Principal

El justo no se rinde. Dios lo levanta siempre, Caer no es el final, levantarse es la victoria del justo

TEXTO: PROVERBIOS 24:16 Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal.

La palabra de Dios nos declara algo muy importante, aunque seamos cristianos y declarados justos por la fe, siempre podemos caer en pecado, pero la diferencia es que NOS VOLVEMOS A LEVANTAR POR LA MISERICORDIA Y LA GRACIA DE NUESTRO DIOS.

Veamos en la palabra de Dios cuáles son las instrucciones Bíblicas que podemos encontrar para nuestra vida si hemos caído y VERDADERAMENTE QUEREMOS LEVANTARNOS con la ayuda de nuestro Dios (Salmo 51:1-7) Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. 5 He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre. 6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.

Este es el salmo por excelencia para aquellos cristianos que han caído en pecado y que ANHELAN DE TODO CORAZÓN LEVANTARSE PARA AGRADAR AL SEÑOR.

REFLEXIONEMOS EN ESTOS VERSÍCULOS PARA COMPRENDER CUALES SON LAS INSTRUCCIONES PARA EL CRISTIANO CAÍDO.

VEMOS PRIMERAMENTE LO QUE PRODUCE EL PECADO EN NUESTRA VIDA: SENTIMIENTOS DE CULPABILIDAD, TEMOR Y SENTIMIENTO DE SUCIEDAD O DE SER INDIGNOS (Vs 1-2) Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.

¿EN QUÉ MOMENTO DE NUESTRA VIDA ES QUE PEDIMOS PIEDAD? Cuando sabemos que hemos cometido una falta que merece castigo, es decir, cuando SABEMOS QUE SOMOS CULPABLES Y MERECEMOS SER CASTIGADOS.

¿EN QUÉ MOMENTO DE NUESTRA VIDA SENTIMOS QUE NECESITAMOS SER LAVADOS Y LIMPIADOS? Cuando nos sentimos sucios e indignos en nuestro corazón, cuando sabemos que nuestra alma está contaminada por el pecado.

Cuando caemos en pecado el temor al castigo, a la disciplina de Dios y a las consecuencias de nuestro pecado llenan nuestro corazón, también nos sentimos sucios e indignos de presentarnos delante del Señor, nos sentimos indignos de servirle, de orar, y de congregarnos, y eso nos roba el gozo, nos roba la paz, y puede hacer que nos alejemos del Señor (Génesis 3:8-10) Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.

¿QUÉ DEBEMOS HACER ENTONCES?
I) EL PRIMER PASO PARA LEVANTARNOS ES TENER LA VALENTÍA DE RECONOCER Y ACEPTAR NUESTRO PECADO DELANTE DE DIOS

(SALMO 51:3-4) Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.

La única forma de quitar el temor de nuestro corazón, de ser lavados y limpiados es VENIR DELANTE DEL SEÑOR Y CONFESAR NUESTRO PECADO. Tenemos que tener la valentía y la sinceridad de corazón para mostrarle a Dios nuestra suciedad para que él pueda lavarnos y limpiarnos con su preciosa sangre.

Pero tenemos que venir sin excusas, sin señalar culpables y sin tratar de justificar nuestros errores (Vs 4a) Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos….

II) PARA LEVANTARNOS Y PERMANECER EN VICTORIA NO SOLAMENTE DEBEMOS SER PERDONADOS SINO RENOVADOS POR NUESTRO DIOS

(SALMO 51:7-10) Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.8 Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido. 9 Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades.10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

Cuando caemos en pecado muchas veces como cristianos cometemos el error de solamente buscar ser perdonados pero no dejamos que nuestro Dios nos renueve, que nuestro Dios restaure nuestro corazón.

Hay una alabanza que expresa exactamente lo que debemos anhelar cuando hemos caído, cuando le hemos fallado al Señor, esa alabanza se llama RENUEVAME:

Renuévame, Señor Jesús

Ya no quiero ser igual

Renuévame, Señor Jesús

Pon en mí tu corazón

Porque todo lo que hay dentro de mí

Necesita ser cambiado, Señor

Porque todo lo que hay dentro de mi corazón

Necesita más de ti

Necesitamos ser perdonados, pero también necesitamos que nuestro Dios transforme nuestro corazón, que nuestro Dios nos de un corazón completamente nuevo (Ezequiel 36:26) Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.

Para comprender mejor el punto podemos decir que: Hay vehículos que no solamente necesitan enderezado y pintura, NECESITAN UN MOTOR NUEVO, eso significa que : No solamente necesitas ser perdonado para seguir viviendo igual, necesitas un NUEVO CORAZÓN para no volver atrás.

III) PARA NO QUEDARNOS CAÍDOS NUESTRO MAYOR TEMOR DEBE SER PERDER EL GOZO QUE PRODUCE EN NOSOTROS LA PRESENCIA Y EL RESPALDO DE DIOS EN NUESTRA VIDA

(SALMO 51:11-12) No me eches de delante de ti,Y no quites de mí tu santo Espíritu.12 Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente.

Podemos ver que el mayor temor de David no era perder su trono, es decir él no tenía temor de perder su reino, sino de perder la presencia de Dios.

Nuestro mayor anhelo debe ser no quedarnos caídos sino levantarnos para agradar a nuestro Dios, no para quedar bien con las personas, sino por el deseo de que la presencia y el respaldo del Señor esté siempre en nuestra vida.

Si de algo debemos estar seguros es que NADA PUEDE SUSTITUIR LA PRESENCIA Y EL RESPALDO DE DIOS EN NUESTRA VIDA (Éxodo 33:13-15) Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. 14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. 15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.

REFLEXIÓN FINAL: Solamente hay algo que Dios pide para levantarnos y para mantenernos en victoria: HUMILDAD PARA RECONOCER QUE SOLAMENTE ÉL NOS PUEDE PERDONAR Y RESTAURAR (Salmo 51:16-17) Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto.17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

CONCLUSIÓN: El cristiano puede caer, pero la victoria no está en quedarse en el suelo, sino en levantarse confiando en la gracia y el perdón de Dios. El Salmo 51 nos recuerda que no basta con ser perdonados, necesitamos ser renovados por el Señor y cuidar lo más valioso: Su presencia en nuestra vida. Si venimos con un corazón contrito y humillado, Él no nos despreciará, sino que nos levantará con nuevas fuerzas para seguir adelante.

Fuente:
ASTOR OSCAR FLORES | EL SALVADOR

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba