Cuando todo se ha probado, cuando la ciencia ya no tiene respuesta, solo queda nuestro Señor Jesucristo para sanar nuestras enfermedades. La alabanza el borde su manto es tan real que nos muestra que todo aquello que aparece en la Biblia dos veces se convierte en una doctrina.
Ilustración:
El caso de un amigo que fue hospitalizado con un tumor en el cerebro, él tenía la sospecha que algo podía salir mal durante la operación, así que les dio un librito cristiano a sus padres para que lo leyeran y oraran por él, pero todo salió mal y mi amigo quedó en estado de coma. Los padres de mi amigo decían todo estába bien, él solo duerme. Ellos tenían la confianza en un librito que no podían entender, pero no tenían en Cristo y mi amigo murió a pesar de los ruegos de sus padres. En cambio en la mujer del flujo de sangre tenía puesta la confianza en Jesús y fue sanada.
Punto 1. ¿Por qué nos viene la llaga o enfermedad?
Jesús y la mujer con flujo de sangre, enferma, borde de su manto, borde
Isaías 53:3 “Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos”
Porque el hombre no tiene ningún apego o respeto a Dios, porque estamos perdidos en el pecado, lo digo yo por experiencia primero, me siento hay veces que no soy merecedor de la salvación, pero por su inmensa misericordia, él (Cristo) me ha limpiado con su sangre preciosa en la cruz. Hay varias formas de decir por qué:
1. Podemos decir que por castigo al pecado
2. Que es una prueba
3. Porque nos alejamos de Dios
4. Porque escondemos de él nuestro rostro Is 53:3
5. Porque menospreciamos a Dios
6. Porque no lo estimamos
7. Que es para glorificar a Cristo en nuestra enfermedad
Marcos 7:6 “Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí”
Punto 2. La doctrina del borde de su manto
Mateo 9:20-22 “Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; 21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. 22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora”
Marcos 6:55-56 “Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos, a donde oían que estaba. 56 Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos.
Jesús mismo revela la doctrina del borde de su manto, al decir:Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.
Lucas 43 “Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, 44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. 45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado? 46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.
¿Que significa esta doctrina? Que todos tenemos acceso a Jesús, a tocarlo, a estar cerca de él, y poder recibir nuestro milagro.
Punto 3. ¿Qué tengo que hacer para ser sanado?
Recibir a Cristo y estar cerca de él. Porque Cristo llevó él mismo todas mis enfermedades, él pagó por mí en la cruz.
Isa 53:3-7 4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”
Punto 4 Cierre.
Querido amigo, te puedo decir: Que solo en Cristo Jesús podemos encontrar la sanidad de nuestro cuerpo, así como de nuestra alma, Mar 6:56
“Y dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; y todos los que le tocaban quedaban sanos”
Así es amigo acerquémonos a Jesús. El Señor cuando pone la llaga ya tiene lista la sanidad:
“Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; El hiere, y sus manos curan”. Job 5:18-24.
Pido a todos mis amigos y hermanos en Cristo que nos pongamos en cadena de oración para que Dios sea glorificado en la pronta recuperación de todas nuestras enfermedades, así como la de mi amigo Paco, les pido a todos por su recuperación.
Dios nos bendiga a todos.
Si usted ha leído u oído este mensaje y siente que quiere cambiar su vida y comenzar una nueva viviendo en el Espíritu lo invito a que haga una oración que cambiará su vida, esta oración no significa un cambio de iglesia o de religión, significa que usted quiere ser un hijo de Dios capaz de vivir en el Espíritu. Lo invito a que haga la siguiente oración:
“Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único y suficiente Salvador personal; creo que eres Dios, que moriste en la cruz para perdonar mis pecados y que resucitaste al tercer día. Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Señor Jesús por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi salvador, amén”
Si usted hizo esta oración, usted ha nacido de nuevo, ahora es parte de la familia de Dios, pues su Palabra dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio la potestad de ser hechos Hijos de Dios” Juan 1:12