“Aceptar lo que dicen los científicos sobre el cambio climático y entender que otras especies tienen valor para Dios es una amenaza para nuestro estilo de vida tan egoísta”, piensa David Bookless, miembro del cuidado medioambiental NGO A Rocha.
¿Cuál debería ser la forma de pensar cristiana acerca el cuidado de la creación? ¿Han fracasado los creyentes al no tomar medidas contra los problemas medioambientales de nuestro tiempo?
Al respecdto, Evangelical Focus habló con David Bookless, miembro de A Rocha, una organización internacional que une investigación científica, educación medioambiental y proyectos de conservación basados en la comunidad a lo largo de los seis continentes. Los proyectos que desarrollan se basan en la idea de que “el evangelio va dirigido tanto al planeta como a la gente”.
Bookless ha escrito varios libros de teología y ecología, animando a los cristianos a que empiecen a actuar de acuerdo con el valor que las Escrituras le dan a la Tierra. “A lo largo de Occidente, los cristianos, incluidos nosotros los evangélicos, hemos caído en el materialismo de nuestras culturas seculares de una forma totalmente no bíblica”, argumenta.
Como se ha informado, uno de los temas a los que aparentemente se le está dando cierta relevancia en la opinión internacional es si aún estamos o no a tiempo de revertir los efectos que nuestras emisiones de gases están causando en el clima del planeta.
Sin embargo, tanto por los avances tecnológicos como por la forma en la que se fueron desarrollando nuestras sociedades, hemos adquirido la capacidad de acelerar estos procesos, de alterarlos e incluso de superar la extraordinaria capacidad del planeta de absorber esos cambios y encauzarlos, adaptándolos a sus propios tiempos.
Todo eso hasta que, hace unos pocos cientos de años, llegó a nuestras sociedades la “Revolución Industrial”. De allí en adelante todos sabemos lo que pasó, el crecimiento de la industria ha sido tan grande y tan veloz que un día nos tomaba meses cruzar el Atlántico y al otro lo hacíamos en 4 o 5 horas. Un día las guerras eran con fusiles y bayonetas y al otro con bombas atómicas, misiles teledirigidos y uranio empobrecido.
Para los millones muertos causados por el Tsunami, el Huracán Katrina, las inundaciones y sequías que van y vienen en todo el mundo. Para los cientos de millones de muertos vivos de los países “en desarrollo” que no comen, que no tienen acceso al agua potable, que no pueden acceder a servicios de salud básicos, para los envenenados por las fumigaciones, por la minería o por las innumerables industrias que beben y contaminan el agua de los pobres para producir bienes de lujo para los ricos. Para ellos ya no estamos a tiempo.
Según un estudio de la ONG Save the children, los desastres derivados del cambio climático, que abarcan desde sequías a lluvias torrenciales, provocarán que en 2010 haya en todo el mundo 50 millones de desplazados medioambientales, la mayoría de ellos mujeres y niños. Esto sucederá hagamos lo que hagamos de aquí a ese momento. Para ellos tampoco estamos a tiempo.
Al consultar la web de A Rocha se puede ver que tú, David, eres el director de Teología de esta ONG de cuidado medioambiental. Algunos se preguntarán, ¿qué aporta tu rol? ¿Cómo aplicas la teología en una ONG medioambiental?
Al responder, Bookless dijo que supongo que eso ante todo dice algo acerca de nuestras prioridades. Para nosotros, la razón por la que nos preocupamos por la Tierra no se debe en gran parte a que amemos la naturaleza, que puede ser; no es solamente porque haya una crisis que nos afecta a todos, que la hay.
Afirmó que «nuestra razón principal es que creemos que Jesucristo es señor de toda la creación. La Tierra le pertenece, tal como se dice en el Salmo 24 y Colosenses 1, Cristo es el único por y para el que fueron creadas todas las cosas. Así que para nosotros todo el trabajo de conservación, campañas y educación medioambiental viene de nuestra creencia de que la Tierra es del Señor y que Jesús es señor de toda la creación», indicó.
Al preguntársele ¿en qué consiste tu trabajo en concreto? ¿Se trata de aportar esta visión a las personas?, Bookless dijo que “sí, ayudo a dar recursos a la familia global de A Rocha».
Asimismo, señaló que «actualmente trabajamos en 20 países de todo el mundo. Por ello ayudo a proporcionar recursos, escribir blogs, proporciono estudios bíblicos, escribo recursos para iglesias y también ayudo a abordar cuestiones difíciles que surjan dentro de la comunidad A Rocha. Obviamente contamos con un espectro de puntos de vista cristianos de todo el mundo acerca de cómo empezó la creación, la evolución, el creacionismo y toda esa área en conjunto».
«Así que intentamos mantener el equilibrio, tal como decimos: nuestra prioridad no es cómo Dios lo hizo, sino por qué Dios lo hizo y cómo tendríamos que tratarlo», sostuvo.
Después, añadió, “debatimos sobre cuánto podemos trabajar junto a aquellos que no comparten nuestra base cristiana. O de cuánto podemos trabajar junto a conservacionistas seculares u otras religiones. Así intento articular nuestro pensamiento teológico».
Explicó que «la otra mitad de mi rol es mirar hacia afuera, intentar trabajar con la comunidad global –en concreto evangélica- a ayudarles a entender lo que la Biblia enseña acerca del cuidado de la creación”.
Bookles señaló que con ello, trabajamos mucho con la Alianza Evangélica Global (World Evangelical Alliance), el Movimiento Lausanne y algunas de las grandes organizaciones misioneras internacionales, intentando ayudarles a que incorporen esa preocupación por la creación en todo lo que están haciendo.