Aunque resulta un tanto inquietante, los niños cuando están en su etapa de crecimiento y exploración viven repitiendo la eterna pregunta de ¿y por qué?. Debemos recordar que el niño en su crecimiento va aprendiendo, para él su entorno de las cosas no son obvias, en realidad son desconocidas; cuando llega a entender el por qué de todo va dejando atrás el razonamiento y va comprendiendo mejor todo lo que ya tiene razón aparente.
Alcanzado la dimensión de adultos, las preguntas no cesan, pero el propósito de llegar a ser entendido en la palabra es porque tenemos la idea concreta de que hemos alcanzado a comprender a Dios en su manera de obrar y Su voluntad. La manifestación espiritual a través de Su Palabra nos ayuda a comprender más ampliamente Su obra y Sus propósitos, para que entendiendo el por qué, vivamos y actuemos en base a un entendimiento apropiado, una fe realmente fundamentada.
Si podemos aprender de los niños, debemos también vivir ampliando nuestra comprensión de Dios y de Su Palabra para que ese entendimiento concreto de su voluntad. La obediencia en su Palabra y la fe tendrían una base más profunda cuando comprendamos a Dios de una manera más amplia… Si somos entendidos en su Palabra, seguro que siempre hallaremos el bien al confiar en Jehová Dios te bendiga y te guarde con amor en este día, Amén.
