La alabanza y adoración forman parte de nuestro hábito de vida, nuestra respiración es un testimonio de vida y poder, él poder palpar, oler, degustar es una gran alabanza de Dios que nos ha creado por toda la eternidad, porque nuestras almas son inmortales, siempre habremos de saber de la adoración, porque fuimos creados para la alabanza y adoración a Dios, por lo tanto tu vida es una alabanza y adoración al Rey de Reyes y Señor de Señores, nuestro Señor Jesucristo.
Fuente:
TPD