Voz del Tabernáculo

El Amor de Dios. Voz que Sostiene y Da Vida

Vivir sostenidos por el amor de Dios es una invitación constante a descansar en Su fidelidad. No se trata solo de tener fe, sino de entender que esa fe nace, crece y se fortalece en el terreno firme del amor divino. Ese amor no se apaga, no se cansa, no falla, aunque nosotros muchas veces sí lo hagamos.

La justicia de Dios en Cristo se nos da por fe, pero detrás de esa justicia hay un amor eterno que movió al Padre a darnos a su Hijo. Todo lo que somos y tenemos proviene de ese amor que busca, restaurar, perdona y sostiene.

Vivir por la voz del amor de Dios no es ignorar el dolor o las pruebas, sino reconocer que, en medio de ellas, no estamos solos. El amor de Dios es una fuerza activa que consuela, levanta y transforma. Nos da esperanza cuando el mundo ofrece desesperanza; nos da paz en medio del caos; nos recuerda que somos valiosos, incluso cuando otros nos rechazan.

Agradecer incluso lo difícil es un acto de amor recíproco: reconocemos que el Dios que nos ama tiene el control. Por eso, cuando entregamos nuestras preocupaciones al Señor, no lo hacemos solo por fe, sino porque confiamos en Su amor perfecto. Un amor que no deja cabida al temor.

En resumen, vivir por la voz del amor de Dios es caminar con la certeza de que somos profundamente amados. Es dejar que Su amor nos transforme, nos sane y nos envuelva en cada paso del camino. Es vivir con una seguridad que no viene del mundo, sino del Cielo. Y cuando entendemos esto, entonces amamos también a los demás con ese mismo amor que hemos recibido.

Con amor eterno te he amado; por eso te prolongué mi misericordia Jeremías 31-3-

Margarita García

Margarita García

Directora del tabernáculo Prensa de Dios

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Botón volver arriba