Pero uno de los veinticuatro ancianos me dijo: «¡Deja de llorar! Mira, el León de la tribu de Judá, el heredero del trono de David, ha ganado la victoria. Él es digno de abrir el rollo y sus siete sellos». Apocalipsis 5:5
Cada vez que el Señor viene como un León, eso significa asuntos serios. Él viene a poner fin a todo gobierno espiritual falsificado para establecer su gobierno. Hoy comparto dos palabras proféticas que nos animarán a levantarnos con fe y expectativa y oro por cada lector para romper con toda parálisis en el Nombre de Jesús. Se rompe todo letargo, temor y ansiedad que los mantuvieron estancados. Hablo vida y el fuego de Dios que los motivarán y los animarán para avanzar. Declaro que el RUGIDO DEL LEON DE JUDA hará huir toda intimidación y trampa del enemigo en el Nombre de Jesús.
“Esta es una temporada de grandes avances, pero primero veremos cómo se rompen las asignaciones de asesinato, las palabras que han frenado nuestro crecimiento, la hechicería que nos ha confundido y diluido nuestro fluir, y las alianzas impías. Sigo escuchando al Señor decir: «¡YO SOY UN DIOS CELOSO Y JUSTO!», Y en este momento, Él está RUGIENDO sobre las áreas de nuestra vida en las que no hemos sido justificados, en las que estamos siendo atacados y en las que aún no hemos visto la promesa. No teman a la batalla, son solo gatitos maullando, porque estamos en la temporada de eclipsamiento del LEÓN DE JUDÁ”. (Nate Johnston)
Amós 3:8 Ruge el león; ¿quién no temblará de miedo? Habla el Señor omnipotente; ¿quién no profetizará?
“Dios está a punto de llegar a la vida de Su pueblo de tal manera que el cielo se encontrará con la Tierra de manera significativa. Está a punto de haber una reintroducción significativa del poder de Dios en la vida de Su pueblo. La historia está cambiando. Dios está dándole vuelta a la página y a punto de mostrarse FUERTE en el Cuerpo de Cristo. Escucho el rugido del LEON DE JUDA en el espíritu. Él vendrá por Su pueblo. Él vendrá en nombre de Su pueblo. Él vendrá con un cambio divino y una alineación, donde nada se opondrá al RUGIDO de Su nombre, y el Cuerpo de Cristo se sacudirá con el sonido de Su fidelidad. ¡El sonido de su fidelidad está a punto de resonar fuertemente!”
“El Señor me habló que vendrá como el LEON DE JUDA y habrá un rugido que será lanzado sobre muchos, que traerá la alineación divina más poderosa a sus vidas. No solo transformará un área de sus vidas, será una TRANSFORMACIÓN COMPLETA. Jesús está a punto de revelarse con Su poder como nunca antes a muchas personas. No solo los cuerpos se sanarán repentinamente, las situaciones darán un giro, las cadenas y los gigantes se desintegrarán, y la tierra que el enemigo ha tomado será quitada repentinamente de él. NADA estará en contra del nombre de Jesús. Las cosas que se han negado a inclinarse ante el nombre de Jesús en la vida de los creyentes están a punto de ser desarraigadas y eliminadas por el poder de Dios en el nombre de Jesús. 2 corintios 1:20 está a punto de resonar fuertemente.
2 corintios 1:20 NTV Pues todas las promesas de Dios se cumplieron en Cristo con un resonante «¡sí!», y por medio de Cristo, nuestro «amén» (que significa «sí») se eleva a Dios para su gloria.
Hay un gran cumplimiento de las promesas de Dios que se encontrarán en los milagros que están por suceder. Los animo a crear un ambiente de fe en su vida para ver el gran cumplimiento y los milagros que están por suceder. Se han aferrado al Señor y a Su Palabra por mucho tiempo, pero luchas y batallas han llegado para desanimarlos de esas promesas. Se ha librado una batalla en la oscuridad que muchos no han visto, pero AHORA están a punto de ser llevados al mayor milagro de su vida. No será por su mano o su poder, sino por el Espíritu de Dios. (Lana Vawser)
Romanos 8:37-39 (TLA) En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total. Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida ni la muerte, ni los ángeles ni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!
Con amor y oraciones,