Principal

El Fruto de Nuestras Palabras y Nuestra Actitud Ante la Presencia de Jesús

Cuando Marta oye que Jesús viene no espera hasta que Él venga sino que sale a encontrarlo y María se queda en casa. Es interesante ¿no?, Marta es la diligente, la afanosa, la concienzuda, la responsable y va a recibir a Jesús y corre a atenderlo y a saludarlo, y a dejarle saber lo que está pasando. María quizás se quedó ¿haciendo qué?, orando quizás, era más tierna, más mística que vemos también eso retratado en la famosa escena de Marta atentiendo, trabajando, preparando la mesa. María allí, cada una como que manifiesta su carácter y su temperamento por la forma en que reaccionan a la venida de Jesús.

Marta llega donde está Jesús y se da un diálogo bien interesante donde Marta le dice al Señor: «Oh Señor si hubieses estado aquí mi hermano no habría muerto.» Hay algo ahí de recriminación quizás, quizás una leve no acusación pero sí como un lamento, Señor caramba si Tú hubieras venido un poquito antes, te hubieras apurado un poco más mi hermano no habría muerto. ¿Cuántas veces nosotros le decimos así al Señor, oh por qué no te apuraste un poquito más, por qué no hiciste esto?. ¿Por qué dejaste que yo perdiera mi casa, por qué no me enviaste el dinero que yo necesitaba para resolver esa situación que ahora se ha puesto peor, por qué no sanaste a mi hijo antes, por qué no lo quitaste de las drogas un poquito antes, mira ahora como está?.

El Señor tiene un plan. No entendemos a veces, le puede parecer un poco hasta raro la manera en que Dios obra pero Él está en control, Él sabe lo que está haciendo. No podemos recriminarle al Señor nada, tenemos simplemente que habitar en Su Voluntad. Y el Señor tenía un plan evidentemente. Y por eso el Señor le dice; ahora es interesante antes de ir allí dice Marta: «Mas también yo sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.»

Wow ahí vemos como una, Marta se recupera de su recriminación al Señor, dice: pero ¿sabes qué Señor? yo entiendo, yo sé que de todas maneras si tú le pides a Dios Él te va a dar de todas maneras. Qué bueno que Marta por lo menos saca fuerzas de su propia tristeza y confiesa su fé al Señor. Qué importante que de nuestra boca salgan palabras de fé y de confianza en Dios aún cuando estamos en medio de dolor, que en vez de recriminar al Señor y meternos en un lenguaje de víctima y de recriminación a Dios, y de negatividad nosotros siempre tengamos palabras positivas, palabras de esperanza.

Dice la Biblia que en la boca está el poder de la vida o de la muerte y conforme a lo que nosotros decimos con nuestra boca así es nuestra vida. Marta en vez de quedarse en una palabra negativa termina con una palabra positiva y así debemos hacer nosotros también; que de nuestra boca salgan palabras de esperanza, aún cuando estemos en la mayor crisis de nuestra vida que podamos decir: pero el Señor me va a sacar adelante todavía, yo creo en Él, con confío en Él, Dios es poderoso, el hombre no tiene la última palabra, las circunstancias no tienen la última palabra.

Qué bueno es que tengamos palabras también de fé y de esperanza en medio de las crisis y de las situaciones difíciles y que no nos quedemos solamente acusando al Señor o dudando de Él. Estas palabras tienen poder. Dios le bendiga y vamos a continuar meditando en estas palabras en el próximo segmento.

Fuente:
predicas.org

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba