1 SAMUEL 16:4-13 Hizo, pues, Samuel como le dijo Jehová; y luego que él llegó a Belén, los ancianos de la ciudad salieron a recibirle con miedo, y dijeron: ¿Es pacífica tu venida? 5 el respondió: Sí, vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos, y venid conmigo al sacrificio. Y santificando él a Isaí y a sus hijos, los llamó al sacrificio. 6 y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su ungido. 7 y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. 8 entonces llamó Isaí a Abinadab, y lo hizo pasar delante de Samuel, el cual dijo: Tampoco a éste ha escogido Jehová. 9 hizo luego pasar Isaí a Sama. Y él dijo: Tampoco a éste ha elegido Jehová. 10 E hizo pasar Isaí siete hijos suyos delante de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos. 11 entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son estos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí. 12 envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es. 13 y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá.
Este texto nos muestra el momento en el cual David fue ungido como rey de Israel, entre todos sus hermanos él fue elegido por el Señor para gobernar a su pueblo.
Cuando Samuel llegó a la casa de Isaí pasaron frente a Samuel siete hijos de Isai, desde el mayor hasta el penúltimo de ellos, primeramente, paso Elía, cuyo nombre significa “Dios es mi padre”, luego pasó Abinadab, cuyo nombre significa “Dios es generoso” y luego pasó Sama, cuyo nombre significa “Dios oye”, y así sucesivamente pasaron siete hijos de Isaí, pero ninguno de ellos fue elegido por el Señor.
Pero faltaba llamar al último de los hijos, al menor, al que estaba apacentando las ovejas de su padre, pues era pastor, y cuando llegó delante de Samuel, Dios le dijo: Levántate y úngelo porque éste es… Su nombre era DAVID, y ese nombre tiene un significado muy especial, pues David significa: “El amado”.
La palabra de Dios nos declara que nosotros también somos los amados del Señor (Jeremías 31:3) Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. (Juan 15:9) Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor
Es por eso que la vida de David es un ejemplo para cada uno de nosotros que somos hijos de Dios, para que conozcamos todo lo que él enfrentó y que nosotros también nos preparemos para todo lo que vamos a enfrentar en nuestra vida cristiana.
Vemos por medio de la palabra del Señor algunas de los enemigos, las batallas y tentaciones que David enfrentó, y aprendamos también que hizo David en esos momentos de aflicción, de dolor, y de prueba, para poder superarlos con la ayuda del Señor.
NOSOTROS COMO AMADOS DEL SEÑOR TAMBIÉN SEGUIREMOS EL EJEMPLO DE DAVID Y ES POR ESO QUE EN NUESTRA VIDA CRISTIANA:
- ENFRENTAREMOS GOLIATS (1 SAMUEL 17:4-7) Salió entonces del campamento de los filisteos un paladín, el cual se llamaba Goliat, de Gat, y tenía de altura seis codos y un palmo. 5 y traía un casco de bronce en su cabeza, y llevaba una cota de malla; y era el peso de la cota cinco mil siclos de bronce. 6 sobre sus piernas traían grebas de bronce, y jabalina de bronce entre sus hombros. 7 la asta de su lanza era como un rodillo de telar, y tenía el hierro de su lanza seiscientos siclos de hierro; e iba su escudero delante de él. Goliat el gigante de los filisteos representa en nuestra vida todas los problemas y circunstancias que aparentemente son imposibles de superar o de vencer, ya que humanamente hablando son más grandes que nuestra capacidad y que nuestras fuerzas.
- ENFRENTAREMOS SAÚLES (1 SAMUEL 18:6-11) Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música. 7 y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles. 8 y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino. 9 y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David. 10 aconteció al otro día, que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl, y él desvariaba en medio de la casa. David tocaba con su mano como los otros días; y tenía Saúl la lanza en la mano. 11 y arrojó Saúl la lanza, diciendo: Enclavaré a David a la pared. Pero David lo evadió dos veces. Es decir, que enfrentaremos personas que el enemigo utilizara para tratar de desanimarnos, para tratar de matar nuestra fe, para tratar de robarnos el gozo, cuando más estamos tratando de trabajar para el Reino de Dios, son personas que por celos y por envidia, lanzarán lanzas de burla, lanzas de menosprecio, lanzas de palabras de críticas hirientes, pueden ser personas que sin motivo nos odian, porque ese odio viene directamente de parte de satanás hacia nosotros.
- ENFRENTAREMOS BETSABÉS (2 SAMUEL 11:1-3) Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén. 2 y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. 3 envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. Tenemos que saber que satanás no se rinde en sus intenciones de destruir, de hacer caer a los hijos de Dios, y tratará por todos los medios para poder lograrlo, si no puede por medio de la prueba, por medio de la dificultad, intentará lograrlo por medio de la tentación, es decir por medio de nuestras propias debilidades, por medio de nuestra propia concupiscencia. Todos, hombres y mujeres enfrentaremos a Betsabe, es decir, la tentación.
- ENFRENTAREMOS ABSALONES (2 SAMUEL 15:12-14) Y mientras Absalón ofrecía los sacrificios, llamó a Ahítele gilonita, consejero de David, de su ciudad de Gilo. Y la conspiración se hizo poderosa, y aumentaba el pueblo que seguía a Absalón. 13 y un mensajero vino a David, diciendo: El corazón de todo Israel se va tras Absalón. 14 entonces David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos y huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalón; daos prisa a partir, no sea que apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada. Absalón era uno de los hijos de David, el cual se levantó en contra de su propio padre para tomar el reino, es decir, su propio hijo conspiró en contra de David para arrebatarle el reino. Absalon representa en nuestra vida el dolor de recibir la afrenta, de ser humillados, de recibir una cuchillada por la espalda de nuestra propia familia. Lo cual fue muy doloroso para el rey David (2 Samuel 15:30) Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían.
PERO SIGUIENDO EL EJEMPLO DE DAVID, ¿COMO LOGRÓ SUPERAR DAVID TODAS ESTAS DIFICULTADES Y PRUEBAS?
I) DEPENDENDIENDO ÚNICAMENTE DEL PODER DE DIOS (1 SAMUEL 17:44-46) Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo. 45 entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; más yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. 46 Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.
David enfrentó a sus enemigos, a pesar de lo grande que fueran, reconociendo que Dios estaba con él, que no los enfrentaba en su fuerza o en su capacidad, sino en la capacidad que Dios le daba y en la fuerza del Señor.
David estaba seguro que la presencia de Dios sobre nuestra vida es más poderosa que cualquier enemigo, estaba seguro que la presencia de Dios es lo que verdaderamente nos garantiza la victoria, es por eso que su seguridad no dependía de ninguna espada, ni de ninguna armadura, pues él dependía completamente de Dios y de su poder.
II) CONFIANDO EN DIOS EN LOS DÍAS DE TEMOR (SALMO 56:3) En el día que temo, Yo en ti confío.
David reconoció que los días que nos toque enfrentar no depende de nosotros, ninguno de nosotros puede elegir o decidir los días que va a enfrentar en su vida, pero David sabía que HABIA ALGO QUE ÉL SÍ PODÍA DECIDIR: CONFIAR EN DIOS AUN EN LOS DÍAS MALOS.
Nadie quiere que lleguen los días a los cuales le tememos, es decir, los días de enfermedad, los días de desempleo y de escasez, los días de la muerte de personas que amamos, los días de infidelidad en el hogar, los días de abandono, etc
Pero aun en esos días que tememos, podemos decidir, al igual que David, poner en Dios nuestra confianza, podemos decidir vencer nuestro temor confiando en el amor de Dios para nosotros (1 Juan 4:18) En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
III) DEJÁNDOSE GUIAR POR EL SEÑOR (2 SAMUEL 5:18-19) Y vinieron los filisteos, y se extendieron por el valle de Refaim. 19 entonces consultó David a Jehová, diciendo: ¿Iré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová respondió a David: Ve, porque ciertamente entregaré a los filisteos en tu mano.
Verdaderamente David enfrentó situaciones muy complicadas en su vida, situaciones en las cuales muchas veces humanamente no se encuentra la respuesta o la solución al problema, es por eso que David siempre fue humilde y sabio para buscar la guía del Señor para su vida.
Nosotros siguiendo el ejemplo de David en los momentos críticos, en los momentos de angustia, no debemos tomar decisiones a la ligera, sino que tenemos que ser humildes para reconocer que necesitamos ser guiados por el Señor, él conoce el camino que debemos seguir, el conoce cuál es la salida a lo que hoy nos tiene agobiados.
IV) TENIENDO UN CORAZÓN VERDADERAMENTE ARREPENTIDO CUANDO FALLABA (SALMO 51:1-4) Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. 3 porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4 contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.
Verdaderamente que podemos seguir el ejemplo de David cuando hizo lo bueno, y también podemos seguir el ejemplo de David cuando fallo, cuando pecó delante del Señor, pues a pesar de sus errores, David tenía un corazón que agradaba a Dios, un corazón que se arrepentía de verdad cuando le fallaba al Señor.
Nosotros al igual que David somos pecadores, cometemos errores, fallamos, pero muchos no tenemos un corazón que se arrepienta de corazón delante del Señor.
Tenemos ojos que lloran, tenemos bocas que prometen, pero no tenemos lo que verdaderamente Dios quiere de nosotros: UN CORAZÓN VERDADERAMENTE ARREPENTIDO.
El verdadero arrepentimiento no es llorar, el verdadero arrepentimiento no es prometer, el verdadero arrepentimiento es CAMBIAR.