quizás alguien preguntara ¿Sera importante para el Señor que nos casemos? Y la respuesta la encontramos en la palabra de Dios (Juan 2:1-5)
Podemos ver que nuestro Señor Jesucristo fue invitado a una boda y el acepto asistir, y no solamente se conformo a ser un invitado a la boda, el ayudo a los novios cuando se quedaron sin vino, el hizo su primer milagro en la celebración de una boda, por lo tanto, podemos ver que para el Señor la celebración de una boda es un acontecimiento importante.
Muchas parejas jóvenes erróneamente dejan para después lo principal: La bendición de Dios sobre sus vidas, y esto no debe ser así.
Es importante que comprendan que solamente vivir juntos sin estar casados para Dios significa vivir en fornicación, y eso frena las bendiciones que el tiene para esa pareja, muchos mas cuando es una pareja de jóvenes que ya tienen conocimiento de Dios, es decir una pareja cristiana.
Lastimosamente se piensa que primero hay que ahorrar, pues hay que gastar para la cena, para el vestido, para el anillo, etc, etc. Pero tienen que reconocer que antes que agradarse a uno mismo o a agradar a los demás lo principal en nuestra vida es agradar a nuestro Dios.
Normalmente las parejas jóvenes no tienen dinero para hacer una gran celebración, pero no deben olvidar que lo principal no es el vestido, ni el material de los anillos, ni el ramo, ni la comida, lo principal es buscar la bendición de Dios sobre sus vidas, pues la obediencia traerá bendición a su nueva familia.
SEGUNDO CONSEJO: PROCUREN INDEPENDIZARSE DE SUS PADRES PARA FORMAR SU PROPIO HOGAR (MARCOS 10:7-8)
No podemos negar que muchos jóvenes comienzan su vida matrimonial en la casa de los padres de alguno de ellos, ya sea por comodidad, por economía, por costumbre, etc.
Y tampoco podemos negar que muchas veces vivir con los padres aparentemente es algo muy beneficioso, por el cuido de los hijos, por el ahorro en alquiler de una vivienda, por el ahorro en alimentos, etc.
Pero tenemos que comprender que Dios no puede bendecir completamente nuestro matrimonio si no obedecemos primeramente su palabra.
Aunque posiblemente podamos estar siendo de bendición en la casa de nuestros padres o suegros, pero nunca tenemos que dejar de tener en nuestro corazón la decisión o el deseo de independizarnos (Genesis 30:30)
Por muchos factores es lo mejor obedecer la palabra de Dios y tomar la decisión de apartarnos de nuestros padres y construir nuestro propio hogar:
Para poder desarrollar completamente nuestro papel de cabeza de hogar.
Para el manejo de las finanzas
Para la crianza de los hijos.
Para la intimidad sexual de la pareja.
Para poder recibir todas las bendiciones que Dios tiene para nuestro matrimonio.
No lo piensen tanto, la clave esta en confiar y dar un paso de fe.
TERCER CONSEJO: ESFUÉRCENSE POR TERMINAR SU PREPARACIÓN ACADÉMICA (PROVERBIOS 23:23)
Muchas veces cuando nos casamos jóvenes y tenemos que dedicarnos al trabajo y a la crianza de nuestros hijos, vamos dejando de lado algo tan importante como la preparación académica.
Pero es importante comprender que la preparación tanto académica como la preparación técnica son las llaves que sirven para abrir las puertas de oportunidades que Dios trae a nuestra vida.
Claro que esa preparación requerirá esfuerzo, inversión, tanto económica como de tiempo, pero al final valdrá la pena.
Posiblemente al estar leyendo esto pensaras que para ti continuar tus estudios es casi imposible por muchos factores, por lo económico, porque tus hijos estan pequeños, porque sales tarde del trabajo, etc pero recuerda que todo lo que se quiere en la vida requiere esfuerzo y muchas personas en situaciones muy criticas han logrado sus metas, ¿Por qué tu no? Recuerda lo que nos dice el Señor: Esfuérzate y se valiente (Josué 1:9)
CUARTO CONSEJO: CUANDO LLEGUEN LOS HIJOS NO DESCUIDEN SU RELACIÓN COMO PAREJA (TITO 2:3-4)
Definitivamente que la llegada de los hijos en el matrimonio es una gran bendición, convertirse en padres es uno de los momentos mas preciosos de la vida, pero también son tiempos que traen grandes cambios a nuestra vida como pareja.
Los bebes requieren cuidado, tiempo, amor, dedicación, desvelos, etc, y definitivamente todo lo que como padres hacemos por ellos vale la pena, son momentos inolvidables, pero muchas veces nos hacen descuidarnos de nuestra relación como pareja, y eso puede afectar negativamente la intimidad y la sexualidad de los esposos.
Es por eso que es muy interesante lo que el apóstol Pablo dice que las mujeres jóvenes tienen que aprender, pues les dice que primeramente tienen que amar a sus esposos y a sus hijos.
Es decir que las mujeres desde su juventud tienen que aprender que ser madre no significa dejar de ser esposa, y que la pareja, así como debe de cuidar a sus hijos así tiene que cuidar también su relación de matrimonio.
QUINTO CONSEJO: TENGAN CUIDADO CON LAS DEUDAS (PROVERBIOS 20:21)
Generalmente cuando las parejas se casan muy jóvenes lo hacen sin tener muchas cosas para sus hogares, quizás apenas con lo básico y eso hace que la opción de adquirir al crédito todas las cosas que les faltan se vuelve algo muy tentador.
Pero es importante reconocer que las deudas son una carga muy pesada que al final puede traer mas problemas que beneficios al matrimonio.
Tal como lo dice el versículo los bienes que se adquieren deprisa al final pueden no ser una bendición sino una carga, un motivo de pleito entre la pareja.
Lo mejor es aprender a tener paciencia y contentamiento con las cosas que se pueden tener, y aprender a ser sabios administradores de las finanzas para ahorrar y no tener que incurrir en créditos innecesarios.
Igualmente, las tarjetas de crédito son una gran tentación para poder obtener algunas cosas que por medio de los ingresos económicos de la pareja no se pueden obtener rápidamente, pero debido a los altos intereses y la facilidad para adquirir cosas que son innecesarias es mejor no utilizarlas.
Es mejor ser sabios y ahorrar y confiar en la promesa de nuestro Dios (Filipenses 4:19) que el suplirá todo lo que nos falte por medio de sus riquezas en gloria.
SEXTO CONSEJO: NO CAIGAN EN LA TRAMPA DEL LIBERTINAJE (GALATAS 5:13)
Usar nuestra libertad para las cosas mundanas y para los placeres de la carne se llama libertinaje, es decir una falsa libertad pues en realidad nos llevara a la esclavitud del pecado.
Muchos matrimonios jóvenes al sentirse libres del yugo de sus padres usan esa libertad para alejarse de los caminos de Dios, pues sienten o piensan que ya nadie puede decirles nada,
Otros matrimonios jóvenes cuando ya no tienen la presión de sus padres para asistir a la iglesia, poco a poco se van alejando, poco a poco dejan de congregarse y caen en el enfriamiento espiritual y muchas veces caen en vicios, o en una vida llena de diversión, de fiestas, y se enredan en una vida llena de mundanalidad.
Es necesario comprende que libertad no es igual a libertinaje, y que, aunque ya no estemos bajo la autoridad de nuestros padres, si estamos bajo la autoridad de Dios, y tenemos que agrandarlo a el y honrar a nuestros padres con nuestra vida, aunque ya no vivamos con ellos.
Comenzar la maravillosa aventura del matrimonio estando jóvenes es algo precioso, pero nunca tenemos que tratar de caminar lejos del Señor, si ponemos nuestra vida y nuestro matrimonio desde la juventud en las manos del Señor tendremos victoria y bendición, y no debemos olvidar lo que nuestro Señor Jesucristo nos enseñó: Separados de mí, nada podéis hacer (Juan 15:5)