República Dominicana ha sido un país al cual le ha alcanzado la bendición de Abraham, por haber apoyado a Israel con su voto en las Ligas de las Naciones y por recibir a miles de migrantes judíos, que fueron asentados en la comunidad de Sosúa, Puerto Plata.
Jehová le dijo a Abraham: «Bendeciré a los que te bendigan,y al que te maldiga, maldeciré. Y en ti serán benditas todas las familias de la tierra.» (Gn.12:3).
En 1938 el presidente de Estados Unidos, Franklyn Delano Roosevelt convocó una conferencia en Evían, Francia, con el propósito de facilitar la migración de cien mil judíos hacia distintos países de América para salvarlos del holocausto que iniciaba contra los judíos el dictador de Alemania, Adolfo Hitler. El presidente Rafael Leonidas Trujillo acogió la sugerencia del presidente Roosevelt y acogió 40 familias hebreas en el paraje de Sosúa, Puerto Plata, en 1940.
Trujillo donó a los judíos alemanes (azkenaz) 26 mil acres, unas trescientas mil tareas en Sosúa, donde emprendieron un proyecto ganadero que con el nombre original de DORSA, creó Productos Sosúa, quesos, mantequilla y leche del ganado vacuno y embutidos del ganado porcino, convirtiéndola en la primera gran empresa que elaboró esos productos en una firma extranjera, en nuestro país.
Las reacciones de la gente en contra de Israel, están a menudo basadas en la ignorancia y por otra parte en la influencia del mundo espiritual contrario a Jehová (Dios).
Espero que en estos últimos tiempos el mayor número posible, en particular todos los cristianos, podrían despertar en la realidad de Jehová, y comenzar a bendecir con todas las formas posibles al pueblo elegido de Jehová, y a Jerusalén, y de esta manera hacerse participe de la vida conforme a la voluntad de Jehová también en esta cuestión importante y recibir la rica bendición que Él derrama sobre todas las personas que aman a Él, a su Palabra y a su pueblo.
«He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor,… Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella.» (Zac.12:2-3)
Israel es el centro de nuestro planeta, y la problemática de este maravilloso país y Jerusalén permanecen por la voluntad de Jehová continuamente en títulos y como cuestión difícil en la política internacional y en la mente de las personas.
Sin embargo, los cristianos debemos conocer la verdad de la Palabra de Jehová sobre este país y este pueblo; nuestro destino eterno depende, en parte, de esto, y es el reloj de Jehová y siguiéndolo sabemos en qué tiempo estamos.