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!El ha resucitado!

El domingo por la mañana temprano, mientras aún estaba oscuro, María Magdalena llegó a la tumba y vio que habían rodado la piedra de la entrada. Corrió y se encontró con Simón Pedro y con el otro discípulo, a quien Jesús amaba. Les dijo: «¡Sacaron de la tumba el cuerpo del Señor, y no sabemos dónde lo pusieron!». Juan 20:1-2

Hay algo en esa pequeña frase: “MIENTRAS AUN ESTABA OSCURO…” No había nada que indicara que algo había cambiado. La oscuridad que rodeaba a María Magdalena casi la consumía. Sin embargo, temprano, se levantó y fue al sepulcro. Al único lugar donde Jesús podría estar. Ella no sabía que la piedra sería removida, pero aun así ella fue. Mientras aún estaba oscuro. En ese momento, se encontró con el Jesús vivo y resucitado. Ella fue la primera persona en todo el planeta en encontrarse con Cristo resucitado. Porque fue “mientras aún estaba oscuro”. Nada volvería a ser igual. Hoy, las cosas pueden no parecer que están cambiando. Dios puede estar tranquilo. Puede que estés luchando. ¿Pero seguirás adelante? ¿Todavía te aferrarás a lo que Dios te ha dicho? ¿Seguirás confiando en que Él tiene más? Aunque todavía está oscuro, algo completamente más allá de lo que podrías haber imaginado está a punto de suceder. (Craíg Cooney)

María Magdalena fue la primera persona que vio a Jesús después de la resurrección. En un instante, pasó de la hora más oscura de su vida al momento de alegría más brillante que jamás había experimentado. Y déjenme decirles que, así como Dios lo hizo con María Magdalena, Él puede convertir en un de repente tu peor tragedia en tu más grande triunfo.

El Domingo de Resurrección no solo nos recuerda el amor que Dios tiene por la humanidad, sino que también nos recuerda que Él es el Dios de las imposibilidades. Aunque muchas cosas se derrumban a nuestro alrededor, hay una cosa a la que podemos aferrarnos por seguridad: y es a las promesas de la Palabra de Dios. Jesús prometió a sus discípulos que regresaría y, después de tres días en la tumba, resucitó. Su resurrección nos asegura que Dios es capaz de:

· Revertir lo irreversible.

· Cambiar lo inmutable.

· Superar lo insuperable.

· Sanar a los enfermos.

· Resolver lo imposible.

· Restaurar lo que aparentemente no se puede restaurar.

Juan 20:19-22 Ese domingo, al atardecer, los discípulos estaban reunidos con las puertas bien cerradas porque tenían miedo de los líderes judíos. De pronto, ¡Jesús estaba de pie en medio de ellos! La paz sea con ustedes, dijo. Mientras hablaba, les mostró las heridas de sus manos y su costado. ¡Ellos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor! Una vez más les dijo: La paz sea con ustedes. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes. Entonces sopló sobre ellos y les dijo: Reciban al Espíritu Santo.

Con amor y oraciones,

Fuente:
Magie de Cano

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