“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Romanos 8:28
Hay momentos en la vida en donde quieres salir corriendo, todo está en contra y no vez una. En esos momentos te sientes agobiado, cargado, turbado o cualquier palabra que quieras usar para describir lo mal que la estas pasando. Somos humanos y como tal es normal sentir eso y hasta sentirse desesperado.
Todos hemos pasado por momentos como esos y muchos no quisiéramos volverlos a vivir, pero tarde o temprano se dará lugar nuevamente para que eso ocurra, y es porque Dios quiere mostrarse a nuestra vida como un Dios Poderoso para cambiar cualquier situación a favor nuestro.
Lo que ocurre en estos casos es que a primera viste lo vemos con nuestros ojos humanos y no con ojos espirituales, muy dentro de nosotros sabemos que debemos esperar en Dios, que debemos confiar en El, pero nuestra naturaleza humana nos gana muchas veces la convicción y es ahí en donde entramos en momentos de crisis anímicamente hablando.
Lo lindo de todo esto es que sabemos la respuesta, sabemos que debemos depositar nuestra confianza en el Señor, sabemos que debemos tranquilizarnos porque Dios tiene el control de todo, eso y mucho mas es lo que sabemos, pero ¿Por qué aun sabiendo esto me siento mal?
Tan sencillo como decirte que el blanco es claro y el negro es oscuro, también el humano es vulnerable y somos incrédulos por naturaleza.
Es por esa razón que en momentos como estos es donde debemos de demostrar nuestra Fe, es decir nuestra convicción y certeza, la FE puesta en práctica da unos resultados más que excelentes, si bien es cierto que humanamente somos sensibles a las circunstancias malas que nos suceden, también es bueno recordarte que en Cristo TODO lo puedes y que junto a El eres mas que Vencedor.
Es por esa razón que en esta hora quiero recordar algo muy importante:
No importa lo difícil que parezca la situación que estás viviendo, no importa que todo mundo este en tu contra, no importa que te sientas débil y vulnerable, no importa si los vientos son fuertes y la barca pareciera que se hunde solo quiero decirte que si tu AMAS A DIOS entonces no hay de que preocuparse, pero si lo amas de verdad, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Pues si en realidad AMAS a DIOS TODO, te lo repito TODO, y nuevamente te lo repito por si aun no queda claro TODO te ayudara para bien, es decir.