Se dice que el ser humano pasa 2 años aprendiendo a hablar, pero pasa toda la vida aprendiendo a callarse.PROVERBIOS 17-27-28-
Los versículos que hemos leído nos dicen que ahorrar las palabras es de sabios y que aun cuando un necio se calla se comporta como un sabio.
Es muy importante que como cristianos comprendamos la responsabilidad que cada uno de nosotros tenemos por las palabras que salen de nuestra boca.
- Nuestras palabras pueden dar vida o pueden matar: (Proverbios 18:21)
- De nuestras palabras también daremos cuenta a Dios (Mateo 12:36)
Reflexionemos en esta pregunta: Si tuvieras que tragar tus palabras ¿Se nutriría tu alma, o moriría envenenada?
Hoy aprenderemos como ahorrar las palabras, como ser prudentes para hablar, como callar cuando es necesario, es por eso por lo que necesitamos filtrar nuestras palabras antes de hablar, reflexionar antes de decir algo sobre nuestro prójimo.
Un filtro es: un dispositivo que retiene ciertos elementos y deja pasar otros, es decir que hay palabras y comentarios que si podemos hacerlos, pero también hay otro tipo de comentarios que no debemos hacerlos.
Este filtro de nuestras palabras lo vamos a comprender mejor por medio de las tres puertas por las cuales nuestras palabras tendrían que pasar antes de que las digamos.
HISTORIA DE LAS TRES PUERTAS:
Un discípulo llegó muy agitado a la casa de su maestro y empezó a hablar de esta manera:
Maestro, quiero contarte cómo un amigo tuyo estuvo hablando muy mal de ti.
El maestro lo interrumpió, diciendo:
¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a través de las tres puertas lo que me vas a decir?
¿Las tres puertas? Pregunto el discípulo.
¡Si! replicó el maestro. La primera es la VERDAD ¿Ya examinaste cuidadosamente si lo que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos?
No…Lo escuché comentar a unos vecinos…
Bueno, pero al menos, lo habrás hecho pasar por la segunda puerta, que es la BONDAD. ¿Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?
No, en realidad no; al contrario.¡Ah! – interrumpió el maestro-. Entonces vamos a la última puerta, la NECESIDAD. ¿Es necesario que me cuentes eso?
Para ser sincero, dijo el alumno, no; no es necesario, Entonces – sonrió el sabio-, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario…sepultémoslo en el olvido…
Ahora apliquemos cada una de estas tres puertas a nuestra vida por medio de la palabra de Dios:
I) PRIMERA PUERTA: LA VERDAD, ¿LO QUE VAMOS A CONTAR ESTAMOS SEGUROS DE QUE ES CIERTO? (EXODO 20:16)
- ¿Estamos seguros de que lo que vamos a decir de nuestro prójimo podemos hablarlo con verdad en nuestro corazón? (Salmo 15:1-2)
- Si lo que vamos a contar de alguien no estamos seguros de que sea cierto entonces es un chisme y el chisme desagrada a Dios, tenemos que comprender que el chisme es un pecado. (Levítico 19:16)
- Tenemos que tener bien claro el daño que los chismes causan:
- Un chisme puede destruir buenas amistades (Proverbios 16:28)
- Una persona chismosa causa pleitos y contiendas (Proverbios 26:20)
- Un chismoso causa contiendas que pueden causar grandes enredos (Proverbios 17:14)
- La Biblia también nos declara que los chismosos son desechados por nuestro Dios (Jeremías 6:28-30)
II) SEGUNDA PUERTA: LA BONDAD, ¿LO QUE VAMOS A DECIR ES BUENO PARA ALGUIEN? (EFESIOS 4:29)
- Si lo que vamos a decir no es bueno, se convierten en palabras que son lo contrario de edificar: destruyen, y destruyen familias, destruyen iglesias, destruyen ministerios, destruyen testimonios.
- La palabra de Dios nos declara que el buen nombre es de gran valor (Proverbios 22:1) ¿Sera bueno que destruyamos el buen nombre de una persona por algo que vamos a contar y que no sabemos si es verdad?
- Cuando nuestras palabras no son buenas para nadie, se convierten en un fuego que destruye (Santiago 3:5)
- Posiblemente lo que vamos a decir es verdad, pero si no va a producir nada bueno: ¡no lo diga!
III) TERCER PUERTA: LA NECESIDAD, ¿ES NECESARIO QUE LAS PERSONAS OIGAN LO QUE QUEREMOS A DECIR? (PROVERBIOS 11:12)
- Hay cosas que no es necesario hablarlas, son situaciones que están a la vista, como cuando nuestros hermanos de la iglesia caen en algún vicio o pecado ¿Sera necesario que andemos divulgándolo?
- ¿Sera necesario que usted ande contando sus debilidades a otro?
- ¿Sera necesario que usted ande contando los problemas de su casa?