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El legalismo y la hipocresía

Mateo 15:8-9 Esta noche continuamos estudiando los enemigos de la iglesia, y hoy estudiaremos un enemigo que lastimosamente está presente en muchas iglesias cristianas en la actualidad y este enemigo está afectando tanto para la salvación del inconverso como para el crecimiento espiritual del creyente.

Antes de comenzar a estudiar lo que significa el legalismo y la hipocresía en la iglesia tenemos que conocer y comprender lo que NO ES LEGALISMO:

Procurar vivir una vida de santidad, es decir apartada para Dios (1 Tesalonicenses 4:2-3) Muchas veces llamamos legalistas a personas que tienen en su corazón el sincero deseo de agradar a Dios con sus vidas apartándose de aquellas cosas que contaminan su vida espiritual, y el problema muchas veces no es su “santurronería” como muchas veces les decimos sino nuestra propia vida llena de mundanalidad.

Confrontar a las personas por su pecado motivándolas a tener una verdadera conversión en sus vidas para beneficio de ellos y de la iglesia (Mateo 18:15-17) A ninguno de nosotros nos gusta ser reprendidos ni corregidos, pero tenemos que comprender que es necesario y beneficioso para nuestra vida y no esto no significa ser legalista como generalmente lo llamaríamos nosotros si somos exhortados o corregidos, pero la palabra de Dios es clara la disciplina no es agradable pero si es necesaria y beneficiosa (Hebreos 12:11)

Ya reflexionamos sobre lo que no es legalismo ahora comprendamos QUE ES LEGALISMO: Tenemos que saber primeramente que el termino legalismo o legalista no aparece en la Biblia, sino que es un término que se usa para designar como lo decía el versículo con el cual comenzamos esta noche a aquellas iglesias que enseñan como doctrina “mandamientos de hombres” es decir que enseñan un sistema de reglas humanas para alcanzar la salvación y el crecimiento espiritual, Veamos en la palabra de Dios cuales son los peligros de vivir un cristianismo legalista y lleno de hipocresía.

ES UN PELIGRO PORQUE EL LEGALISTA DEJA DE LADO LA JUSTICIA DE DIOS POR MEDIO DE JESUCRISTO PARA ESTABLECER SU PROPIA JUSTICIA POR MEDIO DE LEYES Y REGLAMENTOS HUMANOS (ROMANOS 10:2-4)

No podemos negar que muchas de las personas legalistas tienen un sincero celo de Dios, pero no conforme a lo establecido por el Señor en su palabra.

La palabra de Dios nos enseña que el hombre es justificado únicamente por medio de la fe en Cristo Jesús (Romanos 5:1/ Gálatas 2:16)

Los legalistas enseñan que para ser justificado es decir para recibir la salvación es necesario recibir a Cristo como salvador, “Y” también cumplir con sus propias reglas o PRECEPTOS establecidas por ellos mismos (Colosenses 2:20-22)

Es decir que el legalismo expresa lo siguiente: Para ser justificado, para ser salvado, tiene que recibir a Jesús “y” también hacer esto o aquello o dejar de hacer esto o aquello, es decir fe mas obras, lo cual es contrario a lo que la palabra de Dios enseña (Efesios 2:8-9)

ES UN PELIGRO PORQUE EL LEGALISMO SE ENFOCA SOLAMENTE EN CUIDAR EL EXTERIOR, EN LAS APARIENCIAS, Y NO EN LA VERDADERA CONVERSION DE LAS PERSONAS (MATEO 23-24-28 /MARCOS 7:1-7)

La mayoría de todas los reglamentos y leyes de los legalistas están enfocadas en dar una apariencia de piedad, una apariencia de espiritualidad, pero tenemos que comprender que Dios no quiere apariencia sino una verdadera conversión de nuestra vida por medio de su poder para santificarnos no de las leyes humanas (1 Tesalonicenses 5:23)

Los legalistas tratan de transformar la vida de las personas por medio de reglamentos y normas, pero todo eso solamente puede transformar el exterior de las personas pues no son los hombres ni sus reglas los que transforman, ni nuestras propias leyes o reglamentos sino Cristo en nosotros (hebreos 13:20-21)

Cada uno de nosotros debemos de comprender que para ser un cristiano espiritual no solo se trata de alejarse de los vicios, del cine, de la televisión, del futbol, del maquillaje, de los aretes y de los pantalones (en el caso de las hermanas), SINO DE ACERCARSE A DIOS (Juan 15:4 /Santiago 4:8)

ES UN PELIGRO PORQUE EL LEGALISMO DEJA DE LADO EL AMOR Y LA MISERICORDIA (MATEO 9:10-13)

Lastimosamente un cristiano legalista se convierte en juez de las personas y no en prójimo de las personas.

La mayoría de los cristianos legalistas tienen su corazón lleno de soberbia por los sacrificios que hacen y por los preceptos que cumplen y menosprecian a las demás personas y se alaban a si mismos (Lucas 18:9-14)

Una persona legalista juzga a los demás, pero no ve su propia vida, que muchas veces hace cosas peores que las personas que está señalando y juzgando (Romanos 2:1) pero tenemos que comprender que el Señor no nos ha enviado a juzgar sino a amar a nuestro prójimo (Romanos 13:9)

ES UN PELIGRO PORQUE NOS ALEJA DE CRISTO (MATEO 23:13)

Cuantas personas que llegaron buscando de Cristo a una iglesia legalista se fueron sin experimentar su amor y su salvación porque se le cerraron las puertas por su forma de vestir, por su apariencia externa, por los requisitos que tenía que cumplir, etc.

Lastimosamente los cristianos legalistas han olvidado o no comprenden que la ley debe ser nuestro “Ayo” para llevarnos a Cristo, no para alejarnos de él (Gálatas 3:24-25)

La ley nos demuestra que somos pecadores para llevarnos a recibir el amor y el perdón de Cristo en nuestra vida, no para mostrarnos que somos pecadores y que no merecemos acercarnos a él.

Tenemos que recordar las palabras de Jesús (Mateo 11:28) VENID A MI TODOS…”

 

Fuente:

Fuente:
Pastor Oscar Flores | El Salvador

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